Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en reciente evento en apoyo a Alejandro Encinas, uno de los candidatos a dirigir al Partido de la Revolución Democrática (PRD), señaló que los moderados en ese partido son «conservadores más despiertos», aludiendo a lo expresado por Melchor Ocampo quien hizo una definición de los moderados de su época que […]
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en reciente evento en apoyo a Alejandro Encinas, uno de los candidatos a dirigir al Partido de la Revolución Democrática (PRD), señaló que los moderados en ese partido son «conservadores más despiertos», aludiendo a lo expresado por Melchor Ocampo quien hizo una definición de los moderados de su época que parece hecha para este día, este año en el ámbito de nuestro país. Decía: «¿Qué son los moderados? Parece ser el eslabón que uniese a los puros con los conservadores y este es el lugar ideológico; pero en la práctica, parece que no son más que conservadores más despiertos, porque para ellos nunca es tiempo de hacer reformas, considerándolas siempre inoportunas e inmaduras o si por rara fortuna las intentan, sólo es a medias y de un modo imperfecto.» Esta definición se aplicaría perfectamente a una parte pequeña de militantes y dirigentes del PRD, en la que está incluido AMLO, porque la otra parte, la mayoritaria no es ni siquiera «conservadora despierta» sino conservadora a secas. Si el PRD hubiera existido en el siglo XIX hubiera sido parte de la corriente conservadora, con unos cuantos liberales moderados, es decir, de «conservadores más despiertos» y lógicamente los liberales puros -como se les llamaba entonces-, los radicales, porque radical significa tomar las cosas desde su raíz, no estarían en las filas del PRD.
Cuando se promulgó la Constitución de 1857 la corriente liberal había ganado la conciencia del pueblo y el partido conservador había sido derrotado, la revolución de Ayutla había triunfado y el dictador Antonio López de Santa Anna había huido del país. Sin embargo, mientras que el partido conservador era un grupo compacto el partido liberal estaba dividido en dos facciones en donde la mayoritaria era la de los moderados y la de los puros o radicales era más pequeña. De ahí que si bien en la Constitución de 1857 los principios de la organización del Estado, de acuerdo con la idea de la República democrática, popular y representativa, quedaron definitivamente establecidos, en cuanto a los privilegios y los fueros de la Iglesia, la mayoría liberal moderada que redactó la Constitución, los dejó intactos.
Sin embargo, los jerarcas de la iglesia y los conservadores que había perdido la batalla en terreno de las ideas y de las armas, desconocieron la Constitución y se rebelaron contra ella y las Leyes de Reforma, acudiendo al extranjero para que viniese en su apoyo.
La intervención armada de Napoleón III en México para hacer posible la instauración del imperio de Maximiliano y para reforzar a la facción conservadora, produjo la disolución del grupo de los liberales moderados que habían hecho la Constitución de 1857. Unos pasaron al bando de los conservadores, otros al de los liberales puros y otros se fueron a su casa. Así sucede siempre en las grandes crisis de la vida de un país, porque como afirmaba Vicente Lombardo Toledano «los moderados no poseen nunca la verdad frente a la disyuntiva de la supervivencia de una nación o de la pérdida de su soberanía, o bien de su avance o de su retroceso histórico.»
¿Cuál sería el punto de referencia más preciso para ubicar a las diversas fuerzas políticas en este momento, para saber de qué corriente son herederos? La referencia no puede ser otra que el bando en que se ubiquen frente al problema fundamental de nuestra nación: la independencia económica y cómo lograrla, porque sin ella no hay ninguna posibilidad de asegurar el acceso a los bienes de la civilización y la cultura para nuestro pueblo, como tampoco para instaurar un auténtico régimen democrático. Quien crea lo contrario es ingenuo o está mal de su cabeza.
Los partidarios de la dependencia, del tutelaje extranjero, los proimperialistas, los neoliberales, cada vez son menos, y tienen como principales instrumentos al PAN, al PRI y al PRD, en ese orden, pero cuentan con un poder económico inmenso y el respaldo del imperio. Los partidarios de la independencia y la liberación nacional crecen día a día, sin embargo, al igual que sucedía en el siglo XIX, no es un grupo compacto, sino que existen diferentes facciones, que van desde posiciones moderadas, tibias, light, como el oponerse simplemente a las privatizaciones de las empresas estatales como PEMEX y la industria eléctrica, hasta aquellos que señalan que no solamente hay que impedir las privatizaciones, sino recuperar todas la ramas económicas que los neoliberales han entregado a la oligarquía nacional y extranjera, para ponerlas al servicio del pueblo y la nación y revertir todas las reformas neoliberales, echar abajo el TLCAN, cancelar la deuda externa, etc. y por esta vía profundizar los cambios en la estructura económica hasta transformar el régimen de la propiedad privada. Estas fuerzas radicales o revolucionarias, diríamos hoy, no están en ninguno de los partidos políticos electoreros.
Los moderados de hoy son los neoliberales light, hablan sobre todo de cambios políticos, es decir, en la superestructura de la sociedad, sin afectar la estructura económica, para «quitarle las aristas más filosas al neoliberalismo». Entre estos se ubica la corriente que dentro del PRD cada vez es más pequeña encabezada por AMLO, por eso en su lenguaje no utiliza términos como independencia nacional o lucha antiimperialista. AMLO desde el punto de vista teórico y práctico no es un radical, es un luchador social moderado. Sus planteamientos se quedan en la superficie, sin embargo, una buena parte de los radicales o revolucionarios opina que se pudiera marchar junto con él durante un tramo de la lucha y no más.
¿Por qué sigue a AMLO una parte importante del pueblo? Porque el nivel de conciencia de nuestro pueblo y de la clase trabajadora es muy bajo, por eso aun la lucha de clases frente al imperialismo y frente a sus opresores internos es débil e incipiente. Las masas populares quieren cambios pero a la vez les temen, porque todavía está bajo la influencia ideológica de la burguesía, entonces las condiciones en este momento son las adecuadas para que los moderados o neoliberales light, tengan mayor influencia que los radicales, no obstante, estos últimos van ganando terreno rápidamente. Y si AMLO radicalizara sus planteamientos -eliminando los que sostuvo como candidato presidencial- sin duda que en el 2012 puede ganar la presidencia de la república si lo postula el PRD lo cual es cada vez más remoto, o cualquier otro partido.
Porque, pese a lo moderado de López Obrador parece que es un hombre de convicciones firmes, y lo más seguro es que termine deslindándose del PRD o este de él, porque cada vez se va haciendo más evidente que los conservadores del PRD consideran a López Obrador como un peligro que está poniendo en riesgo los privilegios y prebendas que han conseguido, mediante oportunismo y traiciones. AMLO y algunos moderados, sin duda, terminarán abandonando al PRD para pasarse a las filas de los radicales aunque sea temporalmente. Y los conservadores del PRD, junto con los del PRI y del PAN se irán al basurero de la historia.