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De como Estados Unidos utiliza Vaca Muerta para debilitar a gobierno de Nicolas Maduro

Fuentes: Matriz del Sur

El mantenimiento de las buenas relaciones con empresas transnacionales ha sido la manera de pactar con el gobierno de los Estados Unidos y sus grupos económicos de poder. Monsanto, Barrick, British Petroleum, Kraft, Wall Mart y finalmente CHEVRON ha sido la fresa del postre servido por las corporaciones estadounidenses para hacerle creer a la presidenta […]

El mantenimiento de las buenas relaciones con empresas transnacionales ha sido la manera de pactar con el gobierno de los Estados Unidos y sus grupos económicos de poder.

Monsanto, Barrick, British Petroleum, Kraft, Wall Mart y finalmente CHEVRON ha sido la fresa del postre servido por las corporaciones estadounidenses para hacerle creer a la presidenta argentina que posee la segunda reserva mundial de shale oil y la quinta de shale gas en Vaca Muerta, elevando las supuestas reservas futuras de los EE UU para bajar el precio mundial del petróleo y debilitar a la primer reserva mundial real de petroleo convencional: la República Bolivariana de Venezuela.

Después del ataque de los fondos buitre fraguado con la participación del propio Obama, Cristina ingresó en una crisis con el gobierno de los EEUU, quien incumplió con los acuerdos alcanzados, para ingresar en una nueva fase de malas relaciones, hasta la próxima negociación con el presidente de la 2da economía del Mundo.

Así las cosas, la presidenta argentina en su afán de conseguir dólares a cualquier precio, fue utilizada por la CIA, el presidente de YPF, las petroleras y los Estados Unidos en una operación política para debilitar al gobierno del presidente Maduro porque los precios del petroleo fueron a la baja, al inflarse la burbuja del fracking que arrasa con poblaciones enetras en varias partes del mundo, inclusive en los propios EEUU, donde ha sido prohibido en varios Estados de la Unión.

Nuevamente, el principal aliado de la Argentina en materia política (Venezuela) se vio defraudado por los acuerdos del gobierno de Cristina con Chevron y debió corregir la ley de hidrocarburos para que ingresen nuevos actores internacionales pagando regalias por un máximo de solamente un 18%, para intentar alcanzar el autoabastecimiento perdido por el kirchnerismo por causa de una pésima administración de los recursos energéticos que le permite aún hoy a las petroleras exportar petróleo crudo a sus países, mientras Argentina debe importar energía para desarrollar su alicaída industria y mantener la generación de energía eléctrica para sus hogares.

Jaime Ríos es ingeniero de petróleo

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