En los medios de comunicación en Bolivia se escucha, se propaga y se observan estas dos posturas: «la constituyente y las autonomías». Las presentan como novedades de última generación y como las «soluciones» a todos los problemas que afectan al país; qué es lo esta detrás de esos planteamientos políticos de sectores aparentemente opuestos, pero […]
En los medios de comunicación en Bolivia se escucha, se propaga y se observan estas dos posturas: «la constituyente y las autonomías». Las presentan como novedades de última generación y como las «soluciones» a todos los problemas que afectan al país; qué es lo esta detrás de esos planteamientos políticos de sectores aparentemente opuestos, pero que coinciden en que lo que pretenden es salvar el sistema «democrático» que se vive en Bolivia.
La constituyente hoy impulsada por sectores campesinos, por influencia de ONG’s, financiadas por países europeos, también es difundida insistentemente por el M.A.S. y otros parlamentarios reformistas. La constituyente ha sido una recomendación del Banco Mundial, mediante un informe que recibió el presidente Mesa, el 25 de noviembre de 2003; así, Mesa ha instruido que esos recursos económicos de organismos internacionales se propaguen por distintos medios de comunicación que sostienen que con la constituyente la «democracia» será diferente. Cuando los que deciden no son los bolivianos.
Lideran el planteamiento de las autonomías empresarios, que ya han formado parte de distintos gobiernos en el país y que han apoyado el programa neoliberal desde sus inicios, ahora buscan culpar del fracaso al «centralismo» que se personifica hoy en Carlos Mesa. En Santa Cruz hoy tres son los empresarios que aparecen como los más duros, Céspedes de la C.A.O., Germán Antelo del Comité Cívico, y Gabriel Dabdoub de la CAINCO; ésta es la trica derechista, plantean mano dura para defender la «democracia» y llevar adelante las autonomías lo más pronto a través de la realización de otro referéndum.
En el mismo informe del B.M. también se dice, según un diario local, que «el BM esta dispuesto a apoyar en varios niveles para el diseño de cualquier nueva estructura federalista que salga como resultado de la Constituyente,…». Desde ahí es que las autonomías han tomado mayor difusión.
Se pretende encasillar el debate en torno a que primero será la Constituyente y luego las autonomías y viceversa, pretenden crear falsas ilusiones en la población, pero esa discusión no esclarece el fondo de estos dos planteamientos que se agitan con muchos recursos económicos, porque lo que buscan es seguir sosteniendo el programa neoliberal disfrazado de «democrático», que no ha resuelto los grandes problemas de Bolivia.
En realidad la constituyente que aparece apoyada por sectores de campesinos, y las autonomías impulsadas por empresarios, son dos remaches con lo que los poderosos del mundo quieren imponer sus «soluciones» pisoteando la soberanía.
Así los organismos del imperialismo pretenden que el reino de las transnacionales sea eterno.