El 19 de diciembre de 2019 el gobierno del Estado de México informó que se autorizaba el aumento a la tarifa del transporte público, quedando de 10 a 12 pesos la tarifa mínima, y que entraría en vigor el primero de enero de este año. Este es el segundo aumento casi consecutivo que realiza el gobernador priista Alfredo del Mazo.
Muchos piensan que dos pesos no significan nada, pues con los apoyos del gobierno federal y el aumento al salario mínimo se compensa el asunto; sin embargo, los mexicanos somos uno de los países que más gasta en pasaje; invertimos el 22.4% de nuestro salario. Aun así, el gobernador y el secretario de Movilidad del Estado de México (Edo. Méx.), Raymundo Martínez Carbajal, han dicho que el incremento es irreversible, que eso ayudará a las empresas privadas a mejorar el servicio, que van a poner cámaras, botón de pánico, GPS, que van a cambiar las unidades viejitas, y a capacitar y certificar a más de cien mil choferes, etc. Todo para que se mejore la seguridad y se eviten asaltos en las unidades.
En 2017, cuando hubo incremento al transporte, utilizaron los mismos argumentos — nomás que en ese año argumentaron el alza del precio de la gasolina—. Han pasado dos años y cachito y el pueblo no ha visto mejoría: el viajar en el Edo. Méx. sigue siendo toda una odisea, pues el 89.4% de los que utilizamos el transporte público nos sentimos inseguros. Tan sólo en el 2019 se presentaron 8 153 “incidentes”, de los cuales 98.6% fueron con violencia, sobre todo en Ecatepec y Tecámac, donde se registra el mayor número de asaltos.
Ante esto, parte del pueblo ha salido a protestar contra este injusto aumento, pero se toparon con las fuerzas represivas. La represión más sonada fue la del 9 de enero, cuando marcharon de la Plaza Gustavo Baz Prada hacia la Secretaría de Movilidad en Tlalnepantla, Edo. Méx., resultando detenidos tres jóvenes, además de varios heridos. Ésta no fue la única manifestación, también se han abierto los torniquetes del Mexibús. Tras estas manifestaciones el gobernador dijo que hablaría con las empresas para que se les hiciera un descuento a estudiantes, personas de la tercera edad y discapacitados, quienes serían los únicos a los que no se les aplicaría el aumento.
Con esto, el gobierno trata de dividir al pueblo, pues quienes iniciaron con las protestas fueron los jóvenes que estudian en diversas universidades de la Ciudad de México (CDMX), pese a que quienes viajan a diario son en su mayoría trabajadores que, lamentablemente, no tienen tiempo para ir a protestar, porque si faltan un día al trabajo lo pueden perder, ya que en México así es: nadie o muy pocos tienen un trabajo seguro y digno.
A las empresas que les concesionaron el transporte les importa muy poco lo que vivimos a diario los trabajadores, pues lo único que les interesa son las ganancias. Desgraciadamente no se tiene la certeza de quiénes o quién tiene concesiones en transporte, pues son 168 mil concesiones y si uno intenta buscar quiénes son no aparecen en los registros. Aun así, Del Mazo los consintió y les bajó el costo del trámite en marzo de 2019, con ello pasaron de pagar más de 20 mil a cuatro mil pesos.
Pero ahí no acaba todo, el Mexibús (sistema de autobús de tránsito rápido-BRT) y el Mexicable (sistema tipo teleférico) tampoco pertenecen al Edo. Méx. Su funcionamiento corre a cargo de empresas privadas, quienes, pese a tener las ganancias del cobro de pasaje, también se benefician con subsidios millonarios, como el otorgado en 2018 de 300 millones de pesos para renovar los autobuses de la línea 1 del Mexibús, que es operada por la empresa TRANSMASIVO, consorcio empresarial, que no sabemos a ciencia cierta de quién es.
Lo mismo ocurre con la línea dos, que es operada por Transcomunicador Mexiquense S.A. de C.V., integrada por 21 empresas de transportistas mexiquenses; la línea tres es operada por Transporte de Oriente (Transred, S.A. de C.V.), otro consorcio integrado por 22 empresas. Pero ahí no acaba lo turbio del sistema de transporte público en el Estado, pues la línea cuatro tiene irregularidades desde su construcción hasta su funcionamiento: en 2016 se otorgó la construcción al Grupo Tradeco, perteneciente al empresario Federico Martínez Urmenta (empresa consentida de Vicente Fox y Felipe Calderón), pese a que en otros lugares ha presentado multas por incumpliento, señalamientos por conflicto de interés y demandas por daño ambiental. Preguntémosle a los habitantes de Tlalnepantla, Ecatepec y Tecámac cómo ven la construcción de la línea cuatro.
Los 15. 62 millones de personas que utilizamos el transporte en el Edo. Méx. merecemos un transporte digno, no tener miedo al viajar hacia nuestros centros de trabajo, escuela, etcétera.
Necesitamos un transporte público seguro, con buenas unidades; merecemos tener una Red de Transporte de Pasajeros del Estado de México (similar a la de la CDMX), subsidiada por el gobierno y que éste se haga responsable de su funcionamiento, que sea capaz de brindarle tarifas accesibles al pueblo trabajador para que éste no sea asaltado por las empresas privadas.
Desde la Organización de Lucha por la Emancipación Popular te invitamos a las brigadas que estamos haciendo para informar sobre el injusto aumento al pasaje y cómo podemos exigir un transporte seguro y subsidiado por el Estado.
¡Por un transporte seguro, público y subsidiado por el Estado; organización y lucha por el socialismo!
Nota: Este artículo fue publicado como parte de la sección Denuncia del No. 51 de FRAGUA, órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), Marzo, 2020.