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Entrevista a Alfredo Grande, director de la Cooperativa Atico, a 10 años de Cromañón

«Aníbal Ibarra sigue diciendo las mismas estupideces y con la misma actitud cínica pretendiendo ser nuevamente Jefe de Gobierno»

Fuentes: Rebelión

Mario Hernandez (MH): Estamos con Alfredo Grande en nuestros estudios al cumplirse los diez años de la masacre de Cromañon. Alfredo Grande (AG): Muy contento de estar acá y agradecido que me hayas invitado, porque en los diez años que pasaron compartiste muchas de las cosas que hicimos, estuviste en actos, en marchas, y frente […]

Mario Hernandez (MH): Estamos con Alfredo Grande en nuestros estudios al cumplirse los diez años de la masacre de Cromañon.

Alfredo Grande (AG): Muy contento de estar acá y agradecido que me hayas invitado, porque en los diez años que pasaron compartiste muchas de las cosas que hicimos, estuviste en actos, en marchas, y frente a tu invitación me sentí no obligado, sino con el deseo de estar acá para recordar juntos.

MH: Hoy me encontré con un matrimonio amigo, su hijo estuvo en Cromañon y se salvó, recuerdo haber visto por televisión desesperada a Paula buscando a su hijo que estaba perdido. Estaban hoy en la Plaza de Mayo, y me decía su marido, Pablo, lo mismo que me decías vos, «vos siempre estás, aunque sea un ratito».

Siempre se habla de las 194 víctimas, pero los sobrevivientes también son víctimas.

AG: Tal cual, y muchos de esos sobrevivientes víctimas, murieron. Madres, padres, abuelos, que fallecieron obviamente por la edad pero también por el estrés. Hubo casos muy desgarradores como el de Ariel Bignami, padre de Silvia Bignami, militante comunista y muy querido camarada, que se fue muriendo de tristeza, desesperación e impotencia.

No nos olvidemos que en algún momento incluso las críticas a Ibarra estuvieron muy mal vistas, decían que los chicos se habían suicidado para voltear a Ibarra. Lo escuché a Ibarra muy poco tiempo anoche y sigue diciendo las mismas estupideces, con la misma actitud cínica que tuvo durante esos días y pretende ser nuevamente Jefe de Gobierno. Habrá que escracharlo tupidamente.

Lo que a mí me interesa rescatar a diez años de Cromañón, es que fue una masacre, 194 chicos, más los sobrevivientes que como bien decís, son víctimas, más madres, padres, abuelos y amigos, y en democracia. Hace bastante tiempo que creo que la polaridad no es dictadura-democracia, sino que es terrorismo de Estado versus Estado benefactor terrorista, o sea, el Estado que es benefactor para algunos, quizás para muchos pero no para todos, es muy mentiroso y cínico «para todos y todas», nada es «para todos y todas», pero seguramente además tiene una cara terrorista, terrorista de terror; y sino hay que preguntarle a la familia de Luciano Arruga lo que han sido estos 5 años buscando a un joven desaparecido que finalmente está enterrado.

Negar a esta altura del partido que la democracia implica un Estado bifronte, es decir, simultáneamente benefactor y terrorista y por esto es tan destructivo, es ser cómplice y por muchas razones no lo he sido ni lo seré.

Creo que Cromañón es la cara visible, no la máscara, la máscara es Ibarra, de este Estado terrorista. Estado terrorista en democracia, lo cual no deja de ser importante para pensar de cara a las próximas elecciones.

En una reunión, hace pocos días, decía que hay que salir de esta anestesia de creer que con la democracia se cura, se come y se educa; se sigue pensando eso, fue una profecía del que luego fue «el padre de la democracia», Alfonsín, pero como toda profecía burguesa es falsa, y esto es muy importante, no es verdad pero tampoco es mentira. Hay mucha gente que come, hay mucha gente que se educa, hay mucha gente que se cura, que viaja, que hace turismo; pero mucha gente no es toda la gente, y la democracia, si algo de cierto tiene su propia enunciación, es la idea de totalidad, entonces sepamos que esta es una democracia de clase, es una democracia elitista, una democracia que beneficia mucho a muy pocos, bastante a varios y nada a otros tantos.

Cromañón es el hecho maldito del país progresista

Creo que Cromañón es un testimonio viviente de todo eso, la lucha de sobrevivientes y familiares también, y por eso es el hecho maldito del país progresista, como lo hemos dicho en muchas reuniones. Recordemos el libro «Pensar Cromañón», ese libro es una compilación de una serie de conferencias que fue presentado en el Hotel Bauen, y fue el nombre que Jorge Garaventa le puso a un foro, porque en ese entonces no había Facebook. Luego Jorge lo cerró cuando el movimiento hizo propio ese nombre. «Pensar Cromañón» es importante, un colega de Ático me acercó el libro que yo tenía un poquito olvidado; en el libro mi trabajo es pensar desde Cromañón, desde su lógica, y ese pensar es muy duro, muy fuerte, muy desgarrador, porque es pensarnos desde las masacres que tienen planificadas para nosotros.

Somos objeto de la planificación de masacres cotidianas, por agua, por tierra o por mar; por alimentos, o por los mal llamados accidentes viales. El mal estado actual de las rutas es Cromañón. Yo voy semanalmente a la Universidad de Lomas de Zamora, por lo que es el Camino de Cintura, no sé otros tramos, pero el que va desde la autopista Richieri al cruce del Camino Negro, es como ir en un barco, está hundido, me pregunto cuál va a ser el primero que se hunda, yo tengo un Fiat chiquito y veo los enormes camiones que realmente alguno se va a hundir porque no tienen el menor cuidado, la capa de asfalto debe ser milimétrica. Uno se ríe para no llorar, o para no gritar ante tanto funcionario psicótico que sigue funcionando para la lógica Cromañón.

MH: Yo quería ir a eso Alfredo, porque se discute mucho la responsabilidad de la banda, de los músicos. Justamente hoy estaba reparando en ese hecho, pensando en este encuentro, hubo 8 artistas presos pero solo 3 funcionarios.

AG: Claro, 3 funcionarios de los cuales, creo que a Fiszbin le dieron dos años e Ibarra nunca fue juzgado. Por un mecanismo totalmente democrático lo destituyeron como Jefe de Gobierno, porque a pesar de sus pataleos fue democráticamente destituido, pero políticamente salió impune, es más Estela de Carlotto lo respaldó y ahí no necesariamente tienen que ver los Kirchner, que sí tuvieron que ver con otros bochornos. No sé por qué, porque era progre, porque era «gente como uno», porque era simpático, fachero, no sé, no se entiende cómo es esta locura de que depende quién lo haga lo juzgás o no.

Realmente políticamente se aprendió poco y nada, hoy lo escuché hablar al ingeniero Macri como si esta ciudad fuera una maravilla y si hay alguien que no puede hablar en contra de Ibarra es quien ha desmantelado la salud pública, por ejemplo. Entonces uno se pregunta adónde estoy, no hay que elegir ni a Macri ni a Ibarra.

MH: Se ha ocultado también el caso Beara, después de Cromañón, durante la gestión de Macri.

AG: Por supuesto, el caso para mi patético es el de la nena que murió aplastada en el Paseo de la Infanta, Marcelita Iglesias, con cuyos padres he mantenido bastante correspondencia, he hablado en mi programa de radio, pero que fue una nena sola, imagínate que no hay movimiento, ni marcha ni nada, incluso en un momento les querían hacer pagar a los padres los costos del juicio. El caso llegó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, por negación de justicia. Ahora el Paseo de la Infanta se llama Marcela Iglesias. Entonces este tema de la impunidad política es también cultural, porque vos señalás algo importante, los músicos fueron condenados y después empezaron a cerrar boliches «a lo pavote». O sea, que de alguna manera cuando Ibarra se reúne con la Cámara de empresarios de boliches, lo que está diciendo es que el empresario es impune, al que vamos a castigar es al que está arriba del escenario que, en el caso de Cromañón, los músicos también fueron co-empresarios, formaban parte del acuerdo con Chabán, con el dueño de Cromañón, Levi, y ellos mismos co-produjeron ese evento.

Vos sabés, igual que yo, que la prevención era muy simple, si las puertas hubieran estado abiertas, en 3 minutos se desalojaba todo, porque no murieron quemados, murieron por inhalación, asfixiados y quemados en sus vías respiratorias porque la media sombra que se quemó era tóxica, de no ser así aún tirando bengalas podría no haber pasado nada. Como decían los primeros temas, «Ni la bengala ni el rock&roll, a nuestros chicos los mató la corrupción», en ese sentido comparto lo que decís, el dedo acusador debería haber avanzado más hacia arriba, se quedó ahí, se destituyó a Ibarra pero no a muchos funcionarios más, había cohechos, hecho activo, todo lo que sabemos, pero además eso fue la punta de una estructura que atraviesa toda la ciudad, no es solo Cromañón y lo demás es bárbaro. Se avanzó poco y nada y se castigó al eslabón más débil.

Los héroes anónimos de Cromañón fueron los jóvenes

MH: Alfredo quiero preguntarte sobre un tema que me preocupa en particular, es en relación a los héroes anónimos de esa noche, de esa ruptura del individualismo y esa entrega de lo más valioso que un ser humano puede tener, que es su vida. Y ese gesto fue protagonizado por jóvenes.

AG: Sí, tal cual, hubo muchísimos casos de chicos que entraron a rescatar, en realidad los servicios de emergencia tardaron mucho y actuaron en general con bastante desidia. Era una noche de mucho calor, había que llevar agua. Como bien decís muchos chicos salvaron chicos y muchos no pudieron salvarse ellos. Muchas veces pienso que si mi hijo hubiera estado ahí, realmente me hubiera sido muy difícil conservar el equilibrio y pedir justicia. Después vienen todos los hipócritas que plantean la diferencia de justicia por mano propia, de la venganza, toda esa gente busca impunidad, el que aclara busca impunidad. Porque lo que hay que buscar es justicia, por mano propia o por mano ajena, eso es otra cosa, se puede discutir. Cuando te aclaran que justicia por mano propia no, empezá a pensar en que están buscando impunidad y, por supuesto, el terror de los victimarios es la venganza, es el tabú, a pesar de la hermosa novela de Alejandro Dumas y la película «V de Venganza»; pero digamos, venganza seguro que no, justicia por mano propia tampoco, lo mejor es esperar «LA» justicia que sabemos que va de la mano con la impunidad.

MH: Voy a volver a insistir sobre la pregunta anterior, porque me interesa el papel de los jóvenes, que también fueron bastante cuestionados, porque dejaban los chicos en una supuesta guardería, por ejemplo, pero resulta que la gente que perdió la vida volviendo a entrar al boliche eran jóvenes. Hablando con este padre que te comentaba al principio de la entrevista, también caí en la cuenta de otra cosa, el 20 de diciembre lo protagonizaron los jóvenes, no el 19, el 19 estaban las familias, pero el 20 de diciembre de 2001 fue una rebelión protagonizada por las Madres de Plaza de Mayo a las diez de la mañana, y luego por la juventud.

AG: Esa diferencia que hacés entre 19 y 20 de diciembre es muy importante, la viví en carne propia, el 19 fui con mi auto y con la perra, para que te des una idea. Hubo represión en un momento dado de parte de mucha policía de civil, pero cuando volví a mi casa y lo vi por televisión, veía las 4×4. El 20 fue palo limpio y hubo asesinatos, y ahí estuvieron las Madres de Plaza de Mayo. Yo tengo un aforismo, digo que la derecha castiga aquello que propicia, una cosa muy psicótica que esta naturalizada; estadios sin público, por ejemplo. La juventud como Estado mental y político es una de las pocas esperanzas que quedan, somos jóvenes en tanto logremos demorar la cultura represora.

MH: Te agradezco mucho, ha sido un gusto compartir esta emisión en vivo contigo. Te deseo un muy buen 2015.

AG: Lo tendremos.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.