Precedidos por once comunicados en los que el tema fue “La Tormenta y el Día Después” el EZLN convocó al Encuentro de Resistencia y Rebeldía en octubre del año pasado. Sin embargo, debido a las agresiones y amenazas en contra de sus bases de apoyo, dicho encuentro estuvo a punto de cancelarse y algunas fechas previstas se redujeron por el clima de inseguridad que priva en el estado, donde el gobernador saliente ha sido premiado con el cargo de cónsul en Miami EE.UU.
El día de los inocentes, poco después del mediodía, el encuentro fue inaugurado sorpresivamente por el ahora Capitán Marcos que no aparecía en el programa sino hasta la última participación de la noche. Fiel a sí mismo inició con un chiste, o como está de moda en la clase política hegemónica, una encuesta. Valiéndose de la metáfora de las redes sociales para ejemplificar la era actual, llegó al punto que le interesaba destacar: el genocidio en Palestina.
En la mesa, aunque sus nombres aparecían hubo dos ausencias: la de Jorge Alonso y John Holloway. El Capitán leyó la participación de Jorge Alonso y la de Holloway fue leída por Inés Durán. Después conforme al programa transcurrieron las ponencias.
Carlos Aguirre Rojas el único académico que no leyó su ponencia dio la nota al reprochar de manera irónica: “es un poco simpático ver que gentes que se decían de izquierda y prozapatistas, aplaudían rabiosamente a esos gobiernos progresistas. Alguno de ellos está en esta mesa… ellos se enojaban cuando uno criticaba esos gobiernos diciendo: esos son gobiernos procapitalistas”. Hubo algunos sobresaltos y cejas levantadas, los que comenzaban a dormitar por el cansancio del viaje despertaron en ese momento.
El que definitivamente se llevó la primera sesión fue el vocero del colectivo payasos en rebeldía. Iván Prado o como lo bautizaron en las comunidades zapatistas de la zona norte, los ch’oles: lokonuk. El payaso gallego, quién naturalmente comenzó hablando de la risa, definiéndola como un arma de construcción masiva y que muchas veces es el mejor antídoto contra el miedo. Relató lo aprendido en los dos territorios que han marcado su biografía, Chiapas y Palestina. Testificó que la risa es un derecho, aunque no esté recogida en la Declaración Universal. Paradójicamente sus recuerdos de nomadismo cirquero lograron conmover hasta arrancar más de una lágrima a los asistentes del auditorio del Cideci-Universidad de la Tierra. Con su nariz y zapatos de payaso sobre la mesa reflexionó: “cómo es posible que los pueblos más risueños y alegres que me he encontrado en mi caminar por el mundo sean siempre los que mañana no saben si van a estar vivos” (todas las intervenciones del encuentro están disponibles en el sitio: https://enlacezapatista.ezln.org.mx/2024/12/27/transmision-en-vivo-de-las-mesas-de-la-primera-sesion-de-los-encuentros-de-resistencia-y-rebeldia/ ).
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