Ahora, la mitad del comercio bilateral queda liberado. No se trata de un TLC, ya que está inscrito dentro del acuerdo marco de la nación azteca con el Mercosur. El comercio crecería en 716 millones de dólares. Si la Economía marcha bien, es fácil que los políticos se pongan de acuerdo. La relación entre Buenos […]
Ahora, la mitad del comercio bilateral queda liberado. No se trata de un TLC, ya que está inscrito dentro del acuerdo marco de la nación azteca con el Mercosur. El comercio crecería en 716 millones de dólares.
Si la Economía marcha bien, es fácil que los políticos se pongan de acuerdo. La relación entre Buenos Aires y México está deteriorada desde la Cumbre de las Américas, realizada el año pasado en Mar del Plata, Argentina. El presidente anfitrión, Néstor Kirchner, fue uno de los que más se opuso a la firma de un acuerdo para que entrase en vigencia el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), mientras que su homónimo mexicano, Vicente Fox, fue uno de los más fervientes defensores.
No obstante ello, ambos países firmaron en la capital mexicana la ampliación del Acuerdo de Complementación Económica (ACE 6), con lo cual el comercio bilateral va a quedar liberalizado para la mitad del intercambio de bienes.
El lector desprevenido puede pensar que se trata de la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC), lo que está prohibido para Argentina como integrante del Mercado Común del Sur (Mercosur). Pero, en verdad, lo que se rubricó se encuentra previsto dentro del acuerdo marco que ese bloque comercial (que además lo integran Brasil, Paraguay y Uruguay como miembros plenos) firmó con México en julio de 2002.
Se trata de una ampliación del ACE vigente desde 1993. Ese tratado establecía que 1649 ítems -el 25 por ciento de las ventas argentinas a México- quedaban liberados, mientras que la economía sudamericana liberaba un total de 2126 ítems producidos por el país norteamericano.
Ahora, México eleva a 2664 los bienes «Made in Argentina» que pueden ingresar a su mercado en forma ilimitada, es decir, el 41 por ciento de las importaciones de ese origen. Mientras que, por su parte, Buenos Aires ahora eleva a 3065 los bienes que pueden arribar al mercado doméstico sin pagar aranceles, el 47 por ciento del total.
Con la entrada en vigencia de este acuerdo, se espera que el comercio bilateral se incremente en 716 millones de dólares.
Las colocaciones argentinas en la mayor economía latinoamericana sumaron en 2005 1143 millones de dólares, mientras que México pudo vender a su vez bienes por 793 millones de la misma moneda. El saldo comercial fue de 349, 5 millones favorable al país del sur.
El total de los productos gráficos y editoriales, el 98 por ciento de la industria plástica y el 80 por ciento de la química va a quedar liberado con la entrada en vigencia de este ACE. También se incrementa el acceso de maquinarias y equipos metalmecánicos, aparatos eléctricos, minerales y combustibles, pinturas, barnices, cosméticos y perfumes, medicamentos y metales comunes y sus manufacturas.
La ampliación del acuerdo se va a llevar adelante en tres etapas: algunos productos se liberan de una vez firmado, otros van a estarlo en cinco años, y los más «sensibles» deben esperar diez años.
Según informó el diario argentino La Nación, «ese acuerdo marco ratificó los convenios comerciales que cada uno de los socios plenos del bloque tenían con México y permite que se profundicen en forma bilateral hasta alcanzar el libre intercambio. Pero, por ahora, sólo Uruguay firmó un tratado de libre comercio (TLC) con México, mientras que Brasil y la Argentina cuentan con acuerdos más acotados con la nación norteamericana».
Este ACE también incluye un capítulo referido al intercambio de automóviles y autopartes. En abril pasado, ambas delegaciones comerciales habían acordado la liberalización de este sector.
En cuanto a los objetivos estratégicos de este ACE, hay que destacar que Argentina se ha convertido en un importante exportador del sector automotriz hacia México, para equilibrar el desbalance en este sector que tiene con Brasil. Por su parte, la nación azteca busca diversificar sus mercados externos, casi monopolizados por Estados Unidos. Del total de 130.000 millones de dólares que exporta México en bienes, 100 mil van dirigidos a su vecino del norte.