La Ley de Educación fue impuesta al país por el capital financiero internacional y reapareció refrita por el PRIAN y toda la derecha con la complicidad de prácticamente toda la mayoría parlamentaria de Morena. AMLO se vio así obligado a aparecer como oposición frente a la alianza de facto entre la oposición ultraconservadora y su […]
La Ley de Educación fue impuesta al país por el capital financiero internacional y reapareció refrita por el PRIAN y toda la derecha con la complicidad de prácticamente toda la mayoría parlamentaria de Morena. AMLO se vio así obligado a aparecer como oposición frente a la alianza de facto entre la oposición ultraconservadora y su propio partido, que no es tal sino una heterogénea máquina electoral y su memorando, aunque de modo muy desprolijo, crea ahora las condiciones para que esa ley salga por la puerta de atrás.
Con esta medida AMLO tiende un puente a los maestros, cuya heroica y persistente lucha hizo imposible mantener un texto legal nocivo para la educación y el nivel de cultura en nuestro país. Ese puente es un importante punto positivo para el gobierno pues, al ceder a la presión de la CNTE, AMLO salva in extremis a MORENA de un clamoroso autogol político-social. A este avance se agregan unos cuantos más, como la liberación de diversos presos políticos y sociales, el aumento de salarios en el Norte del país, algunos nombramientos acertados de altos funcionarios o la lucha por la recuperación de PEMEX y contra el robo en los oleoductos y el desvío de camiones-tanque de la empresa.
Pero estas medidas apenas reparan una parte del daño causado por la ofensiva capitalista en el terreno de las leyes laborales, de los salarios o de la defensa de los bienes estatales y, además, la afirmación del presidente de que ahora sí cumpliría con su promesa electoral al país y a los maestros tuvo que ser impuesta por la lucha de éstos.
Por otra parte, los problemas graves subsisten, reaparece con apoyo oficial Elba Esther Gordillo, como provocación abierta a la CNTE, cientos de presos sociales siguen injustamente encarcelados y no hay un solo preso por el asesinato de periodistas, algunos de los cuales -como los de nuestros compañeros Miroslava Breach y Javier Valdés- llevan ya más de dos años de impunidad.
Los salarios mexicanos también siguen siendo una fuente de ganancias extraordinarias y, junto con las pésimas condiciones de trabajo y la subsistencia del charrismo, se mantiene la superexplotación del trabajo. Los mexicanos más pobres no pueden darse el lujo de leer, aprender, cultivarse y la pobreza mantiene el atraso tecnológico del país, anula o despilfarra capacidades e inteligencias y reduce la posibilidad de mejorar el consumo, la vivienda, la sanidad y la productividad.
Es trágico y vergonzoso, por último, que el gobierno acepte el desastre en las universidades y altos centros de estudio, la pérdida de investigaciones y trimestres y la fuga de cerebros con tal de mantener un miserable tope de aumento salarial en vez de darles a las autoridades universitarias heredadas del PRIAN la orden de resolver las largas huelgas en curso y los recursos extraordinarios para que puedan conceder aumentos decentes.
La senda abierta cediendo a los maestros es la correcta pero es por eso muy estrecha y debe ser ampliada mediante un aumento general de salarios y una inmediata solución a las huelgas universitarias tal como exigen los sindicatos de trabajadores de las mismas.
Por otra parte, el gobierno avanza poco y arrastrando los pies en el terreno social pero en lo económico tiene los pies alados, como Mercurio. En efecto, no pierde un minuto para intentar llevar a cabo su Tren Maya, tan favorable al gran capital financiero y a Estados Unidos que el mismo Donald Trump ofrece invertir en él, a pesar de que ese proyecto es criticado y resistido por los indígenas, los ecologistas, las comunidades locales y todos los que desean preservar el ambiente y los recursos humanos y evitar nuevos desastres ecosociales como el de Cancún.
Trump también felicitó al gobierno por su lucha contra la migración masiva que incluye esencialmente la creación de un cinturón turístico-empresarial en el Istmo de Tehuantepec para absorber y contener a los trabajadores emigrantes centroamericanos y planes para facilitar y abaratar el comercio de y hacia Estados Unidos.
La resistencia de las poblaciones y comunidades mayas, totonacas, zoques, mixes, zapotecas y de tantas otras etnias y de los ecologistas e intelectuales no mella las decisiones del entorno capitalista y neoliberal de AMLO, quien ha declarado que el Tren Maya se hará y, por su parte, el gobierno oaxaqueño está negociando con el de Singapur la realización de los proyectos transístmicos antes mismo de realizar ninguna consulta real con las poblaciones afectadas.
Pero si el rotundo No de la CNTE con el apoyo popular a los maestros obligó AMLO a cumplir algo de sus promesas, el fuerte No de los indígenas pobladores y ecologistas puede obligarlo también a realizar consultas reales y serias y a suspender sus planes impopulares y nocivos. AMLO está a tiempo para rectificar si osa romper su dependencia del gran capital.
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