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El desarrollo de la contrainsurgencia y la guerra sucia en México

Antecedentes del narco-paramilitarismo (II)

Fuentes: Rebelión

Introducción  Después de la Segunda Guerra Mundial, la concepción estratégica estadounidense de Guerra Fría contra la URRS, Europa oriental y sus aliados nacionales a lo largo del mundo, partía de que dicha guerra sería total y permanente. De manera que, los EE.UU se prepararían sistemáticamente para la lucha, variando simplemente en la intensidad y la […]

Introducción 

Después de la Segunda Guerra Mundial, la concepción estratégica estadounidense de Guerra Fría contra la URRS, Europa oriental y sus aliados nacionales a lo largo del mundo, partía de que dicha guerra sería total y permanente. De manera que, los EE.UU se prepararían sistemáticamente para la lucha, variando simplemente en la intensidad y la forma de abordar los conflictos interestatales y sociales.

Resultando de tal doctrina, una respuesta nuclear masiva frente a la URRS y aliados para evitar cualquier avance del comunismo, máxime cuando éste había avanzado con el triunfo del Partido Comunista Chino en 1948, así como en Corea del Norte en 1952. Sin embargo, tal estrategia nuclear tendría dos importantes limitantes. La primera sería que, frente a un ataque nuclear de cualquiera de los dos bloques y del contraataque inmediato, no habría posibilidades de triunfo para ninguno de los bloques, estando por el contrario la destrucción reciproca de ambos.

La segunda limitante consistiría en que, la respuesta nuclear total no servía para hacer frente a pequeños conflictos como los de Argelia, Vietnam o Cuba. Aplicándose de tal suerte, cambios tácticos como la desestabilización múltiple, la contraguerrilla nacional, la invasión militar directa o la guerra nuclear limitada.

Estrategia que dominaría de 1961 a 1970, pero que sin embargo continúa presente en nuestro continente, primordialmente en el aspecto contrainsurgente, de guerra sucia, guerra de baja intensidad, desestabilización y en menor medida la invasión militar directa [1].

De suerte que, de 1961 a 1970, se dará la invasión directa sobre Guatemala, para derrocar al gobierno democrático de Jacobo Arbenz, golpe que fue financiado por la CIA, y apoyo al coronel Carlos Castillo Armas para realizarlo. También se gesta el frustrado desembarco de una brigada contrarrevolucionaria, armada, entrenada y transportada por EE.UU en 1961, en Playa Girón, Cuba. La invasión militar estadounidense sobre República Dominicana en 1965. La participación de la CIA y el Departamento de Estado para impulsar el golpe contra el gobierno socialista de Salvador Allende en Chile en 1973 [2]. Sólo por mencionar algunas de las múltiples invasiones realizadas por el Pentágono durante los años mencionados.

Y dentro de tal espectro, de 1946 a 1960, para el Estado mexicano, los objetivos centrales serán la defensa interna contra movimientos armados, principalmente de corte subversivo. Movimientos que entre 1963 y 1982, proliferarían, así como aparecerían decenas de grupos insurgentes, tanto en el campo como en la ciudad. Aspecto en el cual influiría la cerrazón gubernamental frente a las demandas de reparto agrario, la concentración neolatifundista de la tierra, la opresión política caciquil, la pobreza y marginación social, el férreo autoritarismo y violencia gubernamental, frente a organizaciones campesinas de diversa orientación política y ubicación geográfica.

Así, aparecen desde los años cincuenta inconformes como Rubén Jaramillo, en el estado de Morelos, hasta llegar a la guerrillera socialista que se inaugura el 23 de septiembre de 1965, con el asalto al Cuartel Madera del Ejército Mexicano, en el estado de Chihuahua, por un grupo de jóvenes que proclamaron la necesidad de instaurar el socialismo en México, comandados por el profesor Arturo Gámiz y el doctor Pablo Gómez.

A partir de entonces, proliferan organizaciones guerrilleras tanto urbanas como rurales; en los años sesenta y setenta, Genaro Vázquez y Lucio Cabañas; en el año de 1968 tras la matanza del 2 de octubre en la plaza de Tlatelolco y el 10 de junio 1971, a raíz de la fuerte represión que sufrieron los estudiantes, algunos optaron por tomar las armas y seguir la lucha.

Y no obstante la dura represión a la que fueron sometidos tales luchas, hasta los primeros años de los ochentas, estas reaparecerán en 1994, con el EZLN y el EPR, dado a conocer en 1996 [3].

Así, en los setentas, la respuesta gubernamental fue equipar a las fuerzas de élite de la época como el Grupo de Fusileros Paracaidistas, el Cuerpo de Guardias Presidenciales, así como a los batallones de infantería en alta fuerza. Si bien, hasta antes de la administración de Díaz Ordaz, el Ejército mexicano no contaba con manuales o publicaciones relacionadas con la lucha contra la guerrilla. Clasificando a los guerrilleros rurales en los informes militares anuales como abigeos [4], robavacas, gavilleros o salteadores, de forma que no se les otorgaba reconocimiento político, social o ideológico.

De forma que, de 1959 a 1964 las fuentes militares no hacen referencia a la guerrilla en sus programas de entrenamiento, ni en sus diversas publicaciones manuales. Manteniéndose el ejército ocupado por esos años en las ciudades, dado que el gobierno utilizó a grandes contingentes de militares para contener a los movimientos sociales que proliferaron a principios de 1950. Presentándose los principales frentes de acción en las áreas urbanas y no en las rurales.

Siendo hasta el final del gobierno de Adolfo López Mateos (1958-1964), cuando se empiezan a desarrollar los primeros ejercicios contrainsurgentes del Ejército Mexicano, mientras que antes le dio prioridad a la «contención» de las luchas sociales. De suerte que, López Mateos utiliza a grandes contingentes de militares para romper la huelga nacional ferrocarrilera de 1959, para disolver las huelgas de Teléfonos de México y de la Compañía Mexicana de Aviación en 1960. Disolviendo asimismo las tropas mítines y arrestaron a líderes estudiantiles en el Distrito Federal, así como reprimieron manifestaciones populares en Acapulco en 1961. Además, durante el mismo año, cerca de tres mil soldados ocuparon la capital de San Luis Potosí, ante los disturbios postelectorales suscitados en el estado.

Pero, ante la exacerbación de las luchas populares, el Ejército dará pie al desarrollo de prácticas de «acción social», que incluirán la compra de vehículos de transporte para aumentar la movilidad de las tropas mexicanas. Así, en 1962 el ejército recibió 2 mil 113 vehículos por parte de Estados Unidos y le compro diferentes equipos de transporte a empresas mexicanas: 695 campañolas, 587 comandos, 65 camiones, 56 camionetas, 10 autobuses, 240 remolques de infantería, 120 cisternas, 50 remolques de artillería y 10 cisternas de artillería.

Mientras que, respecto al dispositivo militar se reforzó la compra de 60 cañones hispano-suizos de 20 milímetros para que fueran instalados en aviones tipo caza, Jet Vampiro MK-III [5]. También se compró un extenso lote de armamento individual norteamericano que consistió en 12 950 fusiles y ametralladoras. Además, en 1966 se entrenaron 89 uniformados mexicanos en la Unión Americana, siendo que anteriormente, de 1950 a 1966, solo habían sido entrenados 375. Más aún, en 1967, se creó la Escuela Militar de Infantería, Artillería, Zapadores y Servicios, así como la Escuela Militar de Caballería [6].

Hechos que se apegaran posteriormente al Plan de Defensa Nacional (DN-II). Siendo que, el Plan de Defensa Nacional I (Plan DN-I), consiste en concebir la defensa contra un enemigo externo; el Plan de Defensa Nacional II (Plan DN-II), prepara y articula la defensa contra un enemigo interno; y el Plan de Defensa Nacional III (DN-III-E), que supuestamente tiene la finalidad de proteger a la población en caso de desastres naturales o causados por el hombre.

De acuerdo con el Plan DN-II, respecto al ejército, hasta 2008 se había dividido al país en 12 regiones, 44 zonas, que a su vez se subdividieron en sectores y subsectores militares, a cargo de unidades de armas bajo el mando de militares de arma [7] y 24 guarniciones militares. En tanto que, en la armada se organizan 6 regiones aéreas, norte, centro y sur del territorio.

Abarcando sus misiones, desde la preparación y entrenamiento para el combate al narcotráfico, hasta las operaciones de contrainsurgencia, «apoyo» a las fuerzas de seguridad pública, la implementación de la llamada acción cívica, como la supuestas atención médica a la población en zonas rurales marginadas, conocida como labor social, así como otras misiones de salud, protección a la naturaleza y otras «necesidades» públicas. Más aun, el Plan DN-II de acuerdo a sus manuales, para realizar muchas de sus tareas utiliza destacamentos regulares de las fuerzas armadas, como los Cuerpos de Defensa Rurales.

Pero siendo lo más relevante, en el actual clima de violaciones a los derechos humanos cometidas por las fuerzas armadas, y narco-paramilitares, las «mejoras» implementadas para sus capacidades operativas y de reacción, que el instituto armado comenzó a reorganizar y a fortalecer, mediante sus estructuras de combate en las décadas de 1980-1990, especialmente a partir del levantamiento zapatista en 1994.

Cambio profundo que llevo a la conformación de los Grupos Aeromóviles de Fuerzas Especiales (GAFE), además de que la armada adquiere nueva tecnología e igualmente forma sus «grupos especiales». A este respecto, Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), respaldado en la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, crea el Cuerpo Especial del Ejército y Fuerza Aérea, denominado Fuerza de Apoyo Federal.

Instituyéndose el primer GAFE en 1990, y cuatro años más tarde se crea la Compañía de Fuerzas Especiales del I Cuerpo de Ejército, con lo cual se concretó el cambio más importante gestado en la organización y estructura de las fuerzas armadas, según indican los mismos manuales. Teniendo como propósito tener un GAFE, dependiente de cada Región Militar y cada Zona Militar.

Y donde es de vital importancia para comprender la conformación de narcoparamilitares en el país, así como el estallido de violencia derivado de tales grupos, el hecho de que, dentro del programa de entrenamiento para ejércitos extranjeros de Estados Unidos, en el caso mexicano, éste se concentró en el entrenamiento de los GAFE, grupo que posteriormente conformarían el sanguinario cartel de los ZETAS. Símil indiscutible de anteriores escuadrones de la muerte creados por Estados Unidos en distintas partes del Tercer Mundo, para combatir la insurgencia derivada de los proyectos económicos impulsados por su burguesía y su aliada latinoamericana.

En tal sentido, el Coronel del ejército estadounidense, Stephen Wager, en su tesis doctoral sobre las fuerzas armadas de México, indico en 1993 que, dado que las amenazas de interferencia externa en los asuntos internos de México era cada vez más reducida, fuerzas ágiles, móviles y de reacción rápida serían las más indicadas para enfrentar los mayores desafíos que tendría el gobierno, emanados de disturbios sociales derivados de la crisis económica y el poder de los barones de la droga.

Así, de acuerdo a tales preocupaciones, en 1995, al iniciarse el proyecto de dotar a las regiones militares con sus respectivos GAFE, se instalaron diez agrupaciones de dicho tipo en el país. En 1996, contarán con un GAFE las regiones XI con sede en el estado de Coahuila y XII en el estado de Guanajuato. Para 1997, los GAFE estarán en las cuarenta zonas militares, y a las cuales se les sumarán la Fuerza de Intervención Rápida.

En 1998, se crearon GAFE para el Cuerpo de Policía Militar y para la Brigada de Fusileros Paracaidistas, así como se creó el Grupo Aeromóvil de la 41a Zona Militar en Puerto Vallarta, Jalisco, formado en ese mismo año. También se crearon treinta y seis grupos anfibios de fuerzas especiales, que operarían de manera paralela en la jurisdicción territorial de la Marina Armada de México.

Además, con la intención de consolidar los GAFE, se abrieron dos escuelas de fuerzas especiales, recibiendo los GAFE adiestramiento sobre operaciones anfibias, submarinas, selva, desierto, montaña y alta montaña. De tal suerte sus fuerzas fueron empleadas en 1997 y 1998, en varios operativos contra narcotraficantes no afines al gobierno y contrainsurgencia, principalmente [8].

Algunas características de la insurgencia del siglo pasado en Morelos y la represión por parte del Estado.

El periodo de «modernización» de México, entre 1940 y 1970, conocido como el desarrollo estabilizador, y durante el cual se da masivamente la sustitución de importaciones encabezada por el Estado mexicano, marcará la ruptura de las estructuras agrarias, generada a partir de la descapitalización del campo mexicano, en favor de la industrialización de las ciudades.

De suerte que, la política desarrollista posibilitó mantener a México en una relativa estabilidad política pero no social. La crisis rural generada por tal modelo, hizo detonar movilizaciones campesinas a lo largo del país, en el período señalado. Caracterizándose tales movilizaciones por demandar la redistribución de la tierra. Lo cual se pondrá particularmente de manifiesto a partir de 1940 y especialmente en 1950, en estados como Morelos.

Siendo históricamente el Estado de Morelos, cuna de movimientos contra el despojo de tierras y aguas; a principios del siglo XX Emiliano Zapata Salazar (1911-1919) en su «Plan de Ayala», demanda el reparto agrario, restitución y expropiación de latifundios. Posteriormente, ante el persistente problema del reparto agrario, Enrique Rodríguez «El Tallarín» (1934-1938) legitimó su movimiento en el zapatismo, repudiando al gobierno y a su débil instrumentación de la reforma agraria, en su «Manifiesto» demandó tierras y aguas para los pueblos de Morelos.

En un tercer momento, al no contar con tierras y recursos tecnológicos para sembrar, Rubén Jaramillo Menes (1940-1962) demandará tierras, crédito, maquinaria y asesoría técnica para producir el campo, enarbolando su «Plan de Cerro Prieto«. En un cuarto momento, frente el problema de no tener terrenos para vivir, Florencio Medrano Mederos «el Güero» luchó por la vivienda, enfrentándose a las fraccionadoras que comienzan a asentarse en el estado de Morelos en la década de 1950 [9].

Jaramillo, ante la violencia gubernamental contra los trabajadores cañeros y la persecución sobre de él, se interna en el monte, el 19 de febrero de 1943, tomando las armas, organiza un grupo de autodefensa, bajo el programa del Plan de Cerro Prieto. Grupo que, no obstante en el terreno militar obtuvo victorias seguidas, y contaba con el apoyo masivo de la población, el 12 de marzo de 1943, en Zacapoalco, fue derrotado, además de que algunos de sus camaradas cayeron en combate. Debido al aislamiento y el localismo del movimiento, éste se consumió.

O curriendo así, después de la toma fallida de varias plazas en Morelos y en Puebla, Ávila Camacho le otorga una amnistía e invita a Jaramillo a trabajar unas tierras en el Valle de San Quintín en Baja California, ofrecimiento que rechaza para incorporarse de lleno a la lucha política en Morelos, conformando el Partido Agrario Obrero Morelense (PAOM) en 1945.

Siendo el objetivo de la nueva organización política, incorporar a las bases campesinas y trabajadoras del estado de Morelos en el proceso electoral que se avecinaba en 1946 para renovar gobernador, y en el cual Jaramillo es postulado como candidato. Todo conforme a la idea de que los campesinos necesitaban acceder al poder si querían seguir subsistiendo como campesinos.

Jaramillo ya tenía popularidad debido a la defensa de los campesinos en Tlaquiltenango, así como por las movilizaciones que organizó y apoyo en el ingenio azucarero «Emiliano Zapata». Más todavía, su anterior participación en la revolución le daba más legitimidad.

Pero el día de las elecciones, en Xoxocotla, Zacatepec, Jojutla, y Tlaquiltenango, sitios todos en los cuales Jaramillo tenía su apoyo más fuerte, la gente se quejó de que no se le permitió votar y de que en algunos lugares las ánforas fueron robadas. En Zacatepec, una carta con cincuenta y siete firmantes, dirigida al presidente de la república, informa sobre el robo de ánforas por parte de un coronel y sus soldados. Otra carta en Xoxocotla, con setenta firmas se quejó de que las autoridades electorales habían «desaparecido» distintos documentos electorales apoderándose así de sus votos que iban destinados a Jaramillo. En Jojutla se informó que agentes civiles y militares prohibieron abiertamente a jaramillistas ejercer el voto. Así como se denunció en algunos lugares la presencia de pistoleros en las casillas, miembros del PRM que se llevaron las boletas a sus casas y allí votaron «cuantas veces quisieron», y en una comunidad, la declaración por parte del partido oficial de su triunfo conto con un número de votos mayor al número de personas allí registradas.

De tal forma, el triunfo le fue otorgado al candidato oficial, Escobar Muñoz, declarado ganador, celebrándose la ceremonia de posesión el 17 de mayo de 1946. Y en los meses posteriores a las elecciones, Jaramillo y otros líderes del PAOM se vieron obligados a recurrir a la clandestinidad por cinco años [10].

Deponiendo las armas, fue amnistiado y poco después asesinado en los alrededores de Xochicalco. Gestándose la amnistía, después de que, en mayo de 1943, un enviado del general Lázaro Cárdenas del Río, secretario de la Defensa Nacional, le propusiera una especie de amnistía, que no se concreta. Pero posteriormente, el 13 de junio de 1944, Rubén se entrevistó en Palacio Nacional con el presidente Manuel Ávila Camacho y pactaron la deposición de las armas.

Para tales efectos, el ejército mexicano lo arresta y asesina junto a su familia hijos y esposa embarazada, el 23 de mayo de 1962.

Presentándose alrededor de 60 militares y civiles frente a la calle de Mina número 14, en Tlaquiltenango, Morelos, domicilio de la familia Jaramillo. Elementos del Ejército Mexicano y la Policía Judicial, acompañados del soplón Heriberto Espinosa alias El Pintor, se introdujeron a la casa y con violencia obligaron a salir a Rubén, su esposa Epifania Zúñiga Pifa (quien se encontraba en avanzado estado de embarazo) y sus hijos adoptivos Enrique, Filemón y Ricardo, militantes de la Juventud Comunista de México.

Dos horas más tarde, cerca de las ruinas arqueológicas de Xochicalco, los miembros de la familia Jaramillo fueron acribillados y rematados en la cabeza con el tiro de gracia. Actos conocidos como Operación Xochicalco, ejecutada por el Ejército Mexicano, a partir de órdenes dadas por el presidente Adolfo López Mateos. Más aun, a tales actos se le sumaron una amplia campaña de calumnias y denuestos en contra del líder campesino comunista.

En tal lógica, el diario Excélsior, en su editorial del 28 de mayo de 1962 afirmó que, Rubén Jaramillo, era un siniestro personaje, que por mucho tiempo mantuvo en zozobra una vasta región del estado de Morelos, que era un delincuente contumaz que asesinaba, asaltaba y robaba, un señor de «horca y cuchillo» que extorsionaba y sometía a su capricho a los ricos y a los pobres de la región que asoló. Para concluir que, bien podía decirse que al asesinarlo le pagaron con su propia moneda; aunque quizás no cabía pensar lo mismo de sus parientes, de quienes, sin embargo, según Excélsior, se decía que tampoco eran «blancas palomas» [11].

En tanto que, los directamente involucrados en la matanza, como el capitán José Martínez y el Heriberto Espinosa (El Pintor), murieron acribillados el 5 de septiembre de 1962 en el estado de Guerrero. Meses después de que fuera enterrado Rubén Jaramillo, el 25 de mayo de 1962, a donde asistieron a su cortejo fúnebre, más de 5 mil campesinos de los estados de Morelos, Puebla y Guerrero.

El asesinato de Rubén Jaramillo fue uno de los acontecimientos que más recordarían los grupos armados de origen campesino e indígena y su nombre aparecería ligado en décadas posteriores a varios movimientos de importancia, fundamentalmente en el estado de Morelos, aunque relacionados en distintos momentos con grupos como el Partido Revolucionario Obrero Campesino Unión del Pueblo (PROCUP) y el Partido de los Pobres (PDLP) de Lucio Cabañas, antecedentes fundamentales del actual EPR.

El Partido Proletario Unido de América (PPUA) del Güero Medrano.

El PPUA fue un partido que operó hasta finales de los años setenta, encabezado por Florencio el Güero Medrano en las montañas de Morelos, después del asesinato de Rubén Jaramillo.

Florencio Medrano Mederos, (el Güero Medrano), nace en Limón Grande Guerrero, el 27 de octubre de 1946, hijo de campesinos en extrema pobreza, formará parte de una familia de 12 elementos, Florencio Medrano y sus hermanos nunca fueron a la escuela, por lo que aprenderá a leer y escribir hasta la edad de 17 años [12].

Florencio «el Güero» Medrano, estuvo relacionado al movimiento campesino, compartiendo intereses en común y experiencias. Posteriormente, cuando se relaciona con una célula del Partido Revolucionario del Proletariado Mexicano (PRPM), comenzó su proceso formal de politización, dado que ahí adquiriere elementos ideológicos importantes, a partir de los círculos de estudio del PRPM.

Destacando como líder organizador, Florencio participa en la invasión de tierras y fundación de colonias populares como, la Lázaro Cárdenas, Antonio Barona y Palmar Grande. Destacando también como defensor de las aportaciones del Maoísmo a la ciencia del comunismo científico. Por lo que, en 1969 es propuesto, junto a seis dirigentes más, para asistir a un curso de formación de cuadros y dirección en la República Popular de China.

Reforzándose así su militancia formal, política e ideológica, Florencio Medrano asimiló su experiencia en la República Popular China como análisis teórico, haciendo con ello una resignificación del maoísmo, de acuerdo a las condiciones de la realidad mexicana. De ahí, en 1973, un grupo de militantes maoístas funda la Asociación Nacional Obrero Campesino Estudiantil (ANOCE). Con lo cual comienza otra etapa en las luchas dirigidas por El Güero, que dibujará lo que tiempo después sería la organización clandestina, Partido Proletario Unido de América (PPUA), fundado el 10 de enero de 1975, en la ciudad de Puebla.

De tal forma, a comienzos de los años setenta, «el Güero» dirigió a un grupo importante de campesinos, migrantes, jornaleros, obreros y desempleados de Acatlipa, Temixco, Jojutla y también del estado de Guerrero, fundamentalmente de Iguala y Tierra Caliente, para invadir un gran predio en Villa de las Flores, Temixco, Morelos; propiedad del hijo del Gobernador del Estado, Felipe Rivera Crespo. Llevándose a cabo la toma de tierras, el 31 de marzo de 1973, fundarán la «Colonia Proletaria Rubén Jaramillo», que estaría cimentada en el pensamiento maoísta.

A dicha colonia, el Gobierno Federal y el Gobierno del Estado de Morelos, le impusieron un cerco represivo, causando su aislamiento, de modo que impidió que comunidades y negocios cercanos les vendieran productos básicos a los colonos. Tal situación obligó a una comitiva de colonos a salir de la «Colonia» rumbo al Estado de Guerrero para comprar maíz a bases de apoyo del Partido de los Pobres (PDLP), de Lucio Cabañas Barrientos y así fortalecer la relación que ya se tenía con éste.

Sin embargo, la comitiva de colonos llegó tarde a la cita y en el mercado de Tepecuacuilco, Guerrero fueron rodeados y detenidos por elementos del ejército mexicano. Al mismo tiempo, las autoridades expresaron que dentro de la «Colonia» se escondía «gente y arsenal de Lucio Cabañas», pretexto que fue utilizado para ordenar la intervención del ejército federal, la madrugada del 28 de septiembre de 1973. Con lo cual se dio terminó a tal proyecto maoísta [13].

El Güero Medrano y Félix Basilio Guadarrama, lograron escapar de la «Colonia Proletaria Rubén Jaramillo», para después refugiarse un tiempo en Tenancingo, estado de México. Tras regresar a Morelos se dirigieron a Xoxocotla, lugar en el que recibieron apoyo de la Organización Jaramillista. Ahí, los jaramillistas ocultaron al Güero Medrano y a Félix Basílio Guadarrama, para después trasladarlos a una ranchería de Morelos llamada Cajones. Posteriormente un conocido del Güero Medrano, aceptó llevarlo a él y a Félix Basílio Guadarrama al Distrito Federal, y después introducirlos en la sierra del Estado de México, con el plan de llegar a Guerrero.

Fue así como Florencio Medrano y algunos de sus simpatizantes, fueron orillados por la represión y persecución, a la clandestinidad. Poco después decidieron formar el Partido Proletario Unido de América (PPUA), con el que iniciaron la lucha armada para defenderse y enfrentar al gobierno autoritario del PRI.

Dentro del Partido Proletario Unido de América, intervendrían varios intelectuales, además de que se coordinaría con chicanos de los Estados Unidos de Norteamérica, por medio de Ramón Raúl Chacón Gonzáles y Mario Cantú. Así como como dentro del Consejo Agrarista Mexicano contaba con tres simpatizantes de nombres Gabino Peralta Nuñez, Eudocio Hispango Coria y Placido Arizmendi López.

Siendo en ciudad Nezahualcóyotl, a finales de 1974, cuando se crea formalmente el Partido Proletario Unido de América (PPUA). Momento en el que también se realiza el primer congreso de la organización guerrillera. Reivindicándose el PPUA, como Marxista-Leninista, pensamiento de Mao-Tse Tung. Teniendo como objetivos de su programa, derrocar al gobierno autoritario del PRI, para lo que trabajaron en la formación de cuadros políticos. Además de luchar en dos posiciones: 1) la lucha armada y 2) la lucha legal a través del contacto con el presidente del Consejo Agrarista Mexicano.

La lucha del PPUA era contra los terratenientes, la burguesía y el imperialismo estadounidense. Fundamentándose su estrategia general, en la organización de los campesinos y del pueblo siguiendo una línea maoísta. Dentro de las operaciones que realizaban para financiarse se encontraban los secuestros, estaban pobremente armados, tenían máuseres reliquias y quizás unos 200 M-1 que conseguían de contrabando de San Antonio, Texas [14].

Bajo tal espectro, se da la retención política (secuestro) de la estadounidense Sara Martínez, esposa del cónsul estadounidense, Thomas Davis, en Cuernavaca, Morelos. Por lo cual obtuvieron un rescate de cuarenta mil dólares». Siendo liberada la señora Davis, el 30 de enero de 1975, la señora de Davis fue liberada. Y tras lo cual, el PPUA cobra presencia política a nivel nacional.

Generando así, que la Dirección Federal de Seguridad, se volcara a desarticular al PPUA y detener a sus militantes. El gobierno comenzó a acosar sistemáticamente a Pedro Medrano para que entregara a su hermano Florencio. Los policías lo vigilaron durante todo el año de 1974. Llegando el propio Miguel Nazar Haro, a amenazar a Pedro, dándole un plazo de 24 horas para entregar a su hermano, de lo contrario lo dañaría a él y a su familia.

Como respuesta a tal situación, algunas células del PPUA encabezadas por Florencio Medrano se internaron en la Sierra Madre Oriental con la intención de ampliar el movimiento guerrillero. Al respecto, el Informe General de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (FEMOSPP), señala que el PPUA estableció su zona de influencia en la selva limítrofe de Oaxaca y Veracruz. Teniendo influencia en los pueblos de, Paso del águila, Hidalgo, Emiliano Zapata, cerca de Tuxtepec, Vega del Sol, Sebastopol, Cerro Concha, y en la Sierra Juárez, en Macuiltianguis.

Posteriormente, el PPUA llevó a cabo la retención política (secuestro) de Elfego Coronel, expresidente municipal de Puente de Ixtla, Morelos. Por el secuestrado los guerrilleros exigían tres millones de pesos pero la familia sólo entregó un millón, por lo que Elfego Coronel fue asesinado.

Ante tales hechos, además del secuestro del hijo del rector de la Universidad de Toluca, las autoridades desencadenaron la persecución contra los miembros del PPUA. El ejército y la DFS comenzaron a desmantelar casas de seguridad de la guerrilla, como la que se encontraba en Santa María la Ribera, en el Distrito Federal.

Además, agentes de la DFS, policías estatales y guardias blancas al servicio de los terratenientes de Oaxaca tendieron un cerco en dicho estado al PPUA. En el cual no hubo choques armados entre las tropas del ejército mexicano y los guerrilleros, dado que los guerrilleros se movían rápidamente entre distintos poblados, hasta finalmente romper el cerco. Sin embargo las guardias blancas al servicio de los terratenientes sí se enfrentaron a los guerrilleros, tornándose así la situación cada vez más complicada para la organización armada.

Situación que finalmente llegaría al asesinato del Güero Medrano, después de que, en marzo de 1979 se celebrará una reunión en un ejido de Oaxaca. En ésta, ejidatarios e integrantes del PPUA discutieron la posibilidad de tomar un rancho grande. Mientras discutían, en los límites del ejido había guardias formadas por campesinos, resguardando el área, pero uno de los guardias campesinos no regresó a la hora marcada, por lo que los ejidatarios pensaron que el guardia había sido raptado o asesinado por las fuerzas represivas.

Decide entonces el Güero Medrano ir a buscarlo, en el camino fue emboscado por pistoleros de los terratenientes, quienes abrieron fuego contra él, dejándolo gravemente herido. Y tras una prolongada y dolorosa agonía finalmente «El Güero» muere.

El cuerpo de Florencio Medrano Mederos fue sepultado por habitantes de los pueblos cercanos a Valle Nacional. No obstante, se cree que poco después el cuerpo fue desenterrado por el ejército federal.

Tras la muerte del Güero Medrano, el PPUA quedó totalmente desarticulado y sus integrantes fueron perseguidos por el ejército y la policía. Así, algunos miembros se retiraron de la lucha, mientras que otros se fueron a otro tipo de luchas más abiertas, en tanto unos cuantos se integraron a lo que quedaba del Partido de los Pobres, ya que, Lucio Cabañas Barrientos había sido asesinado años antes, en un combate con el ejército el 2 de diciembre de 1974. Después de la muerte de Lucio, los sobrevivientes del PDLP se fusionaron con el Partido Revolucionario Obrero Campesino-Unión del Pueblo, creando el PROCUP-PDLP en 1980, y ha dicha fusión se les unieron algunos exmiembros del PPUA [15].

 

Bibliografía.

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Rebelión. El asesinato de Rubén Jaramillo y su familia en 1962: el fin de un ciclo en la guerrilla rural. Por: Gerardo Peláez Ramos. 25-12-2010.

17 años de contrainsurgencia en la región loxicha de Oaxaca …

17 años de contrainsurgencia en la región loxicha de Oaxaca

Juventud Rebelde: Florencio Medrano Mederos

nosotroslosrebeldes.blogspot.com/2011/09/florencio-medrano-mederos.html

El movimiento social impulsado por Florencio Medrano Mederos «el …

www.pacarinadelsur.com/…/1376-el-movimiento-social-impulsado-por-florencio-me…

Contrainsurgencia ante Movimientos Armados en México: EPR-PDPR  

www.cedema.org/uploads/Contrainsurgencia.pdf

«Güero» medrano – Proceso

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Notas

[1] Oikión Solano Verónica y García Ugarte Marta Eugenia (Editoras). Movimientos armados en México, siglo XX. El Colegio de Michoacán, CIESAS, 2006. Vol. I, Pp. 70-71.

[2] Oikión Solano Verónica y García Ugarte Marta Eugenia (Editoras). Movimientos armados en México, siglo XX. El Colegio de Michoacán, CIESAS, 2006. Vol. I, Pág. 72.

[3] Contrainsurgencia ante Movimientos Armados en México: EPR-PDPR

www.cedema.org/uploads/Contrainsurgencia.pdf

Tesis de Blanca Estela Martínez Torres, para obtener el grado de licenciado en Ciencia Política ante la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa.

[4] Ladrón de ganado o bestias.

[5] Sierra Guzmán Jorge Luis. El enemigo interno. Contrainsurgencia y fuerzas armadas en México. Centro de Estudios Estratégicos de América del Norte, Universidad Iberoamericana, Plaza y Valdes editores, 2003. Pp. 41-42.

[6] Ibíd. Sierra Guzmán Jorge Luis. Pág. 74.

[7] Son militares de arma, los que técnicamente se educan para el mando, adiestramiento y conducción de unidades de combate; su carrera es profesional y permanente.» Artículo 134 de la Ley Orgánica del Ejército.

[8] Comité 68 Pro Libertades Democráticas A.C. Ejército y sociedad. La Reforma Constitucional del Ejército. 2008. Pp. 229-243.

[9] El movimiento social impulsado por Florencio Medrano Mederos «el …

www.pacarinadelsur.com/…/1376-el-movimiento-social-impulsado-por-florencio-me…

[10] Oikión Solano Verónica y García Ugarte Marta Eugenia (Editoras). Movimientos armados en México, siglo XX. El Colegio de Michoacán, CIESAS, 2006. Vol. I, Pp. 291-293.

[11] Rebelión. El asesinato de Rubén Jaramillo y su familia en 1962: el fin de un ciclo en la guerrilla rural. Por: Gerardo Peláez Ramos. 25-12-2010.

[12] Juventud Rebelde: Florencio Medrano Mederos

nosotroslosrebeldes.blogspot.com/2011/09/florencio-medrano-mederos.html

[13] El movimiento social impulsado por Florencio Medrano Mederos «el …

www.pacarinadelsur.com/…/1376-el-movimiento-social-impulsado-por-florencio-me…

[14] Contrainsurgencia ante Movimientos Armados en México: EPR-PDPR

www.cedema.org/uploads/Contrainsurgencia.pdf

[15] El movimiento social impulsado por Florencio Medrano Mederos «el …

www.pacarinadelsur.com/…/1376-el-movimiento-social-impulsado-por-florencio-me…

Ramón César González Ortiz es Sociólogo y Maestro en Estudios Políticos y Sociales por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.