Muy poco después de que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) tomó posesión surgieron las denuncias de un posible golpe de Estado.
Alejandro Solalinde, sacerdote reconocido por su defensa a los derechos de los migrantes, se atrevió a denunciar que las caravanas centroamericanas que como cada año huyen de sus realidades para intentar llegar a EUA, eran ahora un intento de desestabilización contra el nuevo gobierno [1]. Con esto no sólo clausuraba su temporada de defensa de aquel sector social sino que a su vez se convertía en agitador de un sentido común de estigmatización y xenofobia hacia la condición migrante.
Con esto se inició una retórica que ha acompañado -y sostenido- los dos años del actual gobierno. El fantasma del Golpe de Estado como una herramienta de cohesión y defensa, frente a una lógica de gobierno que como veremos da pocas pistas sobre por qué habría de suceder tal cosa.
Más adelante fue Rafael Barajas -más reconocido por signar sus cartones críticos como El Fisgón, además deser responsable de tareas de formación política de Morena- quien a pocas horas del golpe de Estado en Bolivia alertó a la militancia de su partido que ya estaban en marcha todos los elementos de un golpe Estado en México[2]…¿Con qué información contaba? ¿Qué fue lo que evidenció tal plan? Sin muchos datos y con un desconocimiento alarmante, se atrevió a su vez a catalogar de peligrosas las movilizaciones que grupos feministas y contras las violencias machistas[3] llevaban a cabo en esos días, por ser utilizadas por la derecha para provocar la desestabilización del gobierno. Dichos que van en consonancia con la lamentable postura -que niega, criminaliza, silencia e ignora la situación de emergencia de género que se vive en México- del propio Poder Ejecutivo frente al pasado 8M.
Luego, cuando fue evidente que la violencia -producto de la guerra iniciada por Felipe Calderón y continuada por Enrique Peña Nieto- no cesaba, sino que incluso era mayor a la de las administraciones anteriores y el poeta Javier Sicilia convocaba una vez más a movilizarse en contra de la guerra exigiendo una estrategia de seguridad eficaz acorde con las promesas que el mismo López Obrador había hecho en campaña y tras asumir la presidencia, el fantasma del golpe apareció con más fuerza. Sicilia fue acusado de derechista y desestabilizador del gobierno, y de hecho Solalinde fue de los primeros en proferir los ataques, aunque no el único[4]. Un suceso inédito ocurrió al concluir la movilización por la paz en pleno zócalo de la Ciudad de México, cuando militantes de Morena en un ejercicio de acarreo típico del priísmo se lanzaron a atacar -verbal y físicamente- a familiares de víctimas de la violencia que encabezaban la marcha. Un antes y un después en la lógica perversa de legitimación de un gobierno: ahora las víctimas se convierten en victimarias, en responsables de sus propias tragedias. Semanas antes, Alfredo Jalife, un “prestigiado intelectual” cercano a Morena denunció que Sicilia y la familia Lebaron eran “mulas de Troya” que alentaban la invasión norteamericana[5]. Esto sin duda había dado pie y letra a engordar la idea negacionista de la crisis de derechos humanos que día a día se multiplica en México.
Por último, llegamos a la Pandemia y las críticas al atraso en la aplicación de medidas por parte del gobierno y el escándalo del Vive Latino, espectáculo que concentró a más de 80 mil personas, y que fue autorizado -y ¡fomentado!- por el Estado a pesar de todas las alarmas y advertencias que circulaban a nivel mundial. Una vez más: esas crítica fueron tachadas por Martí Batres, uno de los principales senadores de Morena, de provocaciones e indicios del famoso intento de un Golpe de Estado: “La oposición invita a acudir masivamente a las movilizaciones del 8 de marzo. Pero después se desgañita criticando a las autoridades por no cancelar el Festival Vive Latino que ocurriría apenas seis días más adelante, con el argumento (sic) de proteger a la gente del contagio del coronavirus”.[6]
Ninguna de esas declaraciones provienen de viejos políticos que se sumaron a Morena para acceder a un cargo, sino de algunos de los mas prestigiados impulsores del proyecto de AMLO. Sus voces en defensa de la 4T son serias en comparación con la abrumadora retahíla de apoyos ciegos que tiene el Presidente y que sin ningún ejercicio de escucha y menos de reflexión, se lanzan automáticamente contra cualquier sospecha que sugiera que tal vez AMLO no está haciendo bien las cosas, o más aún, que continúa la misma lógica que la “mafia en el poder” que gobernó hasta hace muy poco. Pero ¿realmente hay en curso un golpe de Estado contra el gobierno de la 4T?
Repasemos algunas cuestiones y revisemos la historia: Los golpes se fraguan en secreto. Una vez consolidados los planes, su ejecución es evidente y sus tiempos sumamente acelerados. Suelen gestarse cuando algún sector privilegiado empieza a ser atacado o cuando ven que pueden estar en riesgo sus intereses. Los golpes ocurren cuando se quiere hacer un viraje duro en la política porque se han roto los equilibrios del poder y la riqueza. Sólo por dar un ejemplo reciente: el golpe en Bolivia, dirigido desde Estados Unidos en coordinación con un sector importante de las fuerzas armadas bolivianas y parte de la oligarquía de la medialuna oriental, tuvo como punto esencial -aunque no único- la apropiación estatal de los recursos naturales, específicamente del litio (mineral codiciado por las empresas transnacionales de artículos electrónicos). El Estado a través de su propias empresas controlaba la explotación y distribución de este mineral preciado, y de muchos otros recursos, por lo que se volvía incómodo para la industria norteamericana, que no podía disponer a su gusto de ellos. ¿Algo así ha ocurrido en México?
Aún con las críticas al proyecto de refinería de “Dos Bocas”, en materia petrolera han crecido los contratos y las concesiones a privados. Repsol ha “descubierto” varios pozos en días recientes. Y con Estados Unidos en materia energética las cosas parecen ir tan bien que Donald Trump en las últimas negociaciones apoyó la negativa de México a bajar su producción, asumiendo bajar la producción en su país para que México no tuviera que sacrificarse. Aunque haya sonado una declaración de soberanía, aquella en la cual AMLO prometió no entregar más concesiones mineras, oculta el pecado capital: no se entregan más, porque ya se han entregado todas, sobre todo a empresas norteamericanas (de Estados Unidos y Canadá). Quizás olvidó mencionar ese detalle.
Entonces: ¿Acaso los empresarios más poderosos de México han sido seriamente atacados en términos económicos?
A pesar de las críticas constantes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), AMLO ha demostrado sostener una relación con los empresarios más ricos de México, dueños de empresas trasnacionales cuyo capital está desplegado por al menos toda América Latina y Estados Unidos, principalmente con los de la Ciudad de México (es sólo una referencia geográfica de sus lugares de residencia, no del origen y destino de sus capitales): Carlos Slim (Grupo Carso), Alberto y Alejandro Bailleres (Grupo BAL), Antonio del Valle (Mexichem), Valentín Diez Morodo (Citibanamex), Emilio Azcárraga (Televisa), Carlos Salinas Pliego (TV Azteca-Grupo Salinas). Y también con los del Grupo Monterrey: Adrián Sada (Vitro), Rogelio Zambrano (Cemex), Juan Ignacio Garza (Xignux), Eduardo Garza Junco (Frisa), Armando Garza Sada (Alfa). Estos empresarios han resultado favorecidos por el nuevo gobierno, han sido respaldados tras el nuevo escenario económico en medio de la pandemia y varios de ellos son beneficiarios directos del Acuerdo Nacional de Inversión en Infraestructura.[7]
¿Y los empresarios educativos “molestos” con la cancelación del modelo educativo previo?
Veamos nuevamente: Con la pandemia el poder de las empresas que controlan las plataformas virtuales, como Santander, Fundación Azteca y Microsoft ha crecido. El secretario de Educación Pública ha prometido una nueva forma de evaluación que les incluirá. Y mientras tanto, operadores políticos de la 4T (qué raro que utilicen aquellas antiguas prácticas, no?) alientan divisiones en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) para debilitar la organización magisterial que fue capaz de echar abajo las reformas educativas de Peña Nieto.
¿Pero hay empresarios beneficiados con Peña Nieto que ya no tienen ganancia? A la portuguesa Motta Engil, una de las empresas favoritas del ex Secretario de Comunicaciones y Transportes durante la administración de Peña Nieto, Gerardo Ruiz Esparza, se le han entregado importantes contratos de Fonatur, otros por el estado de Puebla y el primer tramo del Tren Maya, así que tan molestos no parecen estar.[8]
¿Habrá algún empresario poderoso de Estados Unidos que se vea en la tentación de fomentar un Golpe de Estado?
Black Rock -el conglomerado de inversiones más importante del mundo y también de la Bolsa Mexicana de Valores- es uno de los principales inversionistas del Tren Maya (“el que va porque va”) y será el organizador de los Fondos de Inversión de ese proyecto (FIBRAS).
¿El gobierno de Trump?
Mmm… México ha hecho todo lo que Trump le ha pedido. Desde el acuerdo de tercer país seguro y la militarización de la frontera sur para impedir el paso de migrantes centroamericanos, hasta el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera norte. Así que el muro se ha multiplicado de sur a norte y adquirió la forma de fuerzas de seguridad mexicana. Un gran negocio para salvaguardar el proyecto de “Make America Great Again”.
Ah, pero ¿el narco?
La violencia de grupos delincuenciales- llamados comúnmente como “narco” aunque sus negocios alcanza un amplio espectro- sobre las poblaciones y comunidades no ha cesado, peor aún ha crecido al mismo tiempo que ha desaparecido de las notas públicas. AMLO liberó a Ovidio Guzmán con la excusa de “no combatiremos la violencia con más violencia”…Sin embargo, ¿no acaba de decretar la militarización de la vida civil? A pesar de todo, llama a la calma y promete cual mantra que con los programas sociales y la educación, el negocio criminal desaparecerá. Mientras tanto, en plena pandemia y crisis económica son los narcos quienes reparten despensas con sus nombres, siendo tolerados por las mismas fuerzas de seguridad. Ellos tampoco parecen estar muy molestos con esta situación de aparente convivencia pacífica.
¿Quiénes quedan? ¡Las fuerzas armadas!
Un momento: Les otorgó la concesión para construir el aeropuerto alterno de la Ciudad de México y un tramo de construcción del Tren Maya. También, en sus discursos AMLO defiende una y otra vez la idea de que las Fuerzas Armadas han cambiado y son buenas. Y, recientemente, lo que podría considerarse como la cereza en el pastel, firmó el Decreto presidencial con el que legaliza que la Marina y el Ejército ejerzan funciones de policía al menos hasta marzo de 2024.
Entonces, ¿Qué razones habría para que se dé un Golpe de Estado? y ¿Bajo qué órdenes?
No hay motivos de fondo que motiven una línea golpista…A menos que haya ocurrido un golpe de Estado sin que nos diéramos cuenta y sin que fuera depuesto el Presidente, lo cual, a final de cuenta, significa que no ha ocurrido un golpe.
AMLO garantiza una cierta estabilidad social para todos los poderes fácticos del país por influir fuertemente en un sector activo de la población sobre el que antes no podían influir mas que a través de la fuerza. Además, si fuera depuesto por un golpe, se podrían desatar fuerzas populares difíciles de contener, y en un escenario de ese tipo, la dirección de Morena fácilmente podría quedar rebazada por la emergencia de liderazgos populares radicales.
Sin duda hay sectores de la ultraderecha que siempre anhelan algo peor y que serían felices con un gobierno de corte militar o fascista. Sin desdeñar su peligro, esas posturas no tienen fuerza para motivar una alianza estratégica con la oligarquía, ni con las fuerzas armadas ni con la Casa Blanca.
Los ataques contra AMLO se montan en el desprecio a los pobres, el racismo y clasismo, pero sobre todo son esfuerzos de la derecha por generar un liderazgo. Porque hasta ahora no tienen un líder opositor que les aglutine y, en la perspectiva de la contienda intermedia de 2021 y de las elecciones presidenciales de 2024, carecen de figuras y de ímpetu político que les permitan posicionarse mejor.
Por lo tanto, la idea del fantasma golpista sólo funciona como legitimador del poder estatal. Se engrandecen simples rumores, se usan a opinólogos incondicionales sin ningún fundamento para crear ideas que se propagan y se transforman en discurso corriente, se estigmatiza cualquier tipo de crítica y se polariza acríticamente a toda la sociedad. Con los ojos cerrados y sin espacio para el pensamiento se impone una visión -cual juego de niños- en que de un lado están los seguidores del Presidente que buscan el bien supremo de la patria, y por el otro, los conservadores, radicales, fifís y corruptos que pueden abarcar a cualquiera que disienta y peor aún, son tildados de golpistas cualquier intento de movilización que se oponga a las medias del gobierno, no importa de qué tipo sean o denuncien un nuevo feminicidio o alguna desaparición forzada.
El fantasma del golpe sirve para dividir a la izquierda, condenar toda crítica y hasta para aplicar medidas anti populares y de tipo dictatorial, como la del Ejército haciendo labores policiacas, so pretexto -una vez más!- de que si no cede a los poderes de facto estos darán un Golpe de Estado. Pero fundamentalmente, la idea del golpe sirve para justificar todo acto de gobierno no sólo como los únicos posibles, sino los únicos deseables.
La crítica y la movilización popular resultan necesarias frente a cualquier gobierno, incluso de uno que dice representar las necesidades populares. La experiencia latinoamericana refuerza esta idea. Abandonar la disputa por una opción popular en un gobierno que llegó al poder de la mano de su pueblo es peor que hacerlo con uno que se ha declarado abiertamente en contra de él. En Brasil la alianza que hizo el PT con la oligarquía nacional y transnacional, abandonando lentamente la radicalidad del movimiento popular que le permitió gobernar durante 15 años, fue la responsable de que hoy en día gobierne un psicópata que niega la existencia de un virus que tiene sumergida a su población en una desgracia. En Argentina muchos movimientos sociales que habían sido dueños de la calle durante tantos años abandonaron sus banderas de “poder popular” en función de un modelo de gobierno que tras perder las elecciones dio lugar al macrismo, responsable del endeudamiento centenario más grande de todo el mundo…y ninguna movilización social pudo evitarlo. ¿Qué queremos decir con todo esto? Suponiendo incluso que el gobierno de AMLO tenga algún tinte “progresista”[9] la crítica es la clave para inclinar la balanza a favor de las mayorías. Si simplemente lo dejamos ser y “aguantamos” el naufragio, el barco no dejará de hundirse porque las cartas ya han sido repartidas: los recursos ya han sido entregados, las fuerzas armadas velan por eso y Estados Unidos continúa utilizando nuestro territorio como frontera y abastecedor de recursos.
Dejémosle los cuentos de fantasmas a los juegos de niños y asumamos la realidad tal cual es. El gobierno que venga después de éste, probablemente sea peor y peor será nuestra situación si seguimos sosteniendo sin cuestionar, sin pensar. En todo caso, reflexionar, organizar y movilizar será la única salida contra un posible golpe.
Notas:
[1] Véanse sus declaraciones: https://heraldodemexico.com.mx/pais/eu-uso-a-los-migrantes-para-desestabilizar-al-nuevo-gobierno-de-mexico-acusa-el-padre-solalinde/ También https://elfaro.net/es/201911/el_salvador/23790/“Los-migrantes-son-muy-importantes-pero-la-prioridad-es-México”.htm
Y lo repitió en enero de este mismo año: https://www.eluniversal.com.mx/estados/caravanas-intentan-reventar-gobierno-de-amlo-solalinde
[2] Tuit fechado el día 27 de julio escribe: “Hay señales muy claras de que la derecha ya echó a andar un golpe blando para echar abajo al gobierno de AMLO. Es momento de defender el cambio verdadero. No debemos regresar a la pesadilla neoliberal”
[3] https://www.youtube.com/watch?v=diWgGx6qULg
[4] https://aristeguinoticias.com/1811/mexico/sicilia-excelente-poeta-pesimo-politico-solalinde/
[6] “Oposición incongruente” en https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/marti-batres/oposicion-incongruente
[7] https://www.animalpolitico.com/2019/11/plan-infraestructura-amlo-empresarios-proyectos/
[9] Carecemos de una definición satisfactoria al respecto, pero de carácter más o menos popular, con medidas de contención de los más pobres, algún giro mínimo en la distribución interna de la riqueza y algunos esbozos de soberanía, por lo menos discursivamente.
Fuente: http://incendiareloceano.org/2020/05/15/golpe-sin-golpe/