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El INTA resiste el plan de desguace del Gobierno

Fuentes: Agencia Tierraviva

El vocero presidencial Manuel Adorni confirmó el plan que el flamante titular del INTA, Nicolás Bronzovich, tiene para el organismo técnico: venta de edificios y tierras, despidos y un modelo para el agro concentrado. El Consejo Directivo, tras un día de negociaciones y tensiones, aprobó una parte del plan, pero frenó 220 despidos anunciados. Resistencia de los gremios, pocas voces disidentes y una virtual intervención para continuar el ajuste.

El Gobierno anunció un «plan de modernización» del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) que incluye la venta de inmuebles en todo el país —podrían ser hasta 70.000 hectáreas—, la continuidad de la desarticulación de políticas para la agricultura familiar y despidos de cientos de trabajadores. Este viernes, el Consejo Directivo del organismo votó la venta de un edificio en la Ciudad de Buenos Aires y tierras del organismo en Cerrillos (Salta). El vocero presidencial, Manuel Adorni, había anunciado el miércoles 227 despidos de trabajadores concursados en 2023, pero se resolvió que en los próximos 75 días se evaluará una «adecuación del personal».

La gestión nacional habla de modernización, pero los sindicatos ATE-INTA y la Asociación del Personal del INTA (Apinta) afirmaron que se trata de un «desguace» y las organizaciones campesinas, indígenas y cooperativas denunciaron el avance de un modelo pensado solo para el agronegocio. «Esto ocurre con un gobierno nacional que ideológicamente está casi en contra de todo lo que tenga que ver con el Estado y sobre todo con un Estado al servicio de los territorios y de los sectores rurales de menor capitalización», contextualizó Sebastián Fajardo, delegado de ATE-INTA.

El consenso al que se llegó este viernes se produjo tras una reunión de doce horas, convocada para el jueves. En ella, quienes integran el Consejo Directivo del INTA habían acordado la venta de sendos inmuebles, pero no aprobaron el plan de despidos. Ante la negativa del Gobierno —que dejó la negociación en manos del secretario de Coordinación de Producción del Ministerio de Economía, Juan Pazo— de ceder en ese punto, los representantes del Consejo Directivo vaciaron la reunión.

En la medianoche se volvió a convocar a una reunión para la mañana de este viernes. Finalmente, se acordó la venta del edificio ubicado en la calle Cerviño 3100, en Barrio Norte, —valuado en más de seis millones de dólares y que subastará la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE)— y la cesión de las 40 hectáreas salteñas en Cerrillos. Pero se negoció la «adecuación» para los 227 trabajadores con sentencia de despido por parte de Adorni. La palabra «adecuación», advierten entre los trabajadores, podría ser tan solo un eufemismo para la continuidad del plan de retiros voluntarios abierto hace meses y para sumar jubilaciones adelantadas, entre otras estrategias.

Desmantelamiento del INTA
Foto: INTA informa

El «plan de modernización» confirmado por Adorni el miércoles fue presentado por el flamante presidente del INTA, Nicolás Bronzovich, productor agropecuario del sudeste bonaerense que venía cumpliendo las funciones de director Nacional de Agricultura. Fue designado por Javier Milei, a través del Decreto 988/24, tras la salida de Juan Cruz Molina Harfford. Bronzovich es además miembro de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) y de la Sociedad Rural de Balcarce.

Además de la presidencia y la vicepresidencia, a cargo de María Beatriz Giraudo, el Consejo Directivo del INTA está formado por dos representantes de universidades nacionales, y uno por cada uno de las entidades de la Mesa de Enlace: Aacrea, Coninagro, CRA, Federación Agraria Argentina (FAA) y la Sociedad Rural. El representante de la Facultad de Veterinaria de la UBA y el representante de la FAA e integrante de la Mesa Agroalimentaria Argentina, Pablo Pailolle, fueron los únicos que se opusieron al acuerdo de este viernes.

Otro punto de la negociación con Pazo fue el rechazo al nombramiento de nuevos directivos, a cambio de la formación de un Consejo Asesor, que acompaña la estrategia del proceso de «adecuación». Son cuatro los nombres que integrarán este consejo y, según trascendió, provienen de Aapresid, al igual que Bronzovich. La excepción es Inés Liendo, la abogada y militante del PRO que ya cumplió con la tarea de intervenir y desguazar el Instituto Nacional de Agricultura Familiar (Inafci).

En su intervención del miércoles, Adorni justificó los objetivos del plan contra el INTA atacando nuevamente a la agricultura familiar. «Los objetivos fueron, lamentablemente, desvirtuados por la gestión anterior», apuntó y sostuvo: “Desde el año 2007, el INTA se enfocó en temas que nada tenían que ver con la productividad agrícola, como las cuestiones de género; los falsos mapuches y la agricultura familiar”.

Un modelo para un campo cada vez más concentrado

El INTA, y en particular el sector de la agricultura familiar, sufrió durante este año los efectos de la política nacional. Contó solo con el financiamiento prorrogado del 2023. Además, el Ministerio de Capital Humano decidió cortar el financiamiento para el programa ProHuerta, que llevaban a campo técnicos del instituto. Y meses después, despidió a los trabajadores que sostenían el programa Cambio Rural. También se bajó la orden de no hablar de temáticas como “agroecología” o  “cambio climático”.

Pero la gestión de Bronzovich va más allá. El «plan de modernización» habla de un «capital humano jerarquizado» con «menor dotación, alto nivel profesional y mejores salarios», así como «mejor influencia de privados en decisiones» y el incremento del aporte privado en la producción, regalías, convenios y servicios. Entre esos planes se comenzó a decir que las nuevas autoridades preveían la venta de 27.000 hectáreas de campos, donde funcionan unas 20 estaciones experimentales.

El vocero Adorni aumentó la cantidad de hectáreas aptas para remate: «De las 116.000 hectáreas que tiene el INTA, entre todos sus predios y propiedades, solo 45.000 de ellas se usan para experimentación con fines comerciales y productivos».

Desde la Mesa Agroalimentaria Argentina se expresaron con un rápido repudio, tras la conferencia de Adorni. “En un mundo donde los alimentos no llegan a todos, la crisis climática impacta cada vez con más fuerza, el desarraigo y el despoblamiento debilitan los territorios y crece la injusticia social, nos proponen un INTA donde las toneladas sean más importantes que las personas, que se aleje de los territorios profundos, que favorezca la concentración, refuerce los pasivos ambientales y se aleje de la soberanía alimentaria”, cuestionaron.

Y denunciaron: «La conducción del INTA, ejercida formalmente por Aapresid, ensaya un desguace y un debilitamiento del instituto jamás visto desde su creación». Por este motivo, exigieron la inmediata renuncia de la conducción del INTA, «dado que el desarme de la estructura del Instituto que están impulsando, oculta un manifiesto conflicto de intereses a favor de Aapresid».

El repudio de las y los trabajadores

Sebastián Fajardo es delegado de ATE-INTA. Trabaja en la Estación Experimental AMBA, en la Agencia de Extensión del INTA La Plata. En diálogo con Tierra Viva, contextualizó las medidas que se están tomando en el marco del desguace de programas como Cambio Rural y ProHuerta. Señaló además que, en lo que va del año, la planta de personal del organismo disminuyó un 11 por ciento. En las últimas semanas hubo un proceso de retiros voluntarios y de intimación a personas en edad jubilatoria para que se jubilen.

“Tiene que ver con la llegada de un nuevo presidente (cargo político designado por el gobierno de turno), que hizo una propuesta de gestión que dice que hay que continuar con el ajuste y los despidos”, advirtió. También señaló que estas decisiones se toman en el seno del Consejo Directivo, en el marco de una lógica de intervención “que se lleva puesto todo el mecanismo histórico de funcionamiento del INTA”.

En relación a lo dicho por el vocero del Gobierno, Fajardo aseguró: «Yo trabajo con la agricultura familiar, pero no es el corazón del INTA. Es una institución que trabaja muchísimo para la producción que genera divisas, para la producción de exportación, para el agronegocio. El INTA nunca ha dejado de trabajar en eso. Lo que nombra Adorni es algo que se ha empezado a trabajar en los últimos años, pero no es lo hegemónico».

No obstante, matizó: “El pueblo argentino no puede ver que la producción de alimentos esté solamente destinada a la exportación: hay un mercado interno que se necesita abastecer, hay que llenar de alimentos la mesa de los argentinos y eso lo hacen en gran parte la agricultura familiar y las economías regionales”, valoró. Mencionó que la desarticulación de estas políticas en el INTA afectan el arraigo rural y a la población campesina que “ya está dejando de producir”.

Para Fajardo, tanto la designación de Bronzovich como la de la vicepresidenta Giraudo —ambos de Aapresid— genera que una prestadora de servicios para la siembra directa tenga más fuerza que las organizaciones que representan a los productores. Puso de relieve que la movilización de las y los trabajadores fue “determinante” para que la decisión tomada este viernes sea “mucho menor” que lo propuesto inicialmente desde la presidencia del INTA.

Esta semana, ATE-INTA y Apinta emitieron comunicados sobre los despidos y la venta de inmuebles del organismo. «Con Bronzovich a la cabeza, se consolida la intervención del Poder Ejecutivo que apunta a un desguace del INTA con despidos masivos, fusiones, eliminación de sectores y remate masivo de bienes. Esta es una intervención sin precedentes por parte del gobierno de Milei», manifestaron desde ATE-INTA.

Mario Romero, titular de Apinta, propuso continuar en «unidad». Tras el cuarto intermedio del jueves, convocó: «Tenemos que seguir el camino de la unidad, trabajar en conjunto, defender a nuestros compañeros y compañeras y el INTA».

Fuente: https://agenciatierraviva.com.ar/el-inta-resiste-el-plan-de-desguace-del-gobierno/