Con la llegada de 2013 Bolivia se apresta a ser escenario de una carrera de fondo hacia los comicios previstos para finales del venidero año, no exenta de obstáculos y planes subversivos de los enemigos de esta nación andina, pero en la cual el presidente Evo Morales, aun sin candidatearse oficialmente, aventaja a los tradicionales […]
Con la llegada de 2013 Bolivia se apresta a ser escenario de una carrera de fondo hacia los comicios previstos para finales del venidero año, no exenta de obstáculos y planes subversivos de los enemigos de esta nación andina, pero en la cual el presidente Evo Morales, aun sin candidatearse oficialmente, aventaja a los tradicionales partidos conservadores y a sus posibles contrincantes opositores.
Los avances experimentados en las esferas económicas y sociales durante el Proceso de Cambio emprendido por Morales constituyen su principal arma para no dejar trecho alguno a sus adversarios en la arrancada preelectoral, pese a algunos problemas como casos de corrupción y extorsión destapados en las últimas semanas en niveles medios del ejecutivo y del poder judicial, que, dicho sea de paso, hoy se escenifican en el cualquier Estado del mundo.
Las estadísticas económicas de Bolivia, pese a la compleja crisis financiera internacional, dicen mucho de la positiva gestión del mandatario, que según una reciente encuesta, cuenta con el respaldo de casi un 64 por ciento de la población, entre urbana y rural, de este país sudamericano.
Acorde con un informe de la Comisión Económica para America Latina (CEPAL), dado a conocer hace pocas horas, Bolivia, seguirá creciendo en 2013, como lo hizo el pasado año, en más de de un 5 por ciento, y será de los que más progresará en Latinoamérica.
Al mismo tiempo, la reducción de la extrema pobreza en 2012 se estimó en un 20 por ciento, mientras se materializa un gran programa de cara al 2025 para eliminarla totalmente, a la vez que se dan pasos importantes en la industrialización e institucionalización del país.
Durante el año que acaba de culminar se consiguieron varios récords en cuanto a datos económicos, y destacaron en ese sentido el de las exportaciones, que superaron los 11 mil millones de dólares, y las reservas internacionales, que llegaron a los 14 mil millones, una nueva marca histórica.
Resaltó asimismo el aumento de volumen de productos agrícolas en un 12%, con respecto al 2011, y el de las exportaciones en alrededor del 20%, así como la renta petrolera que sobrepasó los 4 mil millones de dólares.
Lo números no dan margen alguno a cuestionar la labor desarrollada por el presidente Morales y su ejecutivo, pese a los intentos de las desprestigiadas fuerzas políticas de derecha, que alentadas y financiadas por Estados Unidos y algunos de sus aliados, han intentado empañar los avances logrados por Bolivia, y exacerbar viejos conflictos heredados de anteriores regímenes neoliberales.
Claro, que esos partidos, como Unidad Nacional (UN), Convergencia Nacional (CN), y otros como el Movimiento Sin Miedo (MSM), carecen de liderazgo y apoyo entre la población, están desperdigados, y únicamente se mantienen a la defensiva, atándose a cualquier pretexto para denigrar del gobierno y del Movimiento Al Socialismo (MAS).
La oposición boliviana, según la misma reciente encuesta, cuenta solo con un 22 por ciento de respaldo, lo cual evidencia que en la arrancada hacia las venideras elecciones el presidente Morales ya marca una notable ventaja.
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