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La danza en combate

Fuentes: Rebelión

Lali Espósito compuso y grabó “Fanático”, una canción con destino de himno, portadora de una implícita y a la vez clara réplica a los desmadres del actual presidente. Millones de argentinas y argentinos la hicieron suya, la tararean. Tiene destino de multitudes.

Las universitarias y universitarios están dando un combate por la financiación de la universidad y los salarios como hace mucho no se veía. Paros docentes con muy elevado nivel de cumplimiento en facultades con poco historial lingüístico, por ejemplo. El gobierno sigue en apariencia imperturbable con su ataque a la educación pública. La lucha de estudiantes y profesores empieza a volverse la de la mayor parte del país.

El reclamo tiñe la fiesta de los premios Martín Fierro y hasta un discurso de Mirtha Legrand en agradecimiento por un doctorado “honoris causa”. A algunos periodistas se les quiebra la voz de emoción cuando relatan las incidencias del movimiento. Profesores y estudiantes que daban clases públicas en Plaza de Mayo le aguan el festejo cumpleañero al primer mandatario, gritándole en la cara que la universidad es de los trabajadores.

Esto es día a día, la creatividad crece, el conflicto empieza a invadir variados aspectos de la vida cotidiana. Miércoles 23 de octubre, en horas del mediodía, estudiantes de la Universidad Nacional de las Artes se han juntado en la estación de Once y encarnaron la mágica conjunción de esa canción que tanto suena con la lucha que cada vez convoca más y con mayor fuerza. Y que ya se había escuchado en la marcha del 2 de octubre. Esta vez se la vuelca en una coreografía que remató en el cántico ya canónico para estos casos: Universidad de los trabajadores…

Aspirantes a artistas se tomaron del arte para hacer vivir a millones (redes sociales de por medio) un momento cautivante. Apenas unos pocos instantes en que resuena un encuentro trascendente, una lucha que gana el espacio público. Y se planta frente a la prepotencia del veto, a la pretensión de impunidad para el insulto, al proyecto de presupuesto que también es insultante y a los Decretos de Necesidad y Urgencia presentes y por venir.

No pudieron callar a Lali. Intentan en vano callarlo a Norman Briski. Menos aún podrán silenciar a millones de argentinas y argentinos que vibran a favor de la educación, de las jubiladas y jubilados, de la salud pública. Nuestra sociedad se estremece, se indigna, y también baila.

NA NANA NA NAAAAAAA

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