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Autonomías, si ….Pero no así!

Fuentes: www.tinku.org

La complejidad de nuestra sociedad, la existencia de naciones, regiones, sectores y pueblos marginados con características económicas, políticas y sobre todo, culturales peculiares y las estructuras burocráticas del sistema estatal actual que no se corresponden con estas características, hacen que los ciudadanos se sientan desprotegidos y abandonados por el Estado. Frente a este fenómeno y […]

La complejidad de nuestra sociedad, la existencia de naciones, regiones, sectores y pueblos marginados con características económicas, políticas y sobre todo, culturales peculiares y las estructuras burocráticas del sistema estatal actual que no se corresponden con estas características, hacen que los ciudadanos se sientan desprotegidos y abandonados por el Estado.

Frente a este fenómeno y a lo largo de nuestra historia no han faltado los antojos separatistas. Todo en contraposición al modelo «unitario» en que vivimos. A su tiempo las exigencias de «federalización» del país, que eran ignoradas por la clase dominante, se transformaron en reivindicaciones «autonomistas», más flexibles y tragables para el resto del país.

Nuestro país está compuesto de muy diversas zonas geográficas, la sociedad civil ha evolucionado y sufrido grandes cambios, pero la estructura de poder se ha ido quedando a la zaga.

Todos estamos conscientes que necesitamos un Estado que reconozca razonables grados de autonomía, recursos y potestades a los distintos departamentos.

Sin embargo estas modificaciones sustanciales del modelo centralizado de gobierno, no pueden ser el resultado de presiones y chantajes unilaterales. Bolivia es de todos los bolivianos, por tanto los cambios que nos afectan, deben ser la consecuencia de un análisis y debate democráticos. Este escenario es la «Asamblea Constituyente», único órgano legal que podría modificar el certificado de nacimiento de Bolivia.

– Las demandas de los comiteistas de Santa Cruz, son legítimas, pero tiene un trasfondo espurio absolutamente inadmisible. Pues las acciones que se desarrollan actualmente están digitadas por las castas oligárquicas más reaccionarias del país. Socios de las empresas petroleras que usan el centralismo como pretexto para justificar actitudes francamente separatistas. Con el objetivo de no modificar la Ley de Hidrocarburos de Gonzalo Sánchez de Lozada.

– La «autonomía» reivindicada por algunos empresaurios de Santa Cruz, tienen toda la traza de ser un chantaje separatista, que no respeta las reglas de juego democráticas que el pueblo se ha dotado en la constitución boliviana.

– El régimen unitario, ni autónomo de por si garantiza la solución de los problemas que subyacen en la crisis nacional, es decir, pobreza, exclusión, explotación, etc. Sino la modificación sustancial de los términos del régimen de distribución de las riquezas del país. Es decir la suerte de los departamentos y sectores excluidos no cambiará vía la institucionalización de 9 pequeñas repúblicas pobres que reproducirán los males de la patria grande.

– Las posiciones autonomistas se agitan por grupos oligárquicos de Santa Cruz, como reacción a la impronta del pueblo en febrero y octubre del 2003 que exige modificaciones en el sistema político, en la estructura estatal y sobre todo, la afectación de los intereses de las clases dominantes eternamente privilegiadas. Tenemos el ejemplo del año 1971, ante el ascenso del pueblo que amenazaba los intereses de la oligarquía, Santa Cruz con el apoyo del imperialismo y las oligarquías de los países vecinos, amenazó con anexarse al Paraguay.

De igual modo hoy, la oligarquía cruceña intenta bloquear el ascenso de los sectores campesinos, vecinales y cooperativistas que plantean verdaderos cambios destinados a mejorar la calidad de vida de los bolivianos y bolivianas.

– Es completamente falso que el centralismo haya perjudicado el desarrollo de Santa Cruz y beneficiado a los pueblos de occidente, para corroborar esto no hace falta sino observar los medidores socioeconómicos que indican que mientras La Paz, Oruro y Potosí enfrentan severas restricciones económicas, expresadas en sus presupuestos departamentales, Santa Cruz ha sido uno de los pocos departamentos beneficiados por jugosos presupuestos y cuyo crecimiento siempre ha bordeado el 10% anual.

– Se nos quiere hacer creer que el unitarismo es malo para nuestro crecimiento, lo que nos lleva a leer experiencias ajenas y preguntarnos: ¿Por qué Chile que es un país de gobierno unitario tiene actualmente índices de crecimiento más que interesantes?. Y en cambio Argentina, cuyo gobierno es federalizado se halla sumida en uno de sus peores crisis económicas?….

– En los términos de las «autonomías» reivindicadas por los oligarcas cruceños, se debe entender como la transferencia de competencias políticas (que tienen que ver con las atribuciones del Poder Legislativo) y administrativas (que significa cesión de competencias del Poder Ejecutivo) a los distintos departamentos.

Lo que inevitablemente provocará la transferencia de una tercera competencia, la económica. Y es en ésta competencia que precisamos delimitar claramente los procesos de compensación y resarcimiento económicos equitativos y solidarios con los departamentos no productores de hidrocarburos.

Para ello son precisos: Un espacio democrático que es la Asamblea Constituyente; reglas de juego claras contenidas en la Constitución Política del Estado, y otras normas y leyes emitidas por los órganos correspondientes; representación equitativa que garantice la presencia de la variedad y complejidad de nuestra sociedad en la Asamblea Constituyente y sobre todo la ausencia de presiones y chantajes inaceptables, pues no se puede jugar con el destino patrio.

– No pedimos caridad ni compasión; la compensación y resarcimiento económicos a los departamentos no productores de hidrocarburos se fundamenta en el aporte solidario y compromiso de país demostrado por los departamentos de Oruro, Potosí y La Paz durante la época de oro de los minerales.

– Finalmente en el análisis, definición y proclamación de la nueva Bolivia, cuyo escenario será la Asamblea Constituyente, no pueden estar ausentes instituciones llamadas a garantizar y velar por la integridad de la Patria, como son las FF.AA. y la Policía.

(*) Es abogado