«Estoy en el mundo, bien en el mundo, e incluso ensombrecido en este momento por la caída de la tarde« Andre Breton . Ángel hizo de las suyas. Es de importancia superlativa escudriñar de qué medios se ha valido Ángel Zapata para echar a andar la cuadrilla completa de sus deseos y su inteligencia en […]
«Estoy en el mundo, bien en el mundo, e incluso ensombrecido en este momento por la caída de la tarde«
Andre Breton .
Ángel hizo de las suyas. Es de importancia superlativa escudriñar de qué medios se ha valido Ángel Zapata para echar a andar la cuadrilla completa de sus deseos y su inteligencia en aras de abrir, para todo mundo, territorios hasta ahora inexplorados suficientemente. Es de importancia suprema conocer sus métodos y sus mapas porque lo más probable es que se trate de ese tipo de hallazgo que contribuirá a revolucionar la literatura (y algo más) hasta lograr la liberación definitiva del espíritu alienado a estas horas con las ataduras burguesas de la moral, la ética y la estética de los mercachifles.
Ángel Zapata trabaja en una cartografía necesaria que ha de permitirnos caminar del reino de la necesidad al reino de la libertad surrealista, lugar donde la literatura revolucionaria afirma uno de sus bastiones mejores en la lucha contra todo forma de alienación. «yo encontraba la llama y el latido interior de mi vida, me descubría surrealista, o descubría en el surrealismo, igual da, una lengua anterior a la lengua materna, una realidad contigua a aquella realidad desoladora que era después de todo la de mi cuarto, una locura propia que oponer a esa otra locura prestada, sorda y habitual de la familia; un región donde habitar» 1 A.Z. Se trata de una cartografía revolucionaria construida incluso con literatura (no sólo) para descubrir, con su praxis misma, cómo separar y matizar el conocimiento de la realidad para intervenirla a salvo de oropeles y bisutería. Cartografía profunda para distinguir la palabrería y el uso miserable de la escritura en los cenáculos del esnobismo… en las maquinaciones mercenarias de los que cantan epopeyas a sí mismos. Esta cartografía de letras practicada por Ángel Zapata afina la mirada para distinguir cómo, bajo el imperio de la miseria y la barbarie, la comprensión de la realidad misma ha sido vulgarizada y envilecida.
Ángel Zapata, militante de la imaginación, la fantasía y lo maravilloso, escribe sus mapas sobre la realidad para pasar revista al poder burgués con todas sus estratagemas inoculadas a la «vida cotidiana», piso sobre piso. Ejerce una militancia de arte revolucionario impregnado por los «secretos del arte mágico del surrealismo». Y eso lo castigan sin clemencia ciertos muchachos «intelectuales». Ángel Zapata es un cartógrafo de los límites. Se especializa en perspectivas y caminos por donde va y viene la Revolución Social coloreada con la fuerza la razón que no es otra más que la fuerza de la imaginación transformadora. Ángel Zapata ve nacer entre sus manos paisajes que se revelan dentro y fuera de su cabeza, no como «iluminación», sino como escritura automática cuya envergadura obedece a la vehemencia del espíritu rebelde. Y eso no podemos perdérnoslo.
La dictadura del espíritu (revolucionario).
Hay que leer a Zapata que sabe bien cómo el arte revolucionario comienza a romper su placenta en las entrepiernas de la Historia. Sabe que su obra trae una andanada de tentativas que él no puede controlar ni con su oficio de artesano esmerado. Se trata de un escritor documentalista de procesos históricos materializados en la magia cotidiana y el intimismo socialista. Escritor que se refleja abiertamente contra la palabrería «izquierdista», el «arribismo», el sectarismo y el pajerismo pequeño-burgués, que se han encumbrado para intoxicar con su moral mercenaria el trabajo literario. Zapata lo sabe y por eso su obra es necesaria a la hora de poner en evidencia la importancia de escribir como acción directa y transformadora. Como trabajo. Por eso su obra es un mapa para salir de la miseria literaria. También.
Ángel Zapata organiza, con su literatura, fuerzas emancipadoras que avanzan la vida en todos los terrenos como insurrecciones clase. Aborda los problemas de cada día como quien deambula un campo amplio de temperamentos, de gustos, de cataclismos espirituales donde la vieja dicotomía forma-contenido encuentra una resolución dialéctica de tipo augural. Se trata de una tendencia cartógrafa que avanza, sentimientos y pensamientos, contra los métodos estereotipados. Se trata de una obra que esgrime sus banderas de rebelión susceptible de contiendas triunfantes en plena lucha de clases contra la mediocridad burguesa reinante. Obra que significa los mil modos en que el espíritu de los pueblo está determinado a liberarse, tarde o temprano, sólo si se organiza con fe inalienable en su fuerza propia.
Ángel Zapata descubre a la realidad in fraganti. Ese es un arte surrealista mayor que logra desbordar las mañas y las alimañas de la «cordura» burguesa en los limites «reales» inventados por el capitalismo como herramienta de alineación sexual, estética, religiosa, poética… Zapata no elige bifurcaciones en su trabajo de hallar caminos a la libertad de los sentimientos y los humores, para liberarlos con un método superior. Esta, por eso, presente en su obra el método de Marx y el método de Breton sintetizados: el Surrealismo al Servicio de la Revolución.
«Lo más increíble de lo fantástico es que lo fantástico no existe, todo es real« Andre Breton.
Queda claro que los conceptos «método» y «mapa» tienen en Ángel Zapata un quehacer concretamente político, es decir, expresan una fascinación expedicionaria obligatoria y sistemática a la realidad mediante la colaboración de los sueños, los instintos, las fuerzas inconscientes… como caudal todopoderoso, mediante el cual luchamos contra la toda decadencia y sus «cánones» de belleza burguesa. Zapata conoce bien la existencia de un mar expresivo inconmensurable, más significativo y más enriquecido que la obra toda de las escuelas literarias autoproclamadas de «vanguardia». Zapata se abandona a explorar ese mar ayudado con su brújula de Escritura Automática que fondea en fuentes concretas de los sentimientos y las necesidades humanas con medios diferentes: los medios del inconsciente revolucionario.
«Pero ya lo he dicho, las palabras, dado el carácter que les reconocemos, merecen desempeñar un papel mucho más decisivo«.Andre Breton
Zapata sabe que la lucha contra la vida burguesa, amarga, decadente y miserable, necesita que seamos capaces de desarrollar la praxis literaria transformadora al lado del proletariado como trabajadores también y no como un repertorio de escuelas, escuelitas o escuelotas de escritores faranduleros. Ángel sabe que es preciso ganar y mejorar todos los métodos y procedimientos de la escritura para contribuir a crear colectivamente la vida nueva, socialista, con el método dialéctico activo en la realidad para gozar la magia de la materia concreta.
La fe surrealista en el ascenso revolucionario de la humanidad, por fin dueña de sí, es clave en la obra de Ángel Zapata. Por eso pone de relieve, en sus cartografías, los límites invisibles que hay entre los «medios técnicos» y la sangre de las palabras. Por eso delinea las fronteras inexistentes de la conciencia desalienada al fragor de la revolución surrealista.
Existe en todo el mundo una crisis de literatura. Por eso Ángel Zapata trabaja meticulosamente en ofrecer métodos que prueba él mismo con maestría. Como para todo lo demás, en literatura es necesario prepararse, acumular fuerzas antes de que venga un período de desarrollo rápido y no nos quede tiempo ni para soplarnos el fuego entre los dedos…. Por eso mismo, no podemos aceptar que se nos olvide la importancia de la literatura, su independencia relativa de la lucha política, en el seno de una síntesis militante más elevada. La literatura tiene aplicación revolucionaria que palpitará en el hálito de los sentimientos y de los humores de los pueblos como una fuerza moral irreductible. Ángel Zapata trabaja para desarrollar una forma de lucha que corresponda mejor al ascenso de la conciencia: a la escritura automática de la revolución permanente, su materia y su objeto. «La palabra libertad es todo lo que todavía me exalta. Yo la creo propia para entretener, indefinidamente, el viejo fanatismo humano. Ella responde sin duda a mi única aspiración legítima. Entre tantas desgracias que heredamos, es bastante necesario reconocer que la mayor libertad de espíritu nos fue dejada» Andre Breton
Es hipócrita decir que la liberación definitiva de la humanidad se podrá conseguir sólo medios «técnicos». La revolución exige variaciones, de la materia y los métodos, para trabajar la imaginación y el gusto nuevos. La revolución exige creatividad, lucha de ideas y construcción de imaginarios fértiles… es decir literatura de la imaginación revolucionaria capaz de superar permanentemente la calidad artística y política, capaz de mejorar toda actividad productiva de la humanidad en el crisol del corazón, del martillo y de la máquina, poesía eterna del trabajo. Literatura de influjo y hechizo para agitar imágenes del corazón y de la razón.
La obra de Ángel Zapata es una operación que camina sus designios al servicio del arte revolucionario e independiente. Revolución permanente en la escritura automática para la transformar al mundo y cambiar la vida. A propósito de la realidad, que es vertiginosa, compleja e irreductible, Ángel Zapata identifica formas de la vigilia, cuya dialéctica desmenuza todos los estados oníricos y lúcidos en un abanico de realidades en interacción desigual y combinada. Pone la realidad a la vista para que no nos anden con suplantaciones. Hay que leerlo cuanto antes.
Si la vida se ha vuelto un negocio burgués arropado con metralla y violencia legalizada, no hay más remedio que preparar la emancipación definitiva de la humanidad con sus medios propios y con un programa de revolución permanente. He aquí, incluso el programa surrealista, la FIRI y todo lo que nos falta. Ángel Zapata encuentra con sus mapas las grietas que dejan ver los territorios nuevos de lucha contra la hegemonía burguesa y su individualismo despiadado fabricante de muertos (y escondites para muertos). Y Ángel también ve el sitio de la conciencia liberada, el sitio de una clase que será dirigente de tipo aun inédito, con todas sus ramificaciones, incluso por medio del arte. Ángel Zapata hizo de las suyas, se ve claro, hay que leerlo de inmediato. «Combatimos contra la indiferencia poética, la limitación del arte, la investigación erudita y la especulación pura, bajo todas sus formas y no queremos tener nada en común con los que pretenden debilitar el espíritu, sean de poca o de mucha importancia. Todas las cobardías, las abdicaciones, las traiciones que quepa imaginar no bastarán para impedirnos que terminemos con semejantes bagatelas.» Andre Breton. «La literatura está infectada de arribistas, de niños buenos y de conmovedores pajecillos«Ángel Zapata.
E s de importancia superlativa escudriñar sus mapas.
1«La Vida Ausente»: Ángel Zapata, editorial Páginas de Espuma. Madrid, España 2006