Oaxaca, Oax., 22 de diciembre. Al cumplirse siete meses del inicio del conflicto, miles de militantes y simpatizantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) volvieron a salir a las calles a marchar en demanda de la destitución del gobernador Ulises Ruiz Ortiz, la salida de la Policía Federal Preventiva (PFP) y […]
Oaxaca, Oax., 22 de diciembre. Al cumplirse siete meses del inicio del conflicto, miles de militantes y simpatizantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) volvieron a salir a las calles a marchar en demanda de la destitución del gobernador Ulises Ruiz Ortiz, la salida de la Policía Federal Preventiva (PFP) y la liberación de los «presos políticos y de conciencia».
La movilización, una vez que las fuerzas federales abandonaron el centro histórico, originó el atrincheramiento de elementos de las policías ministerial y municipal en las calles aledañas al zócalo.
Los policías, dispuestos con equipo antimotines, se situaron en las esquinas de las diferentes calles protegidos con vallas y rejas metálicas, y hasta por elementos del Cuerpo de Bomberos con pipas de agua para evitar el eventual paso de los manifestantes.
A tres cuadras de esas posiciones pasó el contingente conformado por una gran cantidad de agremiados a la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
«La prueba clara de que hay ingobernabilidad es el cerco policiaco tendido por órdenes del propio Ulises Ruiz», afirmó el vocero de la APPO, Florentino López Martínez. La marcha fue encabezada por las personas recientemente liberadas del penal federal de San José del Rincón, Nayarit, y por familiares de los aún encarcelados, aglutinados en el Comité de Familiares de Presos, Detenidos y Desaparecidos de Oaxaca.
Al término de la caminata, realizaron un mitin en la Plaza de la Danza, donde Juan Sosa Maldonado, miembro de la comisión negociadora de la APPO, dijo que quienes pretenden deslindarse del movimiento en referencia al dirigente magisterial Enrique Rueda «se han equivocado rotundamente y el pueblo los condenará».
«Este movimiento es de bases y no de líderes», señaló Sosa Maldonado. Agregó que los traidores «merecen estar en el basurero de la historia».
Antes, otro dirigente de la sección 22 del SNTE, Fernando Lorenzo Estrada, lamentó las «declaraciones desafortunadas» de Rueda Pacheco y aseguró que «las bases están en la lucha del pueblo, no se han deslindado ni traicionado a la APPO».
Estrada señaló que el magisterio oaxaqueño «no se puede deslindar así nada más» de la APPO porque la asamblea estatal determinó su incorporación a dicha alianza de organizaciones.
En nombre del Comité de Familiares de Presos, Luis Alfonso Espina Nolasco reprobó el traslado de los recluidos en el penal de mediana seguridad de San José del Rincón, Nayarit, a cárceles oaxaqueñas, sin el consentimiento de ellos mismos ni de sus familiares.
Al término del acto político una columna de agentes de la policía municipal de Oaxaca de Juárez atravesó la Plaza de la Danza durante el recorrido a su cuartel. La intempestiva presencia fue catalogada por la APPO como una provocación.
En un comunicado, el gobierno del estado manifestó que su voluntad de conciliación «queda de manifiesto al apoyar legalmente la revisión de los expedientes de los detenidos a raíz de los acontecimientos del 25 de noviembre y de impulsar una reforma del Estado ciudadana que responda a los anhelos de progreso con justicia social».
Consideró que quienes critican la iniciativa de reforma del Estado «deben ejercer su derecho a disentir proponiendo soluciones a los problemas estructurales de la entidad».
Para este sábado la APPO ha programado la celebración de la Noche de Rábanos, alterna a la convocada por el gobierno estatal, en el atrio del templo de Santo Domingo, lo que supone la recuperación de ese espacio.