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Encuentro sobre racismo estructural y racismo político en Cochabamba

Al racismo no se lo combate con lamentos

Fuentes: Alai-amlatina

El evento convocado por el Parlamento Indígena de las Américas y la Fundación Solón y que contó con la solidaridad de la Prefectura del departamento de Cochabamba, el CEDIB, el grupo Willca y el Proyecto mARTadero, se llevó a cabo en el complejo Samay Wasi de Cochabamba, los días viernes 7 y sábado 8 de […]

El evento convocado por el Parlamento Indígena de las Américas y la Fundación Solón y que contó con la solidaridad de la Prefectura del departamento de Cochabamba, el CEDIB, el grupo Willca y el Proyecto mARTadero, se llevó a cabo en el complejo Samay Wasi de Cochabamba, los días viernes 7 y sábado 8 de noviembre, reunió un amplia participación de organizaciones sociales, intelectuales y activistas y luego de analizar el racismo desde la política, la lucha de clases, el colonialismo, la vida cotidiana, es decir desde lo estructural y lo político, terminó el día sábado 8 con una serie de propuestas de políticas públicas y de campañas, expresando un compromiso de solidaridad con todas las víctimas recientes del racismo, en particular con las víctimas de la masacre de Pando. El evento fue clausurado con la presencia del Prefecto del departamento de Cochabamba, Rafael Puente.

Las organizaciones sociales asistentes al primer «Encuentro sobre Racismo Estructural y Racismo Político: análisis y alternativas», concluyeron que el racismo no se lo combate con lamentos, sino que hay que superarlo en todas sus formas de expresión, a partir de una educación integral, de procesos de descolonización, de generar condiciones reales de igualdad y acceso a los derechos y la justicia social y económica. El evento se propuso abordar el tema más allá de las lamentaciones e indignación que provocaron las acciones racistas en nuestro país y creo un clima para un análisis del racismo estructural y los patrones que conducen y alimentan el racismo.

El Encuentro fue inaugurado por Elizabeth Peredo de la Fundación Solón quien explicó que una de las motivaciones fundamentales era analizar una realidad que no está superada en el país, que no se reduce al exabrupto racista de los unionistas y que si bien las agresiones racistas extremas podrían disminuir, al ser parte de la estructura social y de la cultura cotidiana amenaza romper y deteriorar el tejido social, es como un «monstruo dormido» que en cualquier momento puede volver a surgir con todas sus implicancias sociales y políticas, manifestó agregando que esta realidad en las relaciones sociales impide que construyamos una sociedad igualitaria, solidaria y respetuosa de las diferencias.

Isabel Ortega, senadora de la República y presidenta del Parlamento Indígena de las Américas, compartió con el auditorio sus propias experiencias sobre la discriminación racial, habiendo enfrentado como dirigente sindical primero y como representante nacional, luego, la discriminación por su origen, su vestimenta, su idioma. Aseguró que hasta hace algunos años el racismo se expresaba de forma casi clandestina y encubierta, a la forma abierta y frontal con la que ahora se expresa.

Ortega llamó a realizar acciones urgentes para superar el racismo que nos separa como seres humanos y no permite un trato digno; finalmente participó de la inauguración del evento, Domingo Cuentas, autoridad de la CONAMAQ quien recordó que en la memoria larga de los pueblos originarios de nuestro territorio el racismo no existía y fue impuesto por la colonización y que por ello los pueblos indígenas se han organizado para recordar al mundo y al país de que existe un Abya Yala que se propone restituir las relaciones de armonía con la naturaleza y con el mundo y entre las personas aunque reflexionó que en sólo dos años (de gestión Gobierno) no se puede cambiar la mentalidad ni el comportamiento colonial de algunas personas, que todavía promueven el racismo y la discriminación, por lo que deberemos ser pacientes, porque el proceso de cambio iniciado es largo.

La primera mesa o panel reunió a diferentes expositores que abordaron el racismo desde la construcción de los mitos que fomentan el racismo en Bolivia, Martín Torrico, presentó una investigación analizando cómo el Mito de Ayo Ayo en Sucre formó parte del sustrato ideológico y mítico que condicionó a los estudiantes a posiciones agresivas, racistas originadas en lo que ellos llaman la Masacre de Ayo Ayo cuando el ejército de Zárate Willka resistía el poder colonial.

Elizabeth Peredo presentó una investigación basada en actitudes hacia los derechos laborales de las trabajadoras asalariadas del hogar identificando algunos vectores del racismo estructural que se presenta de manera cotidiana y naturalizada en la sociedad boliviana: la expropiación del trabajo indígena, la expropiación de los saberes y la cultura indígenas, el castigo y la sanción, la impunidad, la funcionalidad del racismo al poder económico y el poder territorial de las élites.

Vania Sandoval, del Observatorio de Medios de la Fundación UNIR compartió con los asistentes una investigación sobre cómo los medios tienden a polarizar y enfrentar a la población en momentos de crisis fortaleciendo los estigmas y polarizaciones de los conflictos y ataques racistas. En tanto, Pamela Calla, de la Universidad Cordillera y del Observatorio del Racismo expuso un análisis de las mujeres en la constituyente y como en ese espacio se desarrolló todo un discurso y una práctica de discriminación racial donde lo indígena y lo femenino se constituyó en el blanco de las agresiones raciales.

Finalmente, Vladimir Arancibia del Viceministerio de Tierras compartió la experiencia dificultosa de saneamiento de tierras donde la vinculación del racismo con el poder económico y la propiedad latifundista hacen evidente que es una de las razones estructurales del racismo en el país.

Los participantes en la ronda de intervenciones matizaron y contribuyeron enormemente al análisis buscando explicar a través de razones estructurales como la propiedad de la tierra, los derechos laborales, el sistema de representación social y política, las exclusiones en la toma de decisiones, y fundamentalmente el sistema educativo son la base del racismo que se vive en nuestro país.

Una segunda mesa se planteó informar sobre los procesos nacionales e internacionales que buscan superar el racismo y se habló de la importancia de la redistribución a partir de la presentación de Fernando García, de la Prefectura de Cochabamba quien a partir de un análisis sociológico enfatizó que lo importante es superar las brechas de las inequidades e injusticia social.

Ives Van Damme, representando a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Bolivia formó parte de este panel brindando información muy valiosa sobre la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas Discriminación Racial y del proceso de revisión de Durban pues el Programa de Acción que recién se firmó en 2001 se va a someter a evaluación en marzo del año próximo en Ginebra. Van Damme enfatizó que según esta convención de la cual Bolivia es parte, la mayor responsabilidad es el de desarrollar políticas y mecanismos institucionalizados para erradicar el racismo es el Estado.

En un tercer Panel de Testimonios se escucharon los relatos de Marfa Inofuentes, del Movimiento Afroboliviano; Faustino Yucra de la Federación de Campesinos de Chusquisaca y de Joaquín Quejano de la Federación de Campesinos de Pando y sobreviviente de la masacre del río Tahuamanu, quienes cada uno a su turno dieron a conocer hechos conmovedores que revelan la forma en cómo el poder económico y político del país generan y reavivan el racismo desarrollando acciones criminales y genocidas para eliminar a quienes consideran una amenaza.

El testimonio de Faustino desatacó que sin embargo algo muy importante es fortalecer la autoestima porque eso es lo que puede permitir superar el trauma de la agresión fascista y racista y puede ayudar a enfrentar nuevas situaciones de discriminación y violencia. El dirigente Quejano conmovió con su testimonio afirmando que hasta ahora la justicia no se efectiviza, y que aún hoy varias decenas de pobladores de Pando y líderes de Riberalta pertenecientes de las organizaciones sociales indígenas y campesinas, no tienen la posibilidad de volver a sus territorios en un clima de paz y seguridad.

En la noche la jornada cerró con un Panel sobre Cultura y Arte como medios para superar el racismo y la discriminación. Participaron representantes del Martadero, del Grupo Willka y la Fundación Solón. Las tres propuestas enfatizaron la importancia de trabajar en la expresión cultural y en brindar a la gente espacios de expresión que contribuyan a la diversidad y al respeto por la diferencia. En la oportunidad, la Fundación Solón presentó los bocetos de mural y los vídeos arte que fueron premiados y seleccionados en el Concurso «Paredes que hablan contra el racismo y por la diversidad cultural» y «Para recuperar nuestro Ajayu: imágenes que transforman». La Fundación informó que los trabajos premiados serán reproducidos en paredes de todos los departamentos del país y que ahora están trabajando en buscar los recursos con el Viceministerio de las Culturas. Asimismo, los vídeos seleccionados formarán parte de una muestra que será presentada en la Cinemateca y también llevados a eventos internacionales.

La segunda jornada del día sábado se inició con un Panel que incluyó los informes del Movimiento Afro Boliviano, representado por Marfa Inofuentes, por la Campaña de la Red Antirracismo presentado por Víctor Vacaflores, del Capìtulo Boliviano de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, por Juan Carlos Velasco, de la Comunidad de derechos Humanos de Cochabamba y por Edwin Armatas, del Programa Nina

Luego de los informes, la jornada estuvo dedicada a un trabajo de grupos para proponer medidas sobre políticas públicas, leyes, medidas especiales y campañas. Las propuestas enfatizaron en un llamado para que se desarrollen políticas públicas en contra del racismo, planes concretos para fortalecer el proceso de descolonización, medidas orientadas a generar igualdad en el sistema educativo y que éste esté orientado a no sólo la formación intelectual sino productiva, manual y que supere el individualismo y la competencia como valores orientándose a generar valores de bien común y colectivos.

Luego de dos días de intenso debate, análisis y reflexión sobre esta preocupante realidad que vivimos los bolivianos en los últimos meses, los hombres y mujeres que se dieron cita en Cochabamba para aportar en la construcción de una sociedad más justa e inclusiva en el marco del respeto a los derechos de las personas, condenaron una vez más las manifestaciones racistas expresadas en distintas regiones del país, y al mismo tiempo plantearon iniciativas, que van desde la implementación de políticas públicas, la realización de campañas informativas y educativas, hasta lo que debería abarcar una Ley antirracismo, en el marco de una prioridad nacional.

La Campaña Nacional contra el Racismo de la Red Antirracista contribuyó informando sobre las conclusiones del Encuentro Nacional de la Red Antirracista realizada la primera semana de noviembre, coincidiendo que se trabajará por apoyar una legislación antirracista, se activará para que la justicia sancione las prácticas racistas, en particular el caso de Pando, se apoyarán iniciativas de solidaridad concretas con las víctimas del racismo.

En el caso de la propuesta normativa contra el racismo, el grupo de trabajo planteó la creación de una ley exclusiva que contenga todas las formas en las que se expresa el racismo, la misma que necesariamente tendría que ser socializada y revisada antes de su presentación y luego hacer un seguimiento de la misma. Transversalizar las normativas y sus reglamentos con las organizaciones e instituciones, haciendo un uso adecuado del lenguaje en todos los ámbitos en los que se trate este tema.

Las políticas públicas, hizo énfasis en la educación y la comunicación. Para ello, se planteó el diseño de una nueva currícula académica que refleje la realidad de los pueblos, la misma que debe estar orientada a desarrollar destrezas productivas, como la transformación de materias primas y de consumo, en los que se cultive el respeto a los derechos humanos y se rechace el racismo. Esta iniciativa debe estar apoyada por una campaña comunicacional que haga énfasis en la difusión permanente de los derechos universales que protegen el derecho de las personas.

En ese marco, la mesa de trabajo sobre prioridades nacionales, planteó la necesidad de brindar un apoyo económico y médico profesional a todas las víctimas de las agresiones racistas. Además, se debe promover la realización de campañas de sensibilización contra la estigmatización y «etiquetación» de algunas características y rasgos culturales que impulsan la comisión de actos racistas y, por el contrario, promover políticas públicas para fortalecer la identidad nacional.

Los asistentes al encuentro decidieron, por unanimidad, respaldar en todos los ámbitos, a las víctimas de la violencia racial en Pando y se comprometieron hacer un seguimiento a los procesos que se siguen a los responsables estos hechos en los tribunales de justicia.

En el cierre del evento, destacó la presencia del prefecto de Cochabamba, Rafael Puente, quien ponderó el trabajo realizado en este foro al analizar un tema crucial para los bolivianos (el racismo), en la medida en que el avance de las mayorías nacionales, de los pueblos indígenas y de todos aquellos que eternamente fueron mirados con desprecio es incontenible y a partir de los últimos acontecimientos se empieza a percibir que se está acabando con el estado colonial.

El prefecto Rafael Puente, mencionó que en Cochabamba se ha vivido en los últimos meses una especie de satisfacción que llega hasta las clases medias, semialtas y de sectores blancoides, porque se haya neutralizado ese brote brutal del racismo vivido en 2007.

Mostró su optimismo, porque el trabajo realizando en este Encuentro va a caer en tierra fértil porque existe un deseo grande de la población por superar o al menos neutralizar ese brote brutal del racismo vivido en 2007. «Desde mi experiencia en la Prefectura he percibido que se acabó de momento la convulsión social y la discriminación racial, porque una mayoría no quiere volver a esos enfrentamientos por demás deprimentes».

Se refirió al empeño del presidente de la República, en denominar a este proceso como una revolución democrática y cultural, porque ambas palabras tienen un alto contenido antirracista, en tanto que la revolución cultural tiene además otros contenidos, como el intercambio, el diálogo, la equidad entre culturas. Por lo tanto, aseguró que no se puede pensar en una democracia sino supera esos sentimientos y expresiones racistas.

Sin embargo, un aspecto preocupante que ocurrió en Cochabamba, es que con mucha frecuencia esos hábitos seculares de ideología racista que permea nuestra sociedad, adquierieron contenidos regionales y regionalistas. Y hemos tenido de ambos lados de la población a identificar y calificar erróneamente a las regiones en términos étnicos y culturales. Se identificaba a la gente opositora, no sólo como fascista y racista, sino que se la relacionaba con Santa Cruz.

Según el prefecto cochabambino, el 4 de mayo ha sido clave para el pueblo cochabambino, no sólo porque concentró a más de 300 mil personas, sino que uno de los rasgos sorprendentemente positivos de esa concentración fue que por primera vez se superó esa tendencia grosera de identificar regiones con tendencias ideológicas y políticas. El discurso permanente de la concentración hizo hincapié en la unidad del país la solidaridad con los hermanos de Santa Cruz que están sufriendo una dictadura cívico prefectural que todos rechazamos, lo que se expresó en el referéndum del pasado mes de agosto.

A partir de estas expresiones de unidad y solidaridad, el pueblo cochabambino empieza a cambiar de mentalidad y desde ese momento no se han presentado ninguna expresión agresiva de parte de la derecha en Cochabamba. El pueblo había sumido el control de la situación, lo cual no significa que haya desaparecido el racismo, solamente que sus promotores se los ha puesto en su lugar, y esa minoría tiene clara conciencia de que tiene que andar con cuidado.

http://www.funsolon.org/