Emir Sader, ex secretario de Clacso, aguerrido “intelectual orgánico” del gobierno de Brasil[i] y acaso el representante más clásico del progresismo berreta que chocó la calesita del ciclo de gobiernos que supo haber al comienzo de este siglo y del cual solo quedan en pie Venezuela, Cuba y Nicaragua dedica casi todo su tiempo a descalificar a la izquierda revolucionaria del continente; solo así se puede leer su triste análisis sobre las elecciones de Bolivia que Pagina 12 titula “Triste derrota de la izquierda en Bolivia”
Emir Sader mira las elecciones cuenta votos pero oculta muchas otras cosas.
Dice que la izquierda sacó pocos votos y que el MAS IP tendrá la menor representación parlamentaria de su historia. Pero no te cuenta que el líder histórico de la revolución del buen vivir sufrió un golpe de Estado en 2019, que salvó su vida gracias a la solidaridad del gobierno de México (López Obrador) y la decidida actuación del presidente electo de Argentina Alberto Fernández (“Alberto me salvó la vida, Evo Morales, al llegar a México), que la dictadura de Añez obligó al exilio de los dos integrantes del Poder Ejecutivo (también García Linera) en Argentina, que hubo masacres y presos políticos y que fue Evo quien dirigió exitosamente la estrategia de resistencia que terminó arrancando elecciones a la dictadura aunque no pudieran superar la proscripción propia.
Sader no te cuenta que fue Evo quien propuso, legitimó, respaldó y garantizó la victoria electoral de noviembre del 2020 de un funcionario eficaz pero prácticamente desconocido llamado Lucho Arce que logró el acuerdo de todos los sectores sociales que componen el MAS (que no es un partido tradicional sino un instrumento político electoral del movimiento social) justamente porque todos consideraban que no tenía ninguna posibilidad de gobernar sin el pueblo dada su extrema debilidad.
Un día después de que Arce asumiera, Evo, acompañado del ya presidente Alberto Fernández y un enorme conjunto de militantes que sufrieron el exilio cruza a pie la frontera para encontrarse con una multitud de partidarios en Villazón (aquí tienen la crónica de la BBC de Londres que no es ni de izquierda ni triste como Emir https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-54879897) y emprender una gira celebratoria del fin de la dictadura y la recuperación del gobierno para el MAS pero rápidamente el rumbo de Arce lo sorprendió.
Evo había ganado las elecciones de 2019, él y sus cuadros más cercanos (Juan Ramón Quintana por ejemplo pasó el año de la dictadura refugiado en la embajada de México para no ser asesinado) habían conducido la resistencia fueron rigurosamente excluidos del nuevo gobierno que se sintió más continuista de Añez que de Evo, pero eso no te lo cuenta Sader para poder armar su cuentito de hadas de una izquierda debilitada por el personalismo de Evo y sus ínfulas revolucionarias.
En julio del 2020, el multimillonario nacido en Sudafrica Elon Musk sorprendió al mundo al afirmar que el golpe de estado había sido por el litio y que “le daremos un golpe de estado a quien se nos cante, báncatela” escribió en Twitter pues ahora se sabe que a poco de asumir Arce sus hijos comenzaron toda clase de acuerdos coloniales justamente sobre el Litio, pero eso no te lo cuenta Sader (¿acaso porque en Brasil siguen mandando los mismos que con Bolsonaro?)
Para fines del 2023 la situación se ha desmadrado. Arce que nunca cumplió las disposiciones constitucionales de constituir reservas suficientes en los años de bonanza energética no consigue recuperar la economía y cede día a día frente a un Imperio que no tuvo piedad con Evo ni con él.
Casi nada de lo que destruyó Añez en un año se había recuperado y agotado el recurso energético (Allende decía que el cobre era el sueldo de Chile en 1973, Evo podría haber dicho que el gas y el litio lo eran de Bolivia); sin combustible la pobreza se ensaña con el pueblo y Arce no hace nada bueno.
En setiembre de 2024 el movimiento cocalero, campesino y popular organiza una gran marcha “para salvar la Patria” con un pliego reivindicativo muy concreto que va a ser brutalmente reprimido por Arce dando comienzo a un ciclo de luchas y actos represivos que incluyó un intento de magnicidio jamás investigado y encerró a 320 militantes populares, cien de ellos acusados de violar la ley antiterrorista, en condiciones brutales e inhumanas tal como denunció la misión internacional de la Coordinadora Americana por los Derechos de los Pueblos que llegó a Bolivia en febrero para recorrer los sitios de detención en La Paz, entrevistar a familiares de presos políticos allí y en Cochabamba y llegar al Trópico de Cochabamba donde Evo vive con su pueblo, defendido por su pueblo.
Le juro que preguntamos si Ud. había andado por allí, Sader, y nos dijeron que no lo conocían pero no se preocupe:: son campesinos cocaleros, gente de la izquierda triste, no son alegres como Ud. y tampoco viven como Ud. en Río de Janeiro, Chimore, nada que ver.
La división del movimiento popular no es entre los partidarios de Evo y la izquierda renovada y alegre que Ud. imagina sino entre los que defienden a los presos políticos y los que los encierran.
No es tan difícil no? De un lado el carcelero, del otro el compañero y hasta Ud. alguna vez estuvo del lado de los derrotados. Pero hace mucho tiempo.
Una última aclaración. No soy Evista ni considero que sea infalible. Igual que Correa al elegir a Lenin Moreno se equivocó feo y sobre todo se equivocó en el modo de elegirlo. Supongo, no conozco mucho, que debe haber cometido parva de errores, pero no cometió el error de negar a los presos políticos ni a los torturados ni a los asesinados y eso me gusta.
A mi gustaba el Fidel que no abandona a los Cinco presos cubanos en EEUU y recupera al niño Elian, a mi me gustó que Maduro no abandone a Saab y nosotros no le soltamos la mano a nadie. No somos como Ud. que es tan culto pero no conoce el deber elemental de los revolucionarios de no abandonar a los compañeros en manos del enemigo.
A lo mejor es eso, Ud. mira a Bolivia y cuenta votos, y yo cuento compañeros presos políticos; a lo mejor por eso ud. no ve a los presos y a mi me parece que la historia no se agota en una urna.
La vida dirá quién tiene razón.
Nota:
[i] Sader es uno de esos “intelectuales a sueldo” que tanto despreciaba Guevara
José Schulman es Secretario Ejecutivo de la Coordinadora Americana por los Derechos de los Pueblos
Blog del autor: https://cronicasdelnuevosiglo.com
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