Horas después de la suscripción del acuerdo con el gobierno de Venezuela que dio vida a la estatal Petroandina, el presidente de Bolivia Evo Morales suscribió con su homólogo Néstor Kirchner de Argentina un acuerdo de financiamiento por 450 millones de dólares para la construcción de una de las plantas separadoras de líquidos más grandes […]
Horas después de la suscripción del acuerdo con el gobierno de Venezuela que dio vida a la estatal Petroandina, el presidente de Bolivia Evo Morales suscribió con su homólogo Néstor Kirchner de Argentina un acuerdo de financiamiento por 450 millones de dólares para la construcción de una de las plantas separadoras de líquidos más grandes de Sudamérica en el Chaco boliviano. Con la firma de estos acuerdos de integración energética, los Presidentes Morales, Kirchner y Hugo Chávez consolidaron la Organización de los Países Productores y Exportadores de Gas del Sur (Opegasur) y proyectaron al departamento de Tarija como el principal productor de hidrocarburos y polo industrializador de gas en la región.
La planta de separación de líquidos del gas exportado a Argentina será propiedad de YPFB en su totalidad. El dinero para la construcción saldrá de un crédito concesional otorgado por Argentina, a 20 años plazo y con una tasa de interés anual del 1,5%. La planta industrializará el gas en el lado boliviano de la frontera con Argentina; producirá etanol, fertilizantes, y gasóleo o diesel. Tendrá la capacidad de operar sobre 38 millones de metros cúbicos diarios de gas. El acuerdo es parte de los convenios energéticos suscritos con Argentina que permitirán exportar a partir de 2010 alrededor de 27,7 millones de metros cúbicos, cinco veces más que en la actualidad.
Morales pidió a los habitantes del Chaco «no pelear» y esperar a que un estudio determine el punto exacto donde se instalará la planta separadora de líquidos. Tras la firma del acuerdo, Kirchner le dijo al Presidente: «Querido Evo, mi teléfono va a estar esperando tu llamada; si estos empresarios que tienen que cumplir como Petrobras, Repsol y otros no cumplen, levantá el teléfono y los argentinos van a venir a cumplir contigo para generar la producción de corazón». Morales advirtió a las transnacionales que no inviertan en campos petroleros que se revertirán sus campos al Estado.
Además, los presidentes de Bolivia y Venezuela suscribieron un memorándum de compromiso para la exploración y explotación de hidrocarburos en cuatro bloques en los departamentos de Tarija y Chuquisaca, los cuales serán asignados a YPFB mediante Petroandina Sociedad Anónima Mixta (SAM) con una inversión de 600 millones de dólares. Por otro lado, Morales y Chávez rubricaron un memorándum de entendimiento para la ejecución de una agenda energética a futuro que contempla la construcción de un complejo para la industrialización de gas natural, la instalación de una planta de fertilizantes (petroquímica) y una planta termoeléctrica en Puerto Suárez, Santa Cruz.
YPFB participará en la exploración y explotación del bloque sudamericano en la franja petrolífera de Orinoco en Venezuela. De esta forma el país será parte de un proceso energético en el exterior controlando el 40 por ciento de las acciones.
Chávez y Morales firmarán en Entre Ríos el convenio para el inicio de la construcción de una planta termoeléctrica de 100 megavatios de potencia con una inversión de 70 millones de dólares. El viceministro de Electricidad Rafael Alarcón informó que la planta se interconectará al sistema nacional para garantizar el suministro de electricidad desde 2008. El Estado boliviano comprometió el 70% de la inversión, que se espera no supere los 80 millones de dólares, mientras que Venezuela detentará el 30 por ciento.
La planta termoeléctrica se instalará en Entre Ríos (Cochabamba), y utilizará 50 mil pies cúbicos de Gas Licuado de Petróleo (GLP) por día, volúmenes garantizados a través del pozo petrolero Paloma ubicado cerca de la localidad de Entre Ríos. La industria será administrada por la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE).
Los proyectos binacionales concretados este viernes, que en conjunto demandarán una inversión total aproximada de 1.100 millones de dólares, son parte de la primera fase de la industrialización. «Como país ingresamos a la era de la industrialización de los hidrocarburos», se trata del paso más importante en toda la política de hidrocarburos, que consiste en la materialización del programa de industrialización», interpreta el ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana.