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Bolivia aboga por dignificar a la niñez

Fuentes: Prensa Latina

Mateo López, un niño boliviano de apenas 10 años, fue uno de los casi dos millones de infantes que recibió este año el Bono Juancito Pinto, una ayuda económica dirigida a evitar la deserción escolar. «Es un premio a mis notas en 2010, pero también un apoyo a mi familia para que el estudio sea […]

Mateo López, un niño boliviano de apenas 10 años, fue uno de los casi dos millones de infantes que recibió este año el Bono Juancito Pinto, una ayuda económica dirigida a evitar la deserción escolar.

«Es un premio a mis notas en 2010, pero también un apoyo a mi familia para que el estudio sea lo más importante», afirmó el estudiante de la escuela Delia Gambarte de Quezada, en la zona de Pampahasi (La Paz), al recibir unos 200 bolivianos (28 dólares) por única vez.

Iniciativa de los niños

El Bono Juancito Pinto fue de las primeras medidas sociales implementadas en 2006 por el gobierno de Evo Morales, y surgidas por iniciativa de un Congreso Infantil, donde los menores juegan a ser diputados y senadores, y proponer leyes de apoyo a ese sector históricamente desprotegido.

Este reportero recuerda cuando hace cuatro años surgió la propuesta; entonces algunos adultos pensaron que sería irrealizable debido a los montos que debería erogar el Estado.

Sin embargo, el propio dignatario Morales fue de los primeros en respaldar la idea, unos meses después de encabezar la nacionalización de los hidrocarburos (1 de mayo de 2006) y anunciar que esos recursos volverían al pueblo para dignificar a los bolivianos.

De 2006 a la fecha, una vez al año, coincidiendo con el mes en que finaliza el curso escolar y una vez acreditada la asistencia a las aulas de los estudiantes de colegios públicos, se organiza en todo el país la distribución de la ayuda económica.

En ese proceso, los miembros de las Fuerzas Armadas han tenido una participación activa, sobre todo en lugares apartados y en zonas rurales.

Este año se movilizaron unos dos mil uniformados que recorrerán hasta diciembre, por aire, tierra y vías fluviales, las más recónditas regiones para entregar el pago.

La ayuda consiste en 200 bolivianos (28 dólares) que si hace cuatro años benefició a alumnos hasta quinto grado de primaria, hoy llega hasta los de octavo.

Desde el inicio del pago, la cantidad de beneficiarios se incrementó de un millón 85 mil 360 niños en 2006 a un millón 818 mil 316 en este año.

En 2007 el bono llegó a un millón 321 mil 812 alumnos; en 2008 se incorporó a los alumnos de séptimo y octavo de grado de enseñanza y los beneficiarios alcanzaron un millón 681 mil 35 en todo el país.

En 2009 se pagó a un millón 748 mil 380 infantes.

Para ese objetivo, este año el Ejecutivo dispuso de 363,6 millones de bolivianos( poco más de 54 millones de dólares), cuyas fuentes de financiamiento fueron la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Corporación Minera de Bolivia (Comibol) y el Tesoro General de la Nación (TGN).

La meta es deserción cero

Sobre esta medida, el presidente Morales afirmó que la meta es erradicar totalmente la deserción escolar y reducir los actuales índices de extrema pobreza.

Durante un acto en el Coliseo Cerrado de la ciudad altiplánica de Oruro el pasado 4 de noviembre para entregar la ayuda económica, el estadista señaló que a esa política contribuye el Bono.

Según explicó el dignatario, de 2006 a la fecha Bolivia logró reducir el abandono de las aulas del seis al dos por ciento, pero la meta es deserción cero, remarcó.

Agregó que luego de la nacionalización de los hidrocarburos, en mayo de 2006, se ha fortalecido la economía porque el Estado ha pasado a tener el control total de los recursos naturales.

«El dinero que es del pueblo debe retornar al pueblo y por ello el Gobierno ha creado el Bono Juancito Pinto», aclaró.

Morales precisó que en estos cinco años de vigencia del Bono para la niñez se ha llegado al 42 por ciento de los hogares, a lo cual se suman ayudas económicas destinadas a los ancianos y las embarazadas, otros dos sectores sociales históricamente desprotegidos.

Con esos planes, acotó, el Ejecutivo espera disminuir en forma considerable la extrema pobreza que afecta a parte de la población y enfrentar las asimetrías existentes entre quienes tienen mucho y los pobres.

Informó que desde 2006 se ha logrado disminuir la pobreza extrema del 37,7 por ciento al 20,3 por ciento.

En las áreas rurales, dijo, esos índices cayeron del 42,3 al 30,3 por ciento, y en las ciudades, del 31,1 al 11,9 por ciento.

El jefe de Estado también recordó los informes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los cuales muestran que la pobreza en general cayó del 42 al 31 por ciento en Bolivia.

«Vamos a apoyar siempre a los sectores más sensibles y abandonados de Bolivia en el pasado, que son los niños, las mujeres y los ancianos», remarcó.

El órgano Ejecutivo estudia ampliar este monto en el futuro sobre la base del mejor desempeño de la economía nacional, explicó.

Este año, según el viceministro de Educación Alternativa y Especial, Noel Aguirre, el cinco por ciento de los beneficiados con el Bono Juancito Pinto padece algún tipo de discapacidad, y recibieron la ayuda independientemente de la edad y el grado escolar.

Historia del bono

Juan Pinto (Juancito) fue un niño que nació en La Paz, en 1867, y a los 12 años se enroló en las tropas de su país, en la Guerra del Pacífico (1879).

En abril de 1879, el niño tomó la decisión de seguir al frente de batalla, junto a los soldados contagiados de civismo y entusiasmo.

Juancito fue integrado a los entrenamientos militares, donde aprendió de las intensas instrucciones; de ese modo el trato disciplinario y la vida de cuartel le llevaron a asumir en su infancia la noble misión de la defensa nacional.

Designado como «Corneta de órdenes», luego desempeñó las funciones de «Tambor» en el regimiento Colorados de Bolivia, que se preparaba para la batalla de El Alto de la Alianza.

En un combate, el 26 de mayo de 1879, donde se enfrentaron los ejércitos de Chile y los aliados de Bolivia y Perú, el tambor de Juancito fue destruido quedando completamente inservible y lo arrojó al suelo.

De los heridos tomó un arma y regresó al frente, ante el asombro de los soldados, quienes lamentaron su muerte temprana.

Dos años después, en 1881, cuando representantes del ejército boliviano asistieron a la convención de la Cruz Roja en Ginebra, informaron que el niño Juancito Pinto murió como todo un héroe.

Mario Hubert Garrido es corresponsal jefe de Prensa Latina en Bolivia.

http://www.argenpress.info/2010/11/bolivia-aboga-por-dignificar-la-ninez.html