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Acapulco-México: diciembre frío

Fuentes: Rebelión

Para nadie es desconocido que el 24 y 31 de diciembre son fechas significativas y que se esperan en todo el mundo, porque son días de reflexión y unidad familiar. En el caso específico de Acapulco y otros municipios de Guerrero, México, no será así. Por lo menos 30 personas que siguen en calidad de “desaparecidas” según medios locales, no pasarán la navidad y año nuevo a menos que un milagro ocurra.

Precisamente el 24 de diciembre la aparición del Huracán OTIS categoría 5 -previsible por su desastre- cumple dos meses exactos. Si bien es cierto las vidas son siempre la prioridad en esta ocasión lamentablemente lo dice la propia población guerrerense no lo fueron, porque la gente fue sorprendida por un huracán del cual oficialmente se empezó a advertir del mismo unas horas antes de ser mortal.

En muchas páginas oficiales de Guerrero existen por esas fechas, anuncios de que en caso de huracanes la gente debe “buscar su refugio más cercano”, pero dicha difusión oficial no decía físicamente en dónde están, ni que capacidad tienen, si son funcionales o qué debe tener uno en forma en caso de desastres.

Apenas el 17 de noviembre los medios dieron a conocer que apareció un cuerpo flotando en las playas de Acapulco y también uno más el 9 de diciembre presentes, sin que nadie sepa sin son los desaparecidos de OTIS u por otra causa, por lo que la desinformación priva entre la población que sigue y sigue buscando a sus familiares, tratando de encontrarlos vivos y en el peor de los casos solo para darles cristiana sepultura.

El gobierno mexicano ha instrumentado una seria de medidas económicas y en especia como dinero por una sola vez y enseres domésticos (cama, colchón, refrigerador, estufa, ventilador entre otros) para los que comprueben efectivamente son damnificados por OTIS por medio de un censo que realiza. Se activó un programa de pago por limpieza de áreas sucias y llenas de basura, así como levantamiento de escombros, que a la fecha no existe sitio oficial gubernamental que diga el avance primero, de las acciones inmediatas de salvamento y luego de reconstrucción, donde se habla de reconstrucción de 250 casas.

Ha sido lamentable que instituciones públicas entreguen apoyo llevando su sello como para decirles “yo estoy presente” a diferencia de los apoyos como despensas que llegan por vía Cruz Roja y por ciudadanos que son anónimos. Debe excepcionare la entrega de apoyos etiquetados por empresas particulares, artistas, influencers, porque no son gobierno. En un principio hubo reticencia oficial porque los particulares entregaran apoyos y eran parados por policías para entregar sus apoyos hasta el punto de reten, pero fue imposible parar la movilidad y solidaridad ciudadana, que hasta un amparo federal les concedieron para dejarlos transitar libremente.

No es entendible por qué Acapulco no tiene un Plan integral de Riesgos o de estrategia social en caso de Huracanes como los Tiene Florida, si siempre es una zona donde tempestades y huracanes impactan, bueno más bien a nivel nacional no se conoce de este Plan Integral de Protección Civil, que por lo menos permita que la población sepa que hacer y a donde ir en caso de una situación como ésta.

Todos vimos en videos que los cristales volaban y eran destrozados por OTIS, sin que hubiera ventanas protegidas con láminas o protecciones de madera entre otras, que son las que se colocan cuando en otras partes del mundo aparece una tempestad y no esperan que sea un huracán.

Debe saber el mundo que, entre muchas autoridades estatales y federales, así como partidos políticos dedicaron gran parte del tiempo oficial para culparse los unos a los otros, que es un síntoma vergonzoso de lo que está siendo hoy la política en México, echarse los unos a los otros la culpa de algo en busca de votos, lo que debe ser analizado por todos en el mundo para que nadie cometa este garrafal y deleznable error muy bien calculado, por quienes no tienen necesidad de buscar un plato de sopa caliente todos los días, dado que la política en México no es política del todo sino negocios jugosos. Una disculpa al mundo de los ciudadanos por ello, pero es precisamente de la unidad nacional y local en Guerrero que los damnificados saldrán adelante, aunque no pronto porque la reconstrucción de Acapulco se proyecta por os expertos tendrá un costo de 15 mil millones de dólares, algo así como 270 millones de pesos. Ello sin considerar el daño ambiental que la zona padece y por supuesto la lamentable pérdida de vidas humanas. Todos estamos llamados a solidarizarnos en la medida de lo posible con los damnificados, pero sobre de todo debemos aprender de esos errores oficiales que cuestan vidas y patrimonios. Existen expertos y paradigmas de atención de este tipo de fenómenos que pueden instrumentarse para construir realmente una cultura de protección civil y administración de riegos. Por lo pronto la notica de OTIS ya no es noticia y los acapulqueños se sienten solos y desamparados, por lo que urge repensar en México que tipo de país queremos en el mediano y largo plazo.

Rafael Marín Marín es Secretario General del Frente Nacional Jurídico en Defensa de la Constitución y el Estado de Derecho.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.