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Frente Nacional Anti-Amlo (FRENAAA): dieciocho ideas para comprender su irrupción y su estrategia

Fuentes: Rebelión

El pasado 30 de mayo, en diversos lugares de México, se realizaron caravanas de automóviles para protestar contra el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

La protesta fue convocada y coordinada por el Frente Nacional Anti-Amlo (FRENAAA). Tanto la irrupción de este nuevo frente como su inédita estrategia resultan incomprensibles si no consideramos lo siguiente:

1. Fueron muy pocos manifestantes movilizados, entre decenas y centenares en cada ciudad, apenas algunos miles en todo el país. Nos parecen más de los que fueron porque llamaron la atención con su apariencia y su estrategia, porque dispusieron sospechosamente de una desproporcionada cobertura mediática y porque un automóvil no sólo ocupa el espacio de al menos diez personas a pie, sino que tiene un movimiento rápido que le permite provocar la ilusión de multiplicarse y estar en varios lugares a la vez. Todo esto ha contribuido a que imaginemos que hubo una gran movilización, cuando en realidad cualquier pequeña protesta nacional e incluso estatal o local tiene una mayor convocatoria. Un contingente de cualquier manifestación de la CNTE en Morelia, por ejemplo, cuenta con más personas que la suma de todas las caravanas del FRENAAA. El mismo frente, según su propio testimonio, cuenta con menos de setenta miembros activos.

2. La debilidad numérica de los miembros del FRENAAA y de aquellos a quienes convoca no debe hacer que subestimemos ni su poder ni su importancia. La capacidad que han tenido para parecer más de los que son es la misma que tendrán para lograr sus propósitos. Esta capacidad no estriba en lo que son por sí mismos, sino en lo que parecen, en su apariencia, la cual, a su vez, radica en lo que poseen, como sus grandes automóviles, su influencia en los medios y en general su poder económico. Tienen mucho por lo que debemos tomarlos en serio. Debemos preocuparnos por ellos, aunque sean pocos, porque de algún modo son tanto como lo que tienen. Este ser es aparente porque no lo son, porque solamente lo tienen, pero es real porque el tener se confunde con el ser en una sociedad capitalista como la nuestra.

3. Nuestra sociedad nos confunde con lo que poseemos. La posesión de un vehículo, por ejemplo, es la que le permite a un manifestante del FRENAAA ocupar más espacio, moverse a gran velocidad por diferentes lugares y así multiplicarse y ser más que lo que realmente es. El mismo ser puede expandirse con una difusión mediática desproporcionada que también depende claramente de lo que se tiene, como la influencia o los contactos en los medios, influencia y contactos que se obtienen a su vez del poder económico.

4. La posesión de riqueza, el tener dinero, es la más importante de las posesiones y de la que suelen depender, en última instancia, las apariencias de ser más de lo que se es. Un rico es más, pesa más, cuenta más y detenta mayor poder que muchos mexicanos porque tiene más que ellos, más riqueza material que ellos. Es por esta posesión económica por la que debemos tomar en serio al FRENAAA, compuesto precisamente de personas pudientes que pueden ser mucho más de lo que son. El inspirador y dirigente del FRENAAA, el accionista de Soriana Pedro Luis Martín Bringas, pertenece a una familia con una fortuna de 3,200 millones de dólares (aproximadamente 70,000 millones de pesos). Tener esto permite ser millones al ocupar su espacio callejero y mediático, al comprarlos y cooptarlos, al contratarlos como publicistas o como bots, al desdoblarse en ellos gracias a telenovelas, publicidades, noticias distorsionadas, opiniones tendenciosas y otros onerosos medios ideológicos de subjetivación y no sólo de persuasión y manipulación.

5. Cuando aseguran que son millones, los participantes en el FRENAAA están mintiendo, pero también están revelando su verdad, la de ser los millones en los que pueden multiplicarse gracias a su poder económico. Este poder económico de los de FRENAAA es el que les permite menospreciar los treinta millones de votantes de López Obrador. Es el mismo poder que anteriormente se multiplicaba por decenas de millones de votos directamente comprados con despensas, televisiones, tarjetas de Soriana o dinero en efectivo, pero también indirectamente adquiridos a través de la posesión de los medios y de la compra de los periodistas y de los gobernantes o sus funcionarios. Es el mismo poder con el que gobernaron Peña Nieto, Calderón y los anteriores, el mismo que le robó las últimas elecciones a López Obrador, el mismo que usurpó la soberanía de nuestro demos, impidiendo así que hubiera democracia en México durante varias décadas.

6. El poder económico del FRENAAA es el que pervirtió al régimen democrático mexicano hasta convertirlo, desde los tiempos de Miguel Alemán, en un gobierno plutocrático, de los ricos y para los ricos, del dinero y para el dinero, a costa de la inmensa mayoría de la población reducida a fuerza barata de trabajo. Tiene razón quien grita enfurecido que esta fuerza es la que mueve a México. Esta fuerza de los obreros, campesinos y demás trabajadores es la que siempre ha movido a México, pero es también la que siempre ha sido explotada y así transmutada en el poder económico de aquellos, ahora bien representados por el FRENAAA, que son los que siempre han decidido hacia dónde se mueve México.7. Es comprensible que los ricos empresarios del FRENAAA piensen que son quienes mueven al país. Hasta podríamos asentir y conceder que sí, que de algún modo son quienes mueven a México, pero que lo hacen con la fuerza de los trabajadores, con la riqueza producida por aquellos a quienes explotan. Es con esta riqueza expoliada, convertida en el poder económico de quienes la roban, con la que nuestros grandes empresarios han movido a México a su modo al corromper a los políticos (Walmart y Grupo Higa), retrasar la democratización del país (Monex y Soriana), intoxicar y enfermar los cuerpos de la mayor parte de la población (FEMSA y Bimbo que ahora naturalmente se alían contra el etiquetado en alimentos), degradar sus mentes y su inteligencia (Televisa o Televisión Azteca), devastar el territorio nacional (Grupo México) y propiciar la violencia del crimen organizado al nutrirlo y lavar su dinero (Televisa HSBC).8. Es con la misma riqueza robada con la que muchos de los participantes en el FRENAAA (ciertamente no todos) pudieron comprar los automóviles y los otros medios con los que se multiplican y se expanden. Hay que entender bien que lo que estos empresarios tienen, lo que les permite ser más que lo que son, es lo que han robado a quienes explotan con salarios de hambre y con algunas de las tasas de plusvalía más altas del mundo. El nivel de explotación en México es tal que basta para explicar esos éxitos del empresariado mexicano de los que tanto se ufanan los miembros del FRENAAA.

9. El FRENAAA es un frente de choque de los grandes empresarios de México, los cuales, como los de cualquier país en el que prima el privilegio, destacan por su mediocridad. Las inmensas fortunas de México no han sido producto generalmente ni de ideas geniales ni de grandes esfuerzos o sacrificios, sino de las familias en las que se nace, las herencias que se reciben, los contactos con los que se cuenta, el favoritismo que prima en el seno de la oligarquía, los sobornos que se reparten, los impuestos que se evaden, los sucios abogados infalibles que trabajan para uno, las relaciones deshonestas que se establecen con el régimen corrupto en turno, la falta de escrúpulos en la actividad empresarial y principalmente la explotación atroz de la fuerza de trabajo. Los trabajadores producen una riqueza enorme que la sociedad mexicana pierde cotidianamente porque los empresarios la despilfarran en sus onerosos viajes al extranjero, la dilapidan en sus demás lujos desmedidos, la usan para corromper a políticos, la administran mal y la transfieren a cuentas e inversiones en Estados Unidos, en Suiza, en la tierra de sus padres o abuelos españoles o en algún paraíso fiscal.

10. La oligarquía mexicana, quizás derrochadora entre amigos y familiares, es extremadamente mezquina con el resto de la sociedad, como lo muestra no sólo su ruin explotación de los trabajadores, sino también su impulso irresistible a evadir impuestos. Este impulso es quizás uno de los factores decisivos que han dado lugar al FRENAAA. El frente de los grandes evasores quiere a un presidente que los exonere de sus obligaciones fiscales, que les perdone sus impuestos, que les permita robarle así a la sociedad mexicana toda la riqueza que ella misma produce.11. Lo que está en juego es tan importante que el FRENAAA está recurriendo a “medios legales” para obligar a López Obrador a separarse de la presidencia y poner en su lugar a un incondicional, como lo eran Calderón y Peña Nieto, que les ayude a no ceder ni siquiera una parte de su botín. Existe un alto riesgo de que veamos operar muy pronto en México esa maquinaria jurídica golpista que ya se puso en operación en el desafuero de 2004-2005 y que luego las oligarquías latinoamericanas han utilizado exitosamente en Honduras, Paraguay y Brasil. El FRENAAA está pensando incluso en estrategias más radicales. Uno de sus líderes, Pedro Ferriz Hijar, ha consultado a sus seguidores si apoyarían un golpe de estado en México. Otro de los dirigentes más visibles de FRENAAA, el exdirector de FEMSA Gilberto Lozano González, ha sido aún más explícito al pedir a los altos mandos de las Fuerzas Armadas que se decidan entre los mexicanos y López Obrador, es decir, entre la oligarquía de la que él forma parte y el gobernante que ganó democráticamente las últimas elecciones. Escuchar a Lozano es como escuchar a quienes prepararon y orquestaron los golpes que ensangrentaron las tierras sudamericanas en el pasado. Los mismos sectores pudientes que apoyaron las dictaduras militares de ayer son los que ahora, en cada país latinoamericano, hacen todo lo posible para destruir los regímenes democráticos en los que se ha intentado que prime al fin un estado de derecho en América Latina. La democracia y el derecho son lógicamente incompatibles con la oligarquía fundada en el privilegio.12. El FRENAAA puede llegar al extremo de alucinar una orientación comunista en el actual régimen porque la democracia y el derecho fueron siempre vistos como “comunismo” por los sectores oligárquicos latinoamericanos. Lo que el FRENAAA llama “comunismo” es cumplir con obligaciones como las tributarias, carecer de privilegios, ejercer los mismos derechos que la gente de la calle, tener un voto que valga tanto como el de ellos, ser iguales que ellos y no ser más que ellos únicamente por tener más que ellos (por tener más dinero, por ocupar más espacio con un automóvil de lujo o por tener mayor presencia e influencia en los medios). La más tímida justicia democrática es comunismo para las oligarquías latinoamericanas.

13. Al considerar el anticomunismo del FRENAAA, debemos recordar a los escuadrones de la muerte que se hicieron llamar “anticomunistas” para justificar sus acciones de aniquilación contra los pueblos centroamericanos que luchaban por la democracia. Los sectores pudientes que pagaron a esos sicarios son los mismos que ahora constituyen el FRENAAA. Si estos sectores europeizados y blanqueados aplicaran al resto del mundo el mismo criterio que utilizan para Latinoamérica, entonces deberían descubrir el comunismo en la mayor parte de los países democráticos europeos y blancos por los que suspiran, pero lo que les interesa de esos países no son las instituciones democráticas, sino tan sólo el perfume y la moda.

14. Lo que más quisiéramos los comunistas es que el régimen de López Obrador fuera comunista, pero no somos tan políticamente iletrados como para imaginar que lo es o que puede llegar a serlo. En esto es claro que la gente del FRENAAA está en un craso error. Sin embargo, a través de su mismo error, vislumbra sin querer una profunda verdad, que es la afinidad esencial entre la democracia y el comunismo. Si los del FRENAAA pueden alucinar comunismo en la democracia, es quizás porque adivinan que el único sistema plenamente democrático es el totalmente igualitario por el que luchamos los comunistas, pero esto se encuentra demasiado lejos de lo que tenemos o podemos tener con López Obrador.

15. El anticomunismo del FRENAAA es un rasgo característico de la ideología de extrema derecha. Debemos entender bien que el FRENAAA es un grupo ultraderechista. Lo es no sólo por su estrategia golpista, su intolerancia estridente y su actitud antidemocrática, sino por las filiaciones políticas de sus miembros. Muchos de ellos provienen de la facción ultraconservadora del PAN y de grupos antiabortistas como ProVida. Uno de sus líderes es Juan Bosco Abascal, abiertamente racista y antisemita como sus hermanos y como su padre, el dirigente sinarquista Salvador Abascal Infante, quizás el más famoso filo-nazi mexicano y uno de los principales referentes de la extrema derecha en el país. Además de sus declaraciones homofóbicas y de adhesión a Trump, Juan Bosco Abascal ha revalorizado a Hernán Cortés como libertador de los indios y ha descrito la revolución mexicana como una conspiración masónica. Estas formas de conspiracionismo delirante y de revisionismo histórico son también características de la ultraderecha.

16. No debemos olvidar que el FRENAAA forma parte de la ensangrentada trinchera ultraderechista que siempre ha luchado por la desigualdad. Es la misma trinchera de los escuadrones de la muerte de América Latina, los paramilitares colombianos, las más violentas dictaduras sudamericanas, el nazismo y el fascismo, Hitler y Mussolini, Franco y el franquismo, el holocausto y otros genocidios. Para quienes piensen que México no es fecundo para estas atrocidades, hay que recordar a los halcones y grupos de porros anticomunistas, a los integrantes del MURO (con su evocación metafórica tan similar a la de FRENAAA), a quienes asesinaron a centenares de chinos (300 en Torreón, 200 en Chihuahua y 600 en Monterrey) o los dejaron morir de hambre en un campo de exterminio en la Isla María Magdalena (1700 muertes),  y a esos camisas doradas que se inspiraban de los camisas pardas nazis y que protestaban a caballo contra el supuesto comunismo de Lázaro Cárdenas (tal como sus nietos del FRENAAA protestan ahora en automóviles contra el supuesto comunismo de López Obrador). La historia se repite. Esperemos que lo haga como farsa y no como tragedia. Para evitar un desenlace trágico, tal vez ya vaya siendo tiempo de organizar acciones antifascistas en México.

17. El discurso de Juan Bosco Abascal es de odio y desprecio hacia la “mayoría” de los mexicanos, a quienes describe como “analfabestias” o “chusma con infracultura”, y hacia el actual régimen descrito como “el malo” y como la “oclocracia” o el “gobierno de la chusma”. Otros líderes de FRENAAA mantienen discursos aún más violentos y maniqueos en los que no se deja de ofrecer una imagen de la sociedad mexicana escindida entre bandos contrarios. Lo desconcertante es que el mismo FRENAAA insista en que es el actual régimen el que ha dividido a la sociedad mexicana.

18. Resulta evidente que la división tan sólo ha sido visibilizada por el actual régimen, pero que ya existía desde antes. La división de la que se trata no es entre quienes atacan y quienes defienden a López Obrador, sino entre los de arriba y los de debajo, entre los explotadores y los explotados, entre los oligarcas y “la plebe”, entre los ricos y la “chusma”, entre los identificados con los de arriba y los “chairos” que prefieren identificarse con los de abajo. Esta división de clases existe en cualquier sociedad y su encubrimiento sólo puede servir a quienes dominan a los otros. Lo mejor para los dominados es que puedan reconocer que sus peores enemigos no están en otros países, sino aquí en México, entre sus opresores de siempre. Desde luego que el régimen de López Obrador no acabará con la opresión, pero ya es una excelente señal que los opresores estén protestando contra el régimen.