El 30 de diciembre por la noche el gobierno boliviano decidió dar una «magnifica» despedida de año, había decidido subir el precio de los carburantes, en especial el precio del diesel (25% más). Al día siguiente hubo reacciones de varias organizaciones sociales, sindicales, vecinales, cívicas y demás. Pero no pasó a más, había que celebrar […]
El 30 de diciembre por la noche el gobierno boliviano decidió dar una «magnifica» despedida de año, había decidido subir el precio de los carburantes, en especial el precio del diesel (25% más). Al día siguiente hubo reacciones de varias organizaciones sociales, sindicales, vecinales, cívicas y demás. Pero no pasó a más, había que celebrar el paso del año y nadie estaba para protestar porqué ya habían organizado sus cotillones (hablo de los dirigentes de diferentes organizaciones económicas de Santa Cruz).
El sábado 1ro y el domingo pasaron con las calles vacías entre alguno que otro comentario en la prensa sobre el incremento de precios. El día lunes 3 los dirigentes de la confederación de transportistas urbanos de Bolivia decidieron hacer un paro de 24h como medida de presión para que el gobierno dé un paso atrás. Los únicos que no acataron el paro fueron los de Santa Cruz, postergando el paro para el día jueves. Luego a partir de ese lunes en toda Bolivia se comenzó a especular sobre una alza en el precio del pasaje urbano. En Santa Cruz ya se cobraba un 33% mas del valor original. Según los dirigentes transportistas no se había dado ninguna instrucción para las subidas de precio en vista de que debían considerar el caso en una reunión convocada el día 4.
A partir del martes 4 los sectores de grandes empresarios de Santa Cruz, la COD (Confederación obrera departamental), el comité cívico pro-Santa Cruz y las Juntas vecinales decidieron convocar a una manifestación de protesta contra el alza de los carburantes. Ya se había emitido un documento donde se exigía la renuncia del presidente Carlos de Mesa por tal irresponsabilidad. En la prensa escrita y televisiva, los ministros intentaban dar explicaciones del porqué a la subida. Comenzó el show de echarle la culpa a unos y otros. Resulta que antes de la subida del precio, como por arte de magia, comenzó a escasear el diesel. La escasez resulta muy peligrosa para el sector transportista y en especial para la actividad agropecuaria que funciona casi al 100% con diesel y que tiene su mayor centro productivo en el departamento de Santa Cruz. El gobierno había dicho que la importación desde Venezuela estaba lista y que no iba a haber ningún problema. El diesel siguió escaseando y las televisoras sensacionalistas ya especulaban de que algo se escondía el gobierno detrás de esta escasez. Al parecer la escasez se daba porqué el precio del diesel en Bolivia era más barato que en los países fronterizos y los mayoristas (los que transportan el diesel a los diferentes surtidores o gasolineras) habían decidido vender de contrabando el diesel importado por el gobierno. Esa fue una de las excusas: si se nivelan los precios a los de Paraguay, Argentina y Perú seguramente ya no habría contrabando. El problema es que Bolivia
es el más pobre económicamente de sus vecinos sudamericanos.
Al día siguiente de la subida, el diesel era repartido con total normalidad, cosa muy rara ya que se suponía que la escasez era porqué no había por ningún lado, ni importado ni nada. Qué sucedía con esa aparición repentina? La respuesta: los mayoristas habrían guardado el diesel de manera que escasease, creando así una presión para que la inminente subida de los precios se dé en estos días y poder especular con el combustible almacenado obteniendo mas ganancias de las normales.
El día miércoles 5 se desveló que meses atrás la dirigencia de los transportistas urbanos y los mayoristas habían firmado un convenio en el cual los transportistas recibían un porcentaje mínimo por cada litro de diesel comprado para crear un fondo de seguros médicos para los choferes de los micros (autobuses), con la condición de que los transportistas no protestaran por la existencia de intermediarios en la adquisición del diesel. Por supuesto los choferes hasta ahora no tienen ningún seguro médico. La población, al enterarse del negociado, protestó en contra de los dirigentes transportistas.
La movilización que se había convocado por la tarde del 5 por diferentes sectores de la ciudad de Santa Cruz fue en parte boicoteada por el sector transportista, porqué al mediodía había comenzado el paro de los choferes de micro y la gente no pudo dirigirse a la marcha. Pese a todo hubo una pequeña concentración, de no más de quinientas personas, que marcharon
hasta la sede de la Prefectura de Santa Cruz exigiendo la renuncia del Prefecto Departamental (máximo representante del Gobierno boliviano en cada departamento) y la de Mesa. La manifestación se tornó violenta, y muchos medios de comunicación sensacionalistas de Santa Cruz manipularon la información en poz de sus intereses políticos.
La irresponsabilidad de las decisiones presidenciales está dando razones a grupos radicales y separatistas, especialmente de Santa Cruz, para desestabilizar una vez mas el país con el pretexto de los hidrocarburos, causa ya de numerosas protestas por la conflictiva creación de una nueva ley. Esto podría provocar la caída del Presidente y su Gabinete, asumiendo rápidamente la presidencia el presidente del Senado Hormando Vaca Díez, un personaje totalmente al servicio de la Embajada Norteamericana. Esto convertiría a Bolivia rápidamente en una colonia más de los EEUU, para que así el imperio se aproveche totalmente de nuestras valiosas reservas de gas, petróleo, minerales, etc.