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Bausili y Quirno fueron a pedir el favor a los «zurdos comunistas»

Fuentes: Rebelión

Mientras el secretario de Finanzas, Pablo Quirno y el presidente del BCRA, Santiago Bausili buscarán renovar los U$S 5.000 millones del swap de divisas con el Banco del Pueblo, el diputado oficialista José Luis Espert subió fotos a twiter de su reunión con Florencia Miao-hung Hsie, directora general de la Oficina Cultural de Taiwán en Argentina. Al mismo tiempo trascendió el viaje a Taipei de dos diputados, el libertario Alvaro Martínez y la macrista Karina Bachey.

El 12 de enero pasado, Mondino recibió al embajador de China, Wang Wei. Fue parte del plan de reducción de daños, después de haber recibido a la mencionada representante comercial de Taiwán. La nueva administración lo hizo en un momento de incremento de la tensión del gobierno chino con los secesionistas taiwaneses, desafiando la política de “una sola China”.

Las volcánicas críticas que el presidente Javier Milei ha dedicado a China y a Xi Jinping en particular, llegando a tildarlos de “régimen asesinos” y enfatizando que su gobierno «no hará pactos con comunistas», choca esta semana con la necesidad del equipo económico de renegociar las condiciones del swap acordado por el kirchnerismo, ya que el tema es simple: si desde Beijing se hartan y bajan el pulgar, en junio vencen US$ 6.000 millones. Ante ese cuadro, la serie de reuniones que mantendrán este lunes el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, adquieren un volumen político fundamental. En los hechos, junto a la canciller Diana Mondino que viajó un día antes que ellos, deben reencausar una negociación que ponga en una suerte de «paraguas» a las explosivas declaraciones que hace Milei en muchas de sus entrevistas, sin medir los costos diplomáticos que pueden implicar.

Bausili y Quirno partieron este viernes por la tarde en busca de refinanciar ese segmento activado que comienza a vencer en junio, y se sumarán a la comitiva de Diana Mondino, quien salió antes que ellos rumbo al gigante oriental. La agenda de Bausili marca que emprenderá el regreso a Buenos Aires el martes, mientras que Quirno seguirá con la comitiva oficial rumbo a París, donde participará de las reuniones en las que la Argentina recibirá la hoja de ruta de acceso a la OCDE.

La negociación, que tiene voltaje político que económico, se centra en lograr que un segmento del Swap de  U$S4.900 millones que vencen en junio de este año, y que fueron utilizados en su momento por el exministro de Economía Sergio Massa para compensar la falta de dólares y hacer frente al pago de vencimientos con deuda, puedan renegociarse con nuevas fechas de vencimiento.

A pesar de las compras de divisas por más de U$S 14.000 millones en la era Milei, sigue siendo deficitario. Según una exposición hecha en EE UU por el vicepresidente del BCRA, Vladimir Werning, las reservas netas son negativas en U$S 4,000 millones.

Además, esta semana hay que pagar U$S 2.735 millones al FMI, entre capital e intereses. Hay compromisos con otros organismos bilaterales y multilaterales por U$S 361 millones previstos para mayo. Y en julio hay que abonar U$S 2.586 millones por intereses y por la primera amortización de los títulos públicos emitidos en la reestructuración del 2020.

Claro que dada la relación tirante con el gobierno chino, a partir de la posición contraria frecuentemente expresada por Milei, se espera un diálogo complejo y en rigor no se sabe cuál será la respuesta de Xi, el único que puede sellar un nuevo plazo. Se descuenta que la reunión con Gongsheng no dejará una respuesta y solo será un paso a la decisión final de Xi.

La agenda de Quirno en Beijing también incluirá reuniones con el Vicepresidente de la República Popular China, Han Zheng; el Viceministro de Comercio y Representante de China para el Comercio Internacional, Wang Shouwen; y con el Gobernador del Banco Popular de China (PBC), Pan Gongsheng. 

Además, el secretario estará presente en la reunión con el Canciller de la República Popular China, Wang Yi; y con el Vicepresidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR), Zhao Chenxin.

Luego, la comitiva se trasladará a París, donde continuarán los encuentros bilaterales.

Obras paralizadas

Las obras del complejo hidroeléctrico sobre el río Santa Cruz aguarda decisiones del gobierno de Javier Milei para su continuidad: el pedido a China de un desembolso de 500 millones de dólares y saldar una deuda con el consorcio constructor de 400 millones de dólares, correspondientes a certificaciones de obras, mientras hay 1.800 trabajadores que esperan ser reincorporados. La construcción se detuvo en noviembre pasado, un mes antes del cambio de gobierno. El ministerio de Trabajo santacruceño dispuso una conciliación obligatoria para evitar los despidos ya programados.

Otros proyectos frenados son un puerto en Ushuaia, la compra de 200 coches para la línea Roca, con el financiamiento del Banco de Desarrollo de China, la renovación de la línea San Martín, en su trayecto Buenos Aires-Mendoza y mejoras en el ferrocarril Belgrano Cargas.

Milei pretende liderar el camino de resistencia a los BRICS

El pasado 14 de enero Clarín publicaba un editorial escrito por Marco Rubio, senador de los EE UU del ala conservadora del Partido Republicano. Allí resalta que la decisión de unirse a los BRICS habría sido un desastre para Argentina porque el país hubiera quedado en las garras de una dictadura comunista extranjera.

Pero también habría sido un desastre para EE UU porque hubiera debilitado su posición internacional “por el alineamiento de la segunda economía más grande de Sudamérica -y la tercera fuente de litio más grande del mundo, un mineral fundamental para la construcción de objetos incluyendo teléfonos inteligentes hasta aviones de combate, con nuestro mayor adversario.

En cambio, como candidato Milei declaró que el alineamiento de Argentina es con EE UU e Israel y que no iba a aliarse con los países comunistas. Y cuando se le presentó la oportunidad de unirse a los BRICS, el presidente Milei la rechazó”.

¿Se está usando a la Argentina como un pequeño teatro de operaciones de una fricción global entre las dos superpotencias?

El primero de la clase frente a la Casa Blanca: Importantes definiciones en la visita de Laura Richardson

La jefa del Comando Sur del Ejército norteamericano, Laura Richardson, so salía de su asombro por el espectacular trato protocolar que le dispensaron. Había madrugado con Milei y su ministro de Defensa en la base de Ushuaia hasta donde voló el jefe de Estado. Allí le entregó un avión Hércules que fue un regalo disfrazado de leasing (U$S 100.000) para un avión de 35 años de antigüedad, modernizado.

El embajador americano, Marc Stanley, aprovechó para pedir que se audite qué hace el Ejército chino en la base secreta de Neuquén (sic).

Además, redoblando la apuesta, Milei prometió un puerto compartido con EE UU en Tierra del Fuego, donde antes se hablaba de lo mismo, pero con China.

Luego de la visita de Richardson Biden envió otros dos funcionarios: la subsecretaria para el Comercio Internacional, Marisa Lago y el subsecretario Adjunto para América del Sur, Kevin Sullivan, ex encargado de negocios en la embajada estadounidense en Buenos Aires durante el gobierno de Cristina Kirchner y Héctor Timerman como canciller.

Ya habían pasado por Buenos Aires el subsecretario de Estado, Brian Nichols, el secretario de Estado, Anthony Blinken y el jefe de la CIA, William Burns.

El problema de los Tres cuerpos”

Así se llama la popular serie de Netflix donde una antena de comunicaciones provoca una crisis mundial. Una similar, ubicada en Neuquén, causó tensión diplomática entre EE UU, Argentina y la República Popular china.

Sin embargo, ministros, embajadores, científicos de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) como el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), ya ingresaron 40 veces a la estación de comunicaciones china en Neuquén y hasta ahora “no encontraron a ningún militar chino ni actividades con fines militares”. Incluso “el ex agregado científico de la embajada de EE UU ingresó en las instalaciones” dentro de una comitiva de diplomáticos que visitaron el lugar el 26 de agosto de 2019.

Sin embargo, el embajador norteamericano, Marc Stanley, afirmó a fines de marzo: “Con respecto a los chinos, me sorprende que la Argentina permita que las Fuerzas Armadas chinas operen en Neuquén, en secreto, haciendo quién sabe qué. Tengo entendido que se trata de soldados del ejército chino que operan este telescopio espacial, no sé lo que hacen, creo que los argentinos tampoco lo saben, y deberían entender por qué los chinos están desplegados allí”.

También la generala Laura Richardson insistió con la preocupación sobre las instalaciones chinas en las charlas de alto nivel que mantuvo con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, los ministros de Seguridad, Patricia Bullrich, y de Defensa, Luis Petri.

En general, las visitas a la base las hacen los científicos de la CONAE y el ENACOM. El primero depende del jefe de Gabinete y este último organismo, tiene que verificar que los chinos no usen bandas radioeléctricas que interfieran las comunicaciones argentinas civiles o militares.

Por otra parte, el personal chino de la estación “son cinco científicos, un electricista y un cocinero”, revelaron científicos y funcionarios argentinos.

La enorme antena de comunicaciones (35 metros de diámetro) “es muy lenta para guiar o seguir misiles. Está preparada para seguir satélites o naves espaciales”, afirmaron.

“Tampoco puede hacer espionaje sobre territorio norteamericano por la curvatura de la tierra”, agregaron. La seguridad del predio está a cargo de la Policía de Neuquén y hace unos años atrás de una empresa privada, “nunca soldados chinos”, sostuvieron.

Por otra parte, “en cuanto a la información que recopila China, la CONAE puede tener acceso por medio de un convenio específico”, agregaron.

La CONAE tiene una oficina propia dentro de las instalaciones y el derecho al uso del 10% del tiempo de la antena para los astrónomos y radioastrónomos argentinos. La estación “no tiene inmunidad diplomática”, como afirman algunos medios. Las 200 hectáreas en que funciona fueron entregadas por la provincia de Neuquén como comodato a la CONAE.

No hay que olvidar que China, más allá del sector más pronorteamericano del gobierno de Milei, apoya la soberanía argentina en Malvinas. No lo hace EE UU. Además, es nuestro segundo socio comercial.

Fuentes: Clarín, Tiempo Argentino, Perfil, La Nación

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