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AMLO, Marcos, todos deben apoyar la justa lucha de la APPO

Fuentes: Rebelión

1. La entrada de las fuerzas armadas y militares el pasado 29 a la ciudad de Oaxaca para desalojar y reprimir a los integrantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca y de la sección 22 del magisterio -que durante cinco meses y siete días la ocuparon exigiendo la renuncia del gobernador represor […]

1. La entrada de las fuerzas armadas y militares el pasado 29 a la ciudad de Oaxaca para desalojar y reprimir a los integrantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca y de la sección 22 del magisterio -que durante cinco meses y siete días la ocuparon exigiendo la renuncia del gobernador represor Ulises Ruiz- fue ordenada por el presidente Fox para allanar la toma de posesión de Felipe Calderón (FECAL), no para beneficiar al pueblo oaxaqueño. Con esa medida se reselló la alianza FECAL-PRI.

2. La policía enviada con tanquetas y demás implementos de antimotín -un verdadero ejército de ocupación- busca encarcelar a los dirigentes de la APPO y del magisterio para luego instalar mediante acuerdos a un gobierno que garantice los intereses de FECAL. Lo que debe ser muy claro para los miembros de la APPO es que el ejército de ocupación no actúa por propia iniciativa ni se tienta el corazón cuando se le ha ordenado reprimir al pueblo. Se le ha preparado para «defender patrióticamente» al gobierno.

3. «La terquedad» de Ulises Ruiz -exgobernador entre unos días- para no renunciar sólo ha sido una estrategia que ha sabido jugar hábilmente el PRI para obtener más tajada política dentro del futuro gobierno calderonista. Parece que los acuerdos PRI-PAN se están cerrando y en ellos el estado de Oaxaca, sobre todo los indígenas, campesinos, empleados, nada han tenido que ver ni han sido tomados en cuenta. Se busca mantener allí la fuerza de ocupación en tanto se localiza al sucesor. Ruiz recibirá otro premio.

4. En varios estados de la República y en algunos países del mundo se han realizado plantones, mítines y marchas para condenar la ocupación militar de la ciudad de Oaxaca ordenada por el gobierno de Fox, pero lo que más se requiere son acciones más fuertes y contundentes que obliguen al gobierno Fox-Calderón a retirar a la policía y el ejército, a frenar la persecución contra los dirigentes de la APPO, a imponer la renuncia de Ulises Ruiz a la gubernatura y a frenar la campaña de calumnias de los medios informativos.

5. En México, así como en el mundo, los medios de información están en poder de poderosos monopolios que controlan a sus respectivos gobiernos. Televisa y TV Azteca hacen negocios por miles de millones de pesos y manipulan a su antojo a la población con toda la protección y los apoyos del gobierno. En los cuatro últimos años no sólo lograron que el gobierno Fox-panista no les cobre impuestos sino que consiguieron la instalación de casas de apuestas y una «Ley Televisa» que consolida su monopolio.

6. Con esas tres grandes concesiones el gobierno empresarial de Fox logró que esos dos poderosos monopolios de TV y radio, junto con Radio fórmula, apoyaran a su gobierno así como que aseguraran la continuidad del panismo en la Presidencia. Las campañas de esos medios contra las luchas sociales de los trabajadores, sobre todo para combatir la candidatura de López Obrador fueron de gran intensidad. La consigna de que «por ningún motivo debe llegar AMLO» fue instrumentada por esos monopolios de medios.

7. El apoyo de la Convención Nacional Democrática (CND) y de «La Otra Campaña» (La Otra) a la heroica lucha de los oaxaqueños encabezados por la APPO y los profesores, ha sido mínimo y hasta ridículo. Tanto a López Obrador como a Marcos les han preocupado más sus campañas políticas particulares que destinar contingentes para ayudar a la más importante batalla política y social de los últimos meses. En tanto AMLO sólo piensa en lo electoral La Otra en la denuncia. ¿Por qué hasta ahora?

8. Mientras el gobierno de Fox, los partidos PAN-PRI, los poderosos empresarios, el alto clero y los medios de información -sin prejuicio alguno- unen sus fuerzas para calumniar y destruir el movimiento oaxaqueño, los llamados militantes de la CND, por lado, y los de La Otra, por otro, se entretienen en campañas particulares, muy de su interés. ¿Tienen miedo acaso de ser acusados por intervenir? ¿Olvidan que en Oaxaca, en esa batalla, se puede estar definiendo el futuro de las luchas del país?

9. López Obrador y Marcos son indiscutiblemente caudillos que pueden ayudar mucho a extender la lucha social, pero al parecer tienen miedo a los medios de información y a ser desbordados por los acontecimientos. Aunque el caudillismo puede ser funesto, quizá sea necesario en este momento, para impulsar el movimiento de las masas. Puede ser perjudicial, pero aún moviliza fuertes sectores que deben enfrentar al capitalismo salvaje que, mediante el uso de la tecnología, de los medios de información y de la fuerza armada, intensifica la explotación y la opresión de los trabajadores.

10. En Chiapas, Oaxaca, Michoacán, DF, en todo el país, la contradicción principal no es otra que la que existe entre los explotados y miserables que buscan tener empleos e ingresos para vivir, así como un sistema que respete sus derechos frente a los ricos y poderosos que sólo buscan más poder económico y privilegios particulares. Al parecer los campos y los intereses están muy definidos entre unos 10 mil millonarios y 60 millones de pobres. La lucha entre clases es evidente, no puede haber confusión.

11. La socialdemocracia -movimiento de centro izquierda estrechamente ligado a lo electoral y a las luchas por reformas políticas y económicas dentro de los marcos del capitalismo- fue siempre un movimiento de masas. Por el contrario los grupos o partidos comunistas o radicales, que siempre buscaron una transformación del sistema de explotación, fueron organizaciones de «cuadros», es decir, de unos pocos dirigentes instruidos y expertos con capacidad para movilizar a las masas.

12. En México, sobre todo a partir de 1977 con la llamada «Reforma Política» lopezportillista, la socialdemocracia se dedicó a las elecciones y a la negociación de cargos políticos y los «radicales» se dedicaron a la lucha social. Si la socialdemocracia mexicana quiere ser un movimiento de masas tiene que comprometerse con las luchas sociales y trabajar en la base, para no ser rechazada. La condena contra los partidos y grupos es por su falta de compromisos con la lucha social de los trabajadores.

13. Si ante la presente represión brutal contra el pueblo oaxaqueño la CND, La Otra, los profesores de la CNTE, los electricistas, los Panchos y otros organismos sindicales y de izquierda se pusieran de acuerdo fácilmente podrían paralizar el centro histórico de 15 o 20 ciudades de la República para obligar al gobierno de Fox a retirar al ejército de Oaxaca y a cesar la represión. No se requiere una gran coordinación, basta con AMLO, Marcos y los sindicalistas quieran coordinarse. ¿No vale la pena acaso?