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A un mes del gobierno de Rodrigo Paz

Promesas y demagogia

Fuentes: Red de Economía Política

Ha transcurrido un mes de gobierno de Rodrigo Paz Pereira y la careta democrática se le cayó al mostrar el verdadero rostro violento y neoliberal que en campaña gesticuló como candidato defensor de la democracia.

Ratificamos que el programa electoral de su postulación, fue la más débil, inconsistente y vacía. Según muchos, armada con Inteligencia Artificial, por lo que es imposible su implementación, como queda demostrado por la crisis económica que se mantiene sin ninguna respuesta, de donde, lo que queda en la población, son diversas promesas de última hora y acomodadas al público en su estilo altamente demagógico.

Señalemos lo más destacado del mes:

  1. El juramento de Rodrigo Paz con su “Dios, Patria y familia” con toda una escenografía religiosa en flagrancia a la Constitución laica de Bolivia, viene a ser la primera afrenta a la legalidad que hora tras hora reclaman defender en su actual gestión. El juramento fascista de Mussolini y de los actuales grupos de extrema derecha, ni siquiera recoge la impronta liberal del Estado que busca la libre elección de la fe y creencia. Fue la primera impostura y agravio a la Constitución y la explicitación de la línea política, de la ideología conservadora, de derecha, neoliberal y proimperialista que en esencia se postula y se implementará. Por supuesto, muy distinta de la que se propagandizó en la campaña electoral. El proyecto de Rodrigo Paz es la restauración neoliberal, es de regreso al poder de las clases dominantes que dieron el golpe del año 2019 y que fueron desplazados parcialmente durante 20 años. Es el gobierno de los ricos, del agronegocio, de los potentados en Bolivia.
  2. El discurso central de posesión estuvo lleno de demagogia y mentiras, cuando los interpelados no tienen posibilidades de defensa. Lo cierto es que el discurso de enfrentamiento, opuesto al discurso conciliador de la campaña electoral, amerita todo un análisis psico-social del personaje que desde el año 2000 se dedicó exclusivamente a la política: fue Diputado, luego Concejal, luego Alcalde de Tarija y luego Senador, todos ellos de forma ininterrumpida (durante 25 años); aunque proclamaba sin rubor la “renovación” (!).
  3. El gabinete de ministros posicionados por Rodrigo Paz ratificó su identidad de clase. Sin ser gobierno (entre bambalinas) Doria Medina concentra un poder de magnitud que le hacen cogobernante junto a preclaros representantes y dirigentes del agronegocio de Santa Cruz. Al posicionamiento ideológico neoliberal en la línea de EE.UU. claramente definido en la posesión y juramento, se agrega la alianza y sometimiento a la oligarquía cruceña, a la oligarquía financiera y al capital en contra los intereses nacional-populares. Las logias más conservadoras y racistas, blancas y aristocráticas están hoy conformando el gobierno que tuvo un amplio apoyo de sectores populares que antes de votar por la extrema de Tuto Quiroga, tuvieron que hacerlo por Paz Pereira. No existe entonces duda de la identidad ideológica, política y de clase del actual gobierno, por si alguien dudaba. La mentada meritocracia se resume en un ministro de obras públicas que no tiene absoluta idea del rubro, posiblemente de restaurants; en el ministro de planificación del desarrollo y medio ambiente, un empresario exportador del agronegocio; en el ministerio de Desarrollo Productivo, Rural y Agua a uno de los responsables de la desforestación y quema de nuestros bosques; en cultura, a una administradora de hoteles!!!!!… a esto le llaman “meritocracia”. El gabinete actual es de una fragilidad estructural extrema que en corto tiempo veremos los abandonos. 
  4. Las promesas electorales se están comprobando que solo fueron eso: promesas. Rodrigo Paz prometió normalizar la provisión de diesel y gasolina el mismo día que asuma el gobierno; que acabaría con las interminables filas, pues un mes después, la amenaza de los transportistas elevo el tono de sus amenazas, se produjeron nuevamente las largas colas y se está volviendo a la situación pasada. Papel en mano, Paz prometía que el decreto del perdonazo tributario ya estaba redactado y lo promulgaría al día siguiente de su posesión; nada de eso ha ocurrido. Se prometió cerrar el Min. de Justicia y sin embargo posicionó a un ministro y luego a otro para luego retroceder y por la presión mediática pasarlo a otra dependencia ministerial. Prometió estabilizar el tipo de cambio el mismo día de su posesión. Dar un salario universal a todas las mujeres de Bolivia. Con Lara, bono dignidad de 850bs. desde el primer día de gobierno y subirlo progresivamente a 2.000bs. Subsidio para madres lactantes de 2.400bs. Mejorar el bono Juancito Pinto. Entregar laptops a cada estudiante del país. Un nuevo bono de 200bs para útiles escolares. Un nuevo bono de antigüedad para los maestros. Créditos al 3% anual para emprendedores y comerciantes. Vivienda para los que no tienen. Reducir embajadores. Reducir impuestos y aranceles todo por debajo del 10%. Anular los sueldos para los expresidentes. Usar 300 millones de dólares aprobados por el Parlamento para la compra de carburantes ya que no recurrirán al FMI…
  5. Un rasgo especial del gobierno de Paz, son las acusaciones temerarias, podrían llamarse exageradas, estridentes sin sustento o en su caso mentirosas. Afirmó sin empacho, que los que dejaron el gobierno “se robaron más de 15.000 millones de dólares”, exabrupto sin ninguna investigación, auditoria, pues se dijo “robo” y no alguna situación de malversación o mala gestión. También afirmó que desaparecieron los aportes de los jubilados y que “no había la plata” o “no hay los aportes, se los gastaron”, esto sobre el estado de cuentas de la Gestora, cuando debería saber que parte sustancial está en la banca privada en DPFs y otra parte en fondo de bonos con rendimiento del 4.44% superior al 2.7% de las AFPs. Como estas, son varias las escandalosas declaraciones de un político que está en las arenas más de 25 años, como eso de que “el gobierno anterior gastó absolutamente todo antes de dejar el poder”; “nos dejaron sin nada en las arcas”; “Hemos encontrado una cloaca…esto no es una metáfora, es la realidad del Estado que heredamos”; o “no hay los aportes, se los gastaron”); continua repitiendo desde la campaña que se “malgastó USD 60.000 millones del gas y se endeudo al país con más de USD 40.000 millones, cuando sabe cómo autoridad que fue de la inversión pública y redistribución de dichos recursos con todas las regiones del país. Los exabruptos no terminan.
    Mención especial, es la demagogia del presidente, en razón de que este tipo de personaje aparece después de más de 35 años en el país, justo con el estilo de Jaime Paz Zamora, copia o no, es uno de sus gestos más recurrentes; se trata de palabras vacías, ideas huecas que pueden significar cualquier cosa. “Capitalismo para todos”, “el Estado está muerto”, “autopsia al Estado”, “nadie está por encima de la patria”, “transformamos el Estado para que sirva a la patria, no la patria al Estado”, “Bolivia vuelve al mundo, el mundo a Bolivia”, “eliminar el Estado tranca”, “Bolivia, Bolivia, Bolivia, Bolivia”, “la patria, la patria, la patria”, “lo verde trae lo verde”, etc.
    Toda esta parafernalia cansina está acompañada por todos los medios privados de la comunicación, que replican los “mensajes” incoloros del presidente y así aseguran su pauta, por un lado y por otro, el pueblo en general no termine descubriendo la estafa que ha sufrido y termine visibilizando y haciendo memoria de este ejemplar que es lo mismo que el neoliberalismo se encaramó en el poder en 1985, después de un tropezón de la opción nacional popular timorata que no avanzó en las transformaciones hasta la raíz.
  6. De las medidas concretas de carácter económico tomadas hasta la fecha, deben mencionarse la decisión de retirar 4 impuestos: el impuesto a las grandes fortunas (IGF), a las transferencias financieras (ITF), al juego (IJ) y a las promociones empresariales (IPE). Todos en beneficio del agronegocio, las oligarquías, especuladores financieros y empresarios. Para el pueblo, retirar la subvención a la harina y por consiguiente la elevación del precio del pan. Otras medidas aún están en el campo de las promesas, como los 550 millones de dólares de la CAF (que estaban programadas mucho antes del actual gobierno, en nuestra condición de miembros de ese organismo financiero. ¿Qué otra cosa puede anotarse en la gestión del gobierno actual?, que el famoso y repetido 50/50 de la campaña electoral, recién se aplicará en el 2027, además de modificar el presupuesto 2026 recién en marzo del 26. En resumen, beneficios para el agropoder, la oligarquía financiera y nada vital que calme la incertidumbre.
    Una medida que no escapa al análisis es el control inflacionario del dólar por hoy. Este gobierno como el de Arce, se resiste al “Control del Comercio Exterior”, vale decir, al control de divisas, con el cual se podría obligar a los exportadores (agro, mineros, industria y otros) a ingresar las divisas que son producto de la mano de obra boliviana y resultado de la subvención que reciben esos empresarios; así se podría frenar en seco la ausencia de dólares y contar con un colchón que amortigüe la crisis. ¿Entonces de dónde salieron los dólares que están en el mercado?, son producto del acuerdo de Rodrigo Paz con la Banca privada y sus aliados exportadores para aceitear el mercado paralelo.

RED DE ECONOMÍA POLÍTICA

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