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Avanzó en Sucre, la unidad revolucionaria de los pueblos latinoamericanos

Fuentes: Rebelión

Del 27 al 30 de Octubre se celebró en Sucre, Bolivia, el Primer Encuentro de Pueblos y Estados por la Liberación de la Patria Grande y en Solidaridad con la Revolución Boliviana, al que asistieron unos 700 delegados entre representantes de organizaciones sociales y políticas, académicos e intelectuales revolucionarios de América Latina, Estados Unidos y […]

Del 27 al 30 de Octubre se celebró en Sucre, Bolivia, el Primer Encuentro de Pueblos y Estados por la Liberación de la Patria Grande y en Solidaridad con la Revolución Boliviana, al que asistieron unos 700 delegados entre representantes de organizaciones sociales y políticas, académicos e intelectuales revolucionarios de América Latina, Estados Unidos y Europa.

La inauguración estuvo a cargo de la Presidenta de la Asamblea Constituyente Silvia Lazarte, y la clausura la hizo, a nombre del Presidente Evo Morales, el vice Presidente de la República de Bolivia Álvaro García Linera quien, en vibrantes y profundas reflexiones, precisó que «ganamos todos o perdemos todos».

Presentes estaban el espíritu, los hombres y las mujeres de la pachamama; la energía revolucionaria de los trabajadores de la ciudad y el campo; el entusiasmo de las juventudes del continente; el deseo de todos de hacer avanzar los procesos políticos de izquierda en la región; las banderas multicolores y el predominante rojo intenso; el té de coca, el mate y el café; el grito del pueblo unido que jamás será vencido, viva Oaxaca, alerta camina la espada de Bolivar; y la diversidad cultural de nuestra tierra con sus trajes típicos, sus idiomas, la música folclórica de nuestros pueblos, la canción comprometida, los bailes y danzas colectivos coreografiados y espontáneos. Fue una fiesta por la revolución y la unidad.

Mucho falta por andar, pero es la primera vez que se reúnen tantos representantes de distintos movimientos políticos y sociales de la diversa izquierda, experiencia combativa y sangre nueva unidas, después del derrumbe del campo socialista, para intercambiar sobre el futuro de la región y donde hubo mas coincidencias que diferencias.

La Cuba de Fidel Castro, la Venezuela de Hugo Chávez y la Bolivia de Evo Morales, sus avances y perspectivas constituyeron fuentes principales de inspiración al conjunto de las organizaciones allí presentes y estímulos para continuar y profundizar el combate por los intereses populares y la consolidación de los nuevos procesos sociales que tienen lugar en el continente.

El enemigo imperialista y las oligarquías nacionales estructuran su bloque regional, para tratar de consolidar su control sobre los pueblos y sus recursos naturales. La fuerza solidaria y combinada de las organizaciones populares y de los gobiernos revolucionarios y progresistas latinoamericanos, está llamada a impedir el avance del «norte revuelto y brutal que nos desprecia», como llamó al imperialismo norteamericano, el americano de todos, José Martí.

Como resultados concretos de este Primer Encuentro, quedó constituido el Bloque Regional de Poder Popular (BRPP) conformado por todas las organizaciones presentes y nuevo sujeto principal promotor de los cambios políticos y sociales en América Latina en esta nueva etapa; la alianza estratégica del BRPP con la Revolución Boliviana y la convocatoria a los Presidentes de los gobiernos revolucionarios y progresistas de la región a sostener un debate con las organizaciones del Bloque sobre aspectos fundamentales que garantizarán el avance del proceso en marcha en la región.

Doce mesas de especialistas abordaron, entre otros, la unificación de los movimientos indígena, campesino y obrero, el derecho a la vida, el papel de los intelectuales, el modelo económico regional de desarrollo, el Socialismo del Siglo XXI, la soberanía de la Patria Grande y su defensa militar, la salvaguardia ecológica de la Pachamama, poder popular, presupuesto participativo, autogobierno, democracia directa, la geopolítica del gas y el petróleo como armas de la liberación, identidad y educación latinoamericanas como medios de liberación y la alianza entre el poder popular y los estados para la liberación social, nacional y regional.

Posteriormente, agrupados en talleres temáticos, coordinados por los panelistas, todos los participantes en el evento tuvieron la oportunidad de aportar sus criterios y propuestas concretas que quedarán contenidas en un documento-memoria del evento. La diversidad de intereses se puso de manifiesto, pero sobre todo estuvo presente el predominio de la unidad.

Esta combinación participativa, garantizó el contenido esencialmente revolucionario, analítico, constructivo e integrador del encuentro y evitó que derivara a un simple debate académico o a un conjunto de demandas incoherentes. Fue un encuentro combativo de solidaridad con Bolivia, Venezuela y Cuba y por el establecimiento de nuevos caminos para consolidar la unidad regional entre los pueblos y los gobiernos revolucionarios y progresistas por el avance de la Revolución latinoamericana en marcha, democrática, participativa, inclusiva, antiimperialista y socialista.

Para el Encuentro propuesto en diciembre próximo en Cochabamba con los Presidentes de los gobiernos revolucionarios y progresistas de la región, con el espíritu de esta frase del Libertador «…El que manda debe oír, aunque sean las mas duras verdades y, después de oídas, debe aprovecharse de ellas para corregir los males que producen los errores», se presentaron cuatro demandas principales, reiteradas por distintos participantes, como elementos centrales para garantizar el avance del proceso revolucionario regional:

1- La necesidad de suspender los pagos de la deuda externa, varias veces ya saldada y fuente indirecta de explotación de nuestros pueblos y la utilización de esos fondos para el desarrollo endógeno de nuestras economías.

2- La retirada de las bases militares norteamericanas de los territorios la Patria Grande, elemento básico de orden estratégico en el plan imperialista de Estados Unidos para garantizar su intervención en la región, neutralizar el avance de las fuerzas populares y su control sobre nuestros recursos naturales.

3- El establecimiento de un plan integral, sustentable y ecológico de desarrollo de la industria y la agricultura que utilice racionalmente los recursos naturales de la región en función de los intereses de los pueblos latinoamericanos. Plan que debe quedar sujeto a la participación democrática y directa de los trabajadores de la ciudad y el campo, los manuales e intelectuales y especialmente de las masas indígenas interesadas en la preservación de la pachamama, y nutrirse básicamente de los ingresos provenientes de las ventas de hidrocarburos, otras materias primas y el comercio de la región.

4- La organización de un plan militar de carácter defensivo integrado regionalmente, para enfrentar la eventual agresión e intervención militar directa del imperialismo y que deberá estar basado en la concepción de la guerra de todo del pueblo.

Además de estas cuatro demandas centrales, un conjunto de otras propuestas específicas y generales fueron expuestas, como la reforma agraria; la creación de un banco bolivariano y el establecimiento de una moneda y una nacionalidad únicas; la Universidad Latinoamericana; el respaldo estatal al desarrollo cooperativo, autogestionario y cogestionario de nuevas empresas; el carácter participativo de la nueva democracia que incluya la formación y el control de los presupuestos nacionales y comunitarios, el desarrollo de nuevas formas de control financiero y bancario que garantice el dominio de los pueblos sobre los recursos naturales y financieros de nuestras naciones; la defensa del medio ambiente y la amazonía; la educación y la salud pública extendidas; el respeto a las tradiciones culturales y a la diversidad de nuestros pueblos, y otras.

La América unida que quería Bolivar y las profundas transformaciones económicas y sociales que demanda el avance revolucionario de la región, estuvieron en el centro de las preocupaciones e intervenciones de todos los conferencistas y participantes.

Fue una nueva experiencia positiva, constructiva, integrista; un significativo avance en la conformación del nuevo sujeto político de la revolución continental, que superando el intelectualismo, el protagonismo y el sectarismo, contribuyó a la unidad, la coordinación y el entrelazamiento horizontal de las diversas organizaciones sociales, políticas y gremiales de los trabajadores, los campesinos y los indígenas de nuestra Patria Grande.

El Bloque Regional de Poder Popular está marcha. El imperialismo comenzará a distorsionar su contenido y sus propósitos, intentará crear y fomentar contradicciones internas, destruirlo. Impulsar su consolidación, su influencia y su avance, es tarea de todos los revolucionarios latinoamericanos.

*Pedro Campos Santos: participante en el Encuentro y exponente en la Mesa Socialismo del Siglo XXI, sobre la Autogestión y la Cogestión obrero-estatal en la nueva economía socialista de equivalencias.

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