La Segunda Comisión de la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) aprobó por consenso el viernes en Nueva York una resolución presentada por Bolivia denominada «Armonía con la Naturaleza». La iniciativa crea un ítem en la agenda de la Asamblea General de la ONU para analizar de manera integral la ruptura del equilibrio entre los […]
La Segunda Comisión de la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) aprobó por consenso el viernes en Nueva York una resolución presentada por Bolivia denominada «Armonía con la Naturaleza».
La iniciativa crea un ítem en la agenda de la Asamblea General de la ONU para analizar de manera integral la ruptura del equilibrio entre los seres humanos y la «Madre Tierra», y para discutir propuestas e iniciativas que promuevan una vida en armonía con la naturaleza.
Con esta nueva decisión, que contó con el co-auspicio de 62 países de un total de 192, llegó la delegación oficial boliviana a la 15ª Conferencia de las Partes (COP 15) de Cambio Climático en Copenhague, capital de Dinamarca. Esta noción de la vida en armonía entre seres humanos y naturaleza se suma a la de deuda climática que Bolivia ha presentado en las negociaciones oficiales sobre cambio climático.
El gobierno de ese país sudamericano considera que los países industrializados tienen una deuda climática con el Sur global que deben pagar. A esto se suma ahora el pedido de reconocimiento de la «Madre Tierra» por parte de la Asamblea General de la ONU. Son de las propuestas más progresistas en materia de combate al cambio climático que se han presentado.
El viernes el gobierno de Bolivia destacó en la presentación de la resolución que «numerosos estudios científicos y académicos han demostrado que la magnitud, escala espacial y velocidad del cambio climático antropogénico del ultimo medio siglo no tienen precedentes en la historia de la humanidad». «De ahí la importancia del concepto de armonía, que busca tanto el bienestar humano presente y futuro, como el de la naturaleza. No puede haber bienestar ni desarrollo humano si destruimos nuestro hogar», agregó, según una nota de prensa difundida desde el gobierno.
La resolución invita además a los Estados y organismos pertinentes del sistema de Naciones Unidas a considerar el tema y a transmitir a la Secretaría General sus opiniones y visiones al respecto. Asimismo, solicita al Secretario General preparar un informe que se presente en el sextuagésimo quinto período de sesiones de la Asamblea General en 2010.
La nueva medida plantea ahora el desafío de que se generen nuevas propuestas a nivel político e intergubernamental que tomen en cuenta no sólo el bienestar humano sino también el valor intrínseco de las especies y los ecosistemas, independientemente de su utilidad para los seres humanos.
«Pensamos que no se trata de entrar en un estado de inercia para no afectar a la naturaleza. La vida de los seres humanos conlleva siempre un grado de afectación al planeta Tierra. El desafío de la humanidad es que esa afectación no sea tal que acabe destruyendo el equilibrio del sistema Tierra revirtiéndose contra el propio desarrollo humano», concluyó el discurso de la delegación de Bolivia ante la ONU.