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Aumentan presiones sobre Asamblea Constituyente boliviana

Fuentes: Reuters

Autoridades y líderes sociales de la combativa ciudad boliviana de El Alto amenazaron el miércoles con organizar una gran marcha hasta la sureña Sucre, con el fin de exigir garantías para que la Asamblea Constituyente pueda concluir su labor antes de fin de año. La amenaza de El Alto, ciudad contigua a La Paz, se […]

Autoridades y líderes sociales de la combativa ciudad boliviana de El Alto amenazaron el miércoles con organizar una gran marcha hasta la sureña Sucre, con el fin de exigir garantías para que la Asamblea Constituyente pueda concluir su labor antes de fin de año.

La amenaza de El Alto, ciudad contigua a La Paz, se sumó a un compleja mezcla de negociaciones y presiones que tiene paralizada a la Asamblea desde mediados de agosto, con riesgo de que no pueda concluir la aprobación de la nueva carta magna en el plazo establecido, que vence el 14 de diciembre.

El vicepresidente del Concejo Municipal y uno de los más radicales líderes alteños, Roberto de la Cruz, dijo a radios paceñas que las medidas de «defensa de la Asamblea Constituyente» fueron decididas por una reunión de organizaciones vecinales y sindicales.

«La ciudad de El Alto hasta hoy ha mantenido un silencio absoluto para no agravar los conflictos, pero ahora hemos resuelto que la Asamblea Constituyente se reinstale de manera inmediata en Sucre en cumplimiento de la ‘agenda de octubre’ del 2003,» dijo a radios paceñas.

La «agenda de octubre» es el conjunto de demandas políticas y sociales, incluida la Asamblea Constituyente, por las que los alteños se levantaron en violentas manifestaciones hace cuatro años, provocando la caída del entonces presidente neoliberal Gonzalo Sánchez de Lozada.

«Apenas se reinstale la Asamblea en Sucre (su sede legal), los alteños viajaremos a esa ciudad no a provocar sino a garantizar la reinstalación y éxito de las sesiones,» agregó De la Cruz.

El presidente Evo Morales, que hizo de la «agenda de octubre» la base de su programa de gobierno, ha prometido «refundar» Bolivia mediante una nueva constitución que dé más poder a los indígenas y consolide la nacionalización de la economía.

Pero el cumplimiento de esa promesa no parecía tarea fácil para una Asamblea que está paralizada a causa de una disputa entre las ciudades de Sucre y La Paz por la sede del gobierno nacional.

De la Cruz dijo que El Alto «no permitirá que ninguna repartición del Estado sea trasladada a Sucre bajo ningún argumento.»

En Sucre, entretanto, se esperaba el desenlace de una tortuosa negociación entre los líderes de esa ciudad y emisarios de una comisión multipartidaria que representa más de dos tercios de votos de la Asamblea.

Los líderes sucrenses rechazaron el pasado fin de semana una propuesta de traslado parcial del gobierno y ratificaron su decisión de no permitir la reinstalación de la Asamblea si no se atiende primero su demanda de «capitalidad plena,» que es rechazada firmemente por La Paz, bastión electoral de Morales.

Fuentes políticas dijeron que la comisión multipartidaria consideraba la posibilidad de solicitar el traslado de la Asamblea a otra ciudad, si persistía el conflicto.