Y cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla!». Comandante en Jefe, Fidel Castro Sin dejarnos disuadir por una intensa y persistente lluvia que acompañaba a un frente frío, nosotros, jóvenes activistas del Proyecto Nuestra América, compañeros del Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello, y estudiantes del Instituto Superior de Arte […]
Sin dejarnos disuadir por una intensa y persistente lluvia que acompañaba a un frente frío, nosotros, jóvenes activistas del Proyecto Nuestra América, compañeros del Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello, y estudiantes del Instituto Superior de Arte y de la Universidad de la Habana, nos reunimos este jueves, 20 de noviembre, junto al monumento del líder independentista mexicano Benito Juárez -en la Avenida de los Presidentes, del municipio habanero Plaza de la Revolución- con el propósito de sumarnos a la movilización mundial que exige la aparición con vida de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, del Estado de Guerrero, que el pasado 26 de septiembre de 2014 fueron detenidos por fuerzas policiales y desde entonces se encuentran desaparecidos.
Como cubanas y cubanos, que procedemos de una historia de profundas luchas y rebeldías estudiantiles, que crecimos creyendo en la máxima martiana de que Patria es humanidad, y que practicamos constante y cotidianamente la solidaridad con otros pueblos porque nada humano nos puede ser ajeno, consideramos que este 20 de noviembre era un deber histórico, político y moral realizar una actividad en nuestra isla para expresar, en sintonía con cientos de ciudades del mundo, nuestra solidaridad con la sociedad mexicana que demanda justicia para los 43 normalistas de Ayotzinapa y para las otras seis víctimas mortales de aquella noche, que no se rinde ni cede ante la violencia, que anhela un país donde se respete la vida.
Fue en México donde se vivió la primera revolución del Siglo XX. México es la tierra de Juárez, Emiliano Zapata y Pancho Villa. Sin embargo, hoy a esta nación hermana la gobierna un Estado neoliberal, aliado con el narcotráfico y el crimen organizado, que coloca los intereses de grandes compañías transnacionales y del mercado capitalista por encima del bienestar de su población. Intencionalmente, se denomina como un Estado fallido, para justificar el torbellino de violencia y terrorismo que ejerce el crimen organizado contra todas las expresiones de lucha que abogan por la justicia social, en complicidad con las estructuras del poder.
Por tanto, el dolor y la digna rabia del pueblo de México son también nuestras. Desde este lado del mundo, asumimos la tarea solidaria, humana y emancipadora de acompañarlo en su determinación a no aceptar la versión oficial del gobierno sobre la supuesta muerte de los 43 y a mantener la lucha por la presentación con vida de los desaparecidos. No contribuiremos al silencio popular y mediático que conviene al olvido, a la impunidad, a la naturalización de la violencia y a la reproducción de la injusticia.
Con exclamaciones de «¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!», «¡Internacionalicemos la lucha, internacionalicemos la esperanza!», «¡Ayotzinapa vive, la lucha sigue!», en nuestra sencilla pero muy sentida manifestación en La Habana, nos comprometimos a continuar desarrollando más actividades de solidaridad y acompañamiento en días venideros.
En Cuba, también nos levantamos por México.
¡TODOS SOMOS AYOTZINAPA!
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.