La ministra de gobierno, Alicia Muñoz, acusó hoy al gobernador del norteño departamento (provincia) de Pando, Leopoldo Fernández, de crear grupos irregulares con el fin de desestabilizar al gobierno de Evo Morales. De acuerdo con la alta funcionaria, se trata de unos 104 jóvenes que han recibido armas para supuestamente garantizar en ese territorio la […]
La ministra de gobierno, Alicia Muñoz, acusó hoy al gobernador del norteño departamento (provincia) de Pando, Leopoldo Fernández, de crear grupos irregulares con el fin de desestabilizar al gobierno de Evo Morales.
De acuerdo con la alta funcionaria, se trata de unos 104 jóvenes que han recibido armas para supuestamente garantizar en ese territorio la seguridad ciudadana. Muñoz explicó que esas agrupaciones no responden al mando de las fuerzas armadas ni a la policía nacional. También señaló que la acción subversiva cuenta con el apoyo del Director de Seguridad Ciudadana, Alberto Murakami, a quien catalogó como su ideólogo. Asimismo subrayó que los jóvenes perciben dinero proveniente del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH).
La ministra mostró pruebas contra Murakami por incitar la violencia, entre ellas fotografías y diversas publicaciones, como la del semanario Pulso, donde hacen referencia a los problemas regionales en Pando. Según Muñoz, el gobernador de Pando contrató a personas descalificadas y con antecedentes delictivos, una actitud criticada no sólo por el ejecutivo y toda la población, pues recuerda los grupos paramilitares que armó la dictadura en gobiernos anteriores.
Las personas involucradas en esos actos violentos serán acusadas por sedición, atribuirse los derechos del pueblo, instigación pública a delinquir y organización criminal, entre otros delitos, precisó. La investigación también incluye a otras autoridades del territorio, agregó. Los grupos irregulares creados en Pando, explicó, viola la Constitución Política del Estado y los reglamentos de las instituciones castrenses.
De su parte, Fernández, militante del grupo opositor Poder Democrático Social (Podemos), desacreditó la denuncia y afirmó que los grupos vigilantes tienen como única arma un silbato y un bastón para dar seguridad a la población frente a la delincuencia. Según el gobernador, la existencia de esas agrupaciones es necesaria pues la región se ha convertido en el principal puente del narcotráfico entre Brasil y Perú, lo cual ha provocado un crecimiento del índice de criminalidad. Sobre otros grupos «de choque» que aparecieron en la ciudad de El Alto y en la localidad de Cotoca, del oriental departamento Santa Cruz, Muñoz dijo que ya se habían disuelto y no tenían una acción sistemática.
El presidente Morales denunció hace dos semanas que el prefecto de Pando y los de Beni, Santa Cruz, Tarija, La Paz y Cochabamba, todos opositores, estaban conspirando en su contra.