Acuciado por la pérdida del favor popular expresada en la derrota en los comicios internos -Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO)-, el gobierno argentino trata de generar confianza en la población de cara a las elecciones legislativas del 11 de noviembre, con una serie de medidas que tratan de alejar el fantasma de la hiperinflación, en un país con un alarmante crecimiento del desempleo, el hambre y la pobreza.
Comenzó la cuenta regresiva para los anuncios con tono de campaña. A una semana de que quede prohibido realizar actos públicos vinculados a la gestión, el gobierno apura la última tanda de acuerdos, medidas económicas y obras que tienen la mirada puesta en dar vuelta el resultado electoral.
El presidente Alberto Fernández anunció un convenio con representantes de cámaras empresarias y de sindicatos del sector gastronómico «para la compatibilización de programas sociales con empleo genuino», dijo que inaugurará rutas, puertos y el Plan Quinquenal de viviendas, que tiene como objetivo construir medio millón de viviendas en un plazo de cinco años. El objetivo, influir en el imaginario colectivo de que el gobierno no está paralizado.
El flamante secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, anunció asimismo que los precios de 1.247 productos de consumo masivo se mantendrán estables hasta el 7 de enero, tras mantener un encuentro con representantes de una treintena de empresas productoras de alimentos, bebidas y artículos de limpieza y tocador.
Mientras, el ministro de Economía, Martín Guzmán, adelantó a los empresarios que “no vamos a hacer ningún salto devaluatorio” y ratificó la continuidad del cepo cambiario como una política clave del gobierno, tras rechazar, de manera elíptica, los pedidos para cambiar el régimen de indemnización a los trabajadores en caso de despidos
El economista Eduardo Lucita señala que “La situación está al borde de la hiperinflación, está atado con alambre el tema del dólar y si se le escapa el dólar vamos a la hiperinflación de nuevo y ahí sí habrá problemas. Yo pondría un control de precios estricto para los próximos 6 meses con un mecanismo de ir actualizando cada tres meses y con los salarios también”
Añadió que si el gobierno da dinero específico para mejorar la capacidad adquisitiva de los salarios, de los ingresos populares, jubilaciones y los planes sociales, enseguida choca con la realidad: los grandes monopolios, los formadores de precios tienen una capacidad de trasladar a los precios todo rápidamente. Es decir no hay control y si no hay control de precios, alienta a la inflación mes más mes menos.
Las protestas callejeras son de nuevo una presencia constante en las calles de Buenos Aires: los motivos van desde pedidos urgentes de alimentos o planes sociales hasta temas de alcance estructural como el cuestionamiento del pago de la deuda.
Organizaciones sociales de izquierda cortaron el jueves calles y accesos a la Ciudad de Buenos Aires, comolos puentes Pueyrredón, La Noria y Saavedra,en una jornada nacional de protesta y en reclamo de trabajo genuino y asistencia alimentaria. Serán los primeros cortes de rutas y avenidas de jurisdicción nacional desde que Aníbal Fernández se hizo cargo del Ministerio de Seguridad.
Diferenciándose de la política que mantuvo su antecesora, Sabina Frederic, Aníbal Fernández, que asumió tras la derrota sufrida por el oficialismo en las PASO, ha dado señales de que se inclinará a impedir los cortes.
Desocupados y pobreza sin fin
Según cifras oficiales, en el país hay 1,5 millón de desocupados sobre una población económica activa de 13 millones. A pesar de la anunciada recuperación económica, la generación de empleo viene a un ritmo muy lento. Si se incluye a las personas que no buscan trabajo pero sí lo hacían antes, el desempleo sube hasta el 12%. Es decir: 2,3 millones de desocupadas/os.
La pobreza afecta al 40,6 por ciento de la población argentina y creció cinco puntos porcentuales en los últimos dos años, y golpea al 54,9 por ciento de los menores de 17 años. El 8,2 por ciento de los hogares no llegan a cubrir los requerimientos alimenticios básicos y casi el 11 por ciento de los argentinos quedó en situación de indigencia.
Según el oficial Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), desde el segundo semestre del 2016 la pobreza subió del 30,3 por ciento al 40,6 por ciento de las personas: tres de cada diez personas que son actualmente pobres ingresaron en esa condición en los últimos cinco años. En términos relativos, la indigencia avanzó aun más que la pobreza. Tuvo un crecimiento del 42 por ciento en el período, ya que se ubicaba en el 6,1 por ciento de la población en 2016.
Los indicadores sociales muestran a partir de 2018 una profunda caída, de la mano de la estampida inflacionaria y la merma del empleo en el marco de una economía descontrolada por la crisis del sector externo. La pandemia impactó nuevamente en los indicadores de 2020 aunque en 2021 se percibe al menos un freno en el deterioro.
El derrotero de la pobreza e indigencia está muy relacionado a la evolución de los precios de los bienes básicos. Según el Indec, el rubro alimentos y bebidas subió 51,2 por ciento en 2018 y 56,8 por ciento a lo largo de 2019. En 2020, el avance fue del 42,1 por ciento y en lo que va del 2021 acumula un alza del 32,6 por ciento.
El Indec define la línea de indigencia según una canasta familiar de insumos básicos de 26.875 pesos (unos 260 dólares al cambio oficial) para un hogar promedio caracterizado como indigente, cuyos ingresos se ubican en 16.741 pesos. En el caso de la pobreza, la canasta básica es del orden de los 62.989 pesos, mientras que el ingreso total del hogar pobre está en 37.803 pesos.
En la franja de edad de cero a 17 años, la pobreza afectó al 54,9 por ciento de la población. En particular, entre los cero y los cinco años la pobreza afectó al 50,8 por ciento de la población; entre los 6 y 11 años, al 54,9 por ciento y entre los 12 y 17, al 57,8 por ciento. En el caso de la indigencia, se ubicó en el 13,2 por ciento en la franja de cero a cinco años; 18,1 por ciento entre las personas de 6 a 11 años y en el 18,2 por ciento entre los de 12 a 17 años.
Empleo
Si se contempla la inactividad, el desempleo está en el 12%. La situación del empleo sigue muy golpeada por el ajuste macrista y por los efectos de la pandemia. La recuperación economía todavía no impacta sobre la generción de puestos de trabajo.
El INDEC publicó las cifras de desempleo del segundo trimestre del 2021, que se ubicó en el 9,6%. En el primer trimestre había sido del 10,2% y en los mismos tres meses del año anterior, en plena pandemia, 13,1%. Así las cosas,
Entre la población desempleada, las peores regiones son Gran Buenos Aires y el interior de la Pampa Humeda (grandes ciudades de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba). En relación al género, la situación golpea peor a mujeres que varones y sobre todo a menores de 30 años. Entre las mujeres de esa edad la desocupación llega al 22% (en varones al 16%).
Por el lado de las/os empleadas/os, en el país hay 12 millones de personas ocupadas. El 72% del total (8,7 millones) son asalariados/as, de los cuales, el 68% está registrado. Casi tres millones cobran un salario pero en la informalidad. El 28% restante trabaja por cuenta propia, sean porque son emprendedores (13%) o cuentapropistas (87%). Se trata de 3,3 millones.
Asistencia social como empleo
El gobierno ha puesto a consideración un proyecto que apunta a transformar los planes, programas y acción de la asistencia social en empleo reconocido, el Programa Integral Más y Mejor Trabajo Argentino. Se promete que el programa regirá bajo los principios de universalidad, transparencia, libre acceso y federalismo, no implicará una disminución de los beneficios percibidos.
El analista político Guillermo Cieza señala que la propuesta original de arrancar recursos al Estado para promover proyectos políticos disruptivos, empieza a desdibujarse cuando las organizaciones priorizan la lógica de obtener mayores recursos estatales.“Las organizaciones tratan de mantener una relación amigable con los distintos oficialismos, presentándose como garantes de la paz social y transitando un camino parecido al de la conformación de la burocracia sindical”, señaló.
En los casos menos visibles, las organizaciones mantienen discursivamente la independencia del Estado, pero es el Estado quien les impone sus ritmos de crecimientos y las prioridades en su construcción social, añadió.
Hoy, el Registro Nacional de Trabajadores de la Economía Popular (Renatep) ha llegado a los dos millones 800 mil inscriptos. Fue creado para conocer qué características tiene el trabajo informal: quiénes integran el sector, cómo generan sus ingresos, en qué actividades.
El último informe resalta que la feminización en la economía popular es bien nítida: el 57,4% son mujeres (en el mercado laboral formal privado el porcentaje es del 33%). Como consecuencia, en la Argentina la pobreza está feminizada, es decir que hay más mujeres pobres que varones pobres.
La población de la economía popular es marcadamente joven, con un promedio de 33 años, la franja etaria que más dificultades tiene para encontrar empleo busca generarse ingresos a través de la economía popular. Sólo el 25 por ciento de lxs trabajadorxs de la economía popular tienen planes sociales. Apenas el 22 % de lxs trabajadorxs de la economía popular perciben la Asignación Universal por Hijo, y la Tarjeta Alimentar.
De Ripley: Más dólares que en EEUU
Los residentes argentinos tienen unos200.000 millones en dólares billete, lo que implica que el país es poseedor del 10% del valor de los billetes de la moneda estadounidense que circula en todo el mundo. En Argentina hay más dólares per cápita que en el propio país emisor, Estados Unidos, según el economista Nicolás Gadano, en base a cifras que suministró el presidente del Banco Central Miguel Ángel Pesce.
Ese cálculo surge al considerar información de la balanza de pagos que publica de forma trimestral el Indec y datos oficiales del gobierno de Estados Unidos, que en una actualización de 2020 estimó que existen unos dos billones (millones de millones) de dólares en circulación. Esto quiere decir queuno de cada diez dólares que existen en el mundo están en manos de argentinos
Claudio della Croce. Economista y docente argentino, investigador asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).
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