La línea definida por los Estados Unidos de Norteamérica de subordinar la decisión política a los intereses de las altas finanzas, ha obligado a la Secretaría de Estado a diseñar planes que les permitan instaurar gobiernos controlados en la región, que faciliten la entrega de los recursos al capital transnacional, esto quiere decir, que los […]
La línea definida por los Estados Unidos de Norteamérica de subordinar la decisión política a los intereses de las altas finanzas, ha obligado a la Secretaría de Estado a diseñar planes que les permitan instaurar gobiernos controlados en la región, que faciliten la entrega de los recursos al capital transnacional, esto quiere decir, que los países que tienen la cualidad de poseer riquezas que están clasificadas como estratégicas por los EE.UU. son acechados permanentemente por la posibilidad de la invasión. Un rápido recuento de lo que acontece en Bolivia en relación a los Hidrocarburos, nos permiten apreciar, que el movimiento social boliviano demandó en octubre la renacionalización de los Hidrocarburos y no una mera reconsideración de beneficios por concepto de impuestos a favor del estado boliviano, esto naturalmente amenaza los intereses de las transnacionales y los negociados de la oligarquía, políticos, tecnócratas, y toda un mundo de negociantes que desde hace 18 años se enriquecen percibiendo millonarias comisiones por la realización de contratos lesivos al estado y al interés nacional.
La Secretaria de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica, coherente con la definición de su gobierno ha diseñado un plan de restauración oligárquica en Bolivia – denuncia Pueblo Acción y Soberanía en su Boletín Informativo Nº 2, febrero de 2004- que hoy adquiere connotaciones inimaginables por estar vinculadas a objetivos económicos y militares, que de acuerdo a información de contrainteligencia, denuncian la existencia de un Plan conjunto EE.UU., ISRAEL y CHILE, quienes por vía de la ocupación militar a nuestro país quieren hacerse del negocio de los Hidrocarburos y del control militar de la región.
La política expansionista de Chile, coincide de manera natural con este macabro Plan de ocupación militar que se inicia con:
1) El despliegue de una campaña a nivel internacional sobre el supuesto de la existencia de una sociedad narcoterrorista que estaría gobernando Bolivia, con este argumento y la justificación de pacificar el país y garantizar la tranquilidad de la región, se preparan el ejército chileno y los marines para realizar esta operación, los mismos que han definido instalar su base de operaciones en la Guarnición del Norte «Huara» en Iquique, desde donde se desplazan a la localidad de Colchane al norte de Chile, lugar que concentra Grupos de Élite y Tropa, con el apoyo de vehículos blindados, carros de asalto y camiones
2) Desplazamiento de personal de los servicios de inteligencia de Israel y Chile a territorio nacional quienes desarrollan labores de persuasión, orientadas a generar un espíritu pro-chileno en dirigentes y pobladores de las provincias ubicadas en los departamentos de La Paz, Oruro y Potosí – a lo largo del hilo fronterizo entre Chile y Bolivia – sobre las bondades de anexarse a Chile que se traduciría en seguridad y progreso.
3) Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) que desarrollan intensa actividad para generar apoyo a la propuesta de la exportación de GAS por Chile – denuncia de Oscar Olivera, Leonilda Zurita y Luis Sánchez- . La Mano Negra de los EE.UU.
Todas estas acciones y el movimiento tropas de ejército chileno, están bajo el mando directo de la Secretaría de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica, quienes han definido alcanzar los siguientes objetivos:
– impedir que la presión social boliviana, obligue al gobierno a la aprobación de una Nueva Ley de Hidrocarburos que renacionalice el Petróleo y devuelva la propiedad de los Hidrocarburos a los bolivianos
– impedir la exportación del GAS, por puerto no chileno
– impedir la realización de la Asamblea Constituyente
– Impedir el juicio de Responsabilidades a Gonzalo Sánchez de Lozada.
Nuevamente los países del mundo serán testigos de la prepotente y criminal actitud de los EE.UU. que utilizando la calumnia y la mentira, ocupan militarmente países violando flagrantemente acuerdos internacionales que establecen el respeto a la decisión soberana de los pueblos. Esta agresión, que internamente opera David Nicol Greenlee – un especialista en conducir este tipo de acciones – cuenta con la complicidad de la Oligarquía, la Media Luna, las expresiones políticas tradicionales, parlamentarios, las Fuerzas Combinadas y Grupos Paramilitares, etc., quienes cómplices silencios esperan este momento para hincar las uñas en los negocios que desangran nuestro país, estos sinvergüenzas y vendepatrias esperan obtener el beneficio del 10% por concepto de comisiones que ascienden a $us 5.000.000.000.- (CINCO MIL MILLONES DE DÓLARES AMERICANOS) como resultado de la enajenación del futuro de nuestr@s hij@s. Por otra parte, se criminaliza la protesta de los movimientos sociales y organizaciones que luchan en defensa de los recursos naturales y por la renacionalización de los Hidrocarburos, se descalifica a toda persona que se opone al saqueo, etc., en primer lugar nos preguntamos ¿quien definió la composición del gabinete de Carlos Mesa – Galindo, Síles, Nogales, Arredondo- ? ¿Qué vínculos existen entre Gonzalo Arredondo y Marco Marino Diodatto? ¿Quién está al mando de las Fuerzas Combinadas? ¿Quién es responsable de la rearticulación de los grupos paramilitares? ¿Quién financia las millonarias campañas de la Media Luna?
El Análisis Internacional James Petras dice:
– El embajador Greenlee y los 5 «expertos» del Pentágono, que llegaron a Bolivia después del levantamiento, sin duda preparan un golpe sangriento (nov,2003)
– Sobre Bolivia, auguro que seré testigo de una nueva insurrección popular si el gobierno de Carlos Mesa se limita a renegociar los contratos e impuestos sobre el gas y los hidrocarburos, pues el pueblo exige una renacionalización de esos recursos y no una mera redistribución de las ganancias por concepto de sus exportaciones (feb, 2004) (Boletín Nº 2, Pueblo Acción y Soberanía)
Frente a esta grave situación ¿Que hacen los parlamentarios, las Fuerzas Armadas y los Gobernantes? ¿Porque clasifican la información y no la dan a conocer al Pueblo? ¿Estarán tomando los recaudos frente a la posibilidad de una ocupación militar?.