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El gobierno boliviano espera un crecimiento que superaría la barrera histórica del 6%

Bolivia apuesta a un crecimiento nunca visto en más de 50 años

Fuentes: Visiones Alternativas

El gobierno ha decidido salir al paso de las críticas que se le hacen respecto del comportamiento económico del país y dar pruebas fehacientes de que el modelo pos neoliberal que postula, que es una suerte de combinación entre intervención estatal e iniciativa privada, tiene un éxito a poco más de dos años de su […]

El gobierno ha decidido salir al paso de las críticas que se le hacen respecto del comportamiento económico del país y dar pruebas fehacientes de que el modelo pos neoliberal que postula, que es una suerte de combinación entre intervención estatal e iniciativa privada, tiene un éxito a poco más de dos años de su ejecución.

Primero fue el vicepresidente Alvaro García Linera, quien en una larga entrevista con la principal radio estatal, el domingo 22, anticipó que tal como se estaba desarrollando la economía nacional, la gestión 2008 iba a concluir con un crecimiento de entre 6.2 y 6.3 por ciento. Luego vendría, más optimista, la ministra de Planificación del Desarrollo, Graciela Toro, quien manifestó que el crecimiento económico del país, que ya sobrepasó en junio la metal anual prevista a principios de año, podría situarse entre un 8 y 10 por ciento.

Lo evidente, si por las declaraciones del Vicepresidente de la República y la Ministra hay que establecer algunas conclusiones, es que a diciembre próximo Bolivia sobrepasará el crecimiento que nunca tuvo en periodos de capitalismo de Estado y en los 20 años del modelo neoliberal. Ya sea que se ubique en el 6.2% en el peor de los escenarios o de un 8%, el cuestionamiento de analistas y empresarios a la poca capacidad de generar riqueza de parte del gobierno quedará debilitado.

En el período del capitalismo de Estado, en el cual la actividad económica iba de la mano de grandes empresas estratégicas, vinculadas principalmente a la industria extractiva (minerales y petróleo), además de otras de servicio como telecomunicaciones, ferrocarriles, transporte aéreo y electricidad, la economía nacional registró un crecimiento promedio de 2.8 por ciento.

Y, como dijo García Linera, que en los últimos meses se ha ido ocupando de la conducción económica del país y se ha encargado de explicar, hace no más de tres semanas, los alcances del nuevo modelo productivo, los resultados en dos años y medio hablan por sí mismos.

Durante la etapa del capitalismo en su estadio privado (1985-2005), en la que siete gobiernos manejaron los hilos de la economía bajo los fundamentos del neoliberalismo, las tasas de crecimiento no superaron nunca el 5% y se movieron, como promedio, en un 3 por ciento.

En dos años y cinco meses el gobierno del presidente Morales ha logrado un crecimiento promedio del 4.5 por ciento.

Y de comparaciones se trata, la evolución de las reservas internacionales del Banco Central de Bolivia es vertiginosa. Durante el capitalismo de Estado, según ha subrayado García Linera, el país contaba con un promedio de 26 millones de dólares de reservas, «lo que hacía vivir a los bolivianos en constante desesperación y al borde del precipicio».

Después de números rojos, en el gobierno de la UDP, a diciembre de 2005, tras dos décadas de un modelo neoliberal, las reservas internacionales alcanzaron a 1.700 millones de dólares, una cifra con la que Evo Morales se hizo cargo de la conducción del país.

En dos años y cinco meses, la conducción económica, encargada principalmente al ministro de Hacienda, Luís Arce, se ha manifestado en reservas internacionales por el orden de más de 5.300 millones de dólares, con lo que el BCB tiene atesorado, según ha anunciado García Linera, a más de 7.000 millones de dólares a poco de culminar el mes de junio.

¿Se batirá el record?

Pero la situación se mostrará altamente satisfactoria y los números se anotarán en cifras tan contundente si es que se llega al 10% de crecimiento, pues quedará de manifiesto que el buen momento de la economía boliviana, incluida a la de sus actores -grandes, medianos, pequeños y micro empresarios-, a los que se debe sumar ahora al Estado y emprendimientos asociativos y comunitarios, contrasta con los malos augurios de la oposición cívico-política y la compleja coyuntura política.

La apuesta del gobierno es muy grande pues el resultado dependerá de que factores políticos y externos no alteren la tendencia que después de la nacionalización del petróleo, el 1 de mayo de 2006, a cuatro meses de entrar a Palacio Quemado, se ha ido profundizando.

De las causas que determinan el buen momento de la economía nacional, una ha sido tocada por el vicepresidente García Linera, quien la ha relacionado directamente con el proceso de recuperación estatal de los recursos naturales y de los servicios. En lo que va de la gestión, el presidente Evo Morales ha nacionalizado el petróleo, con lo que el Estado de recibir un promedio de 300 millones de dólares al año, ahora le ingresa la cifra de no menos de 1.500 millones de dólares, lo cual representa una millonaria cifra para un país pequeño como el boliviano.

El gobierno también ha nacionalizado cuatro empresas petroleras, la empresa Metalúrgica Vinto y la de telecomunicaciones ENTEL, lo cual ha convertido al Estado no solo como el principal actor de la economía y en el mayor generador de los ingresos del Tesoro.

Ahora bien, para ser precisos, a esa medida ha ayudado, de manera decidida, los altos precios internacionales a los productos que exporta Bolivia, incluyendo a los que están directamente en manos del capital privado, aunque es un gran reto para el gobierno que su publicitado modelo productivo logre una diversificación de su patrón productivo y de exportación.

Pero el gobierno enfrenta la amenaza de un paro patronal advertido por el máximo dirigente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Gabriel Dabdoub, quien se ha respaldado militantemente a los prefectos de cuatro departamentos en su pedido de suspender el referéndum revocatorio y ha empezado a tocar la puerta de varios sectores productivos para que se sumen a su acción anti-gubernamental.

El modelo productivo que propugna el gobierno, traducido en el proyecto de Constitución aprobado en Oruro, implica la articulación de la participación del Estado, en áreas no solo estratégicas, sino en nuevos ámbitos como de los alimentos- todavía no concretado-, la iniciativa privada, nacional y extranjera, y la economía asociativa y comunitaria.

Los temas pendientes

Sin embargo, los excelentes resultados en la macro economía enfrentan problemas que, a pesar de los buenos precios de las materias primas, podrían bloquear los planes gubernamentales.

Uno de ellos tiene que ver con la inflación y el alza, por lo tanto, de los precios de los artículos de consumo familiar que se deben a factores internos, como la especulación de las industrias oligopólicas de la industria alimentaria, principalmente concentrada en Cochabamba y Santa Cruz, y a factores externos como el impacto que tiene en el país la creciente demanda en Asia, la reorientación a producir la materia prima de los biocombustibles y la caída del dólar en el mundo.

Pero la inflación se ha convertido en parte del debate político. En las dos décadas de neoliberalismo el promedio de inflación ha llegado a 11.5%, según ha asegurado el Vicepresidente de la República, quien ha cuestionado con dureza al empresario y jefe de Unidad Nacional (UN), Samuel Doria Medina, por criticar al gobierno y olvidarse de que cuando era ministro de Planificación de Jaime Paz Zamora ese indicador llegó al 18 por ciento.

El segundo al mando del país sostuvo que en lo que va del actual gobierno la inflación ha alcanzado a un promedio de 8.3 por ciento y que se debe, fundamentalmente, al precio de la harina que ha subido en un 69 por ciento.

El uso político de la inflación ha sido denunciado por el presidente Evo Morales, quien ha señalado además que se tratará de emplear, junto a la especulación, en la «guerra económica» que se prepara para atacar al gobierno en el marco del referéndum revocatorio.

Otro aspecto, advertido por las organizaciones sindicales, es la relacionada con el tema del empleo, pues a pesar del crecimiento de la economía y el anuncio oficial de crear 130.000 nuevos puestos en lo que va del año, el fantasma de la desocupación es una realidad.

Vinculado con lo anterior, el ingreso per cápita es otro de los temas pendientes, a pesar de que, según datos oficiales, ha subido de los 950 dólares, en el periodo del neoliberalismo, a 1.300 dólares en dos años y cinco meses de la administración Morales.

Tercero, como han sostenido varios analistas, es altamente probable que la crisis social no tenga una evolución favorable, en los términos que se espera, debido a la caída de ingresos provenientes de las remesas, estimados en más de 600 millones de dólares al año, producto del regreso de bolivianos de Europa, donde acaba de dictarse la «Directiva del retorno», y de las señales de despido que se hace de los latinos en Estados Unidos.

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NOTA DE RECUADRO
Gobierno prevé $us 5.500 millones por exportaciones en 2008

El Gobierno expresó su confianza el domingo de que hasta diciembre de 2008 se alcance 5.500 millones de dólares por la exportación de hidrocarburos, minerales y una variedad de productos como soya, aceite de soya, manufacturas, textiles, muebles y otros.

Esa expectativa y el crecimiento de la exportación de 1.100 millones de dólares el 2005 a 4.400 millones de dólares hasta mayo de 2008, aseguró el vicepresidente Álvaro García Linera, echan por tierra las versiones de que el actual modelo económico productivo está aislando a Bolivia del mundo, como lo señalaron varios analistas económicos y políticos de la oposición.

El Segundo Mandatario explicó que el país durante la época de capitalismo de Estado en promedio exportaba 310 millones de dólares y en la época del neoliberalismo –de la libre inversión y la apertura a mercados– se exportó en promedio 1.100 millones de dólares, mientras que en el actual Gobierno nacional productivo, en un poco más de dos años, se alcanzó hasta mayo de la presente gestión 4.400 millones de dólares.

«Algunos ideólogos se llenan la boca diciendo que en el neoliberalismo exportaban, eso es cierto, pero lo hacían en promedio hasta 1.100 millones de dólares. Por eso, son tonterías los comentarios de esa gente que dicen que las exportaciones han bajado con relación a los gobiernos neoliberales», aseguró el Segundo Mandatario.

García Linera explicó que en Bolivia se ha diversificado la exportación, aunque la principal sigue siendo la de los hidrocarburos a Brasil y Argentina, pero que a eso se ha sumado la exportación de minerales como el plomo, plata, zinc, estaño, wólfram, y otros como manufactura, textiles, soya, aceite de soya y muebles.

«La exportación del gas ha permitido el potenciamiento de esos sectores o áreas productivas, por eso se está utilizando los recursos de los hidrocarburos para potenciar otras áreas productivas para estructurar una base industrial fuerte que permita sustituir a los hidrocarburos», aseguró el Vicepresidente de la República.

El Segundo Mandatario explicó que en la época del capitalismo de Estado, en minería, se exportaba un promedio de 141 millones de dólares. En la época neoliberal en promedio 280 millones de dólares. Mientras, que en el nuevo Gobierno se ha alcanzado en dos años y medio un promedio de 1.200 millones de dólares. Y que se estima que hasta diciembre de 2008 se pueda llegar a 1.500 millones.

En la época del capitalismo de Estado por hidrocarburos se exportaba 49 millones de dólares. En la época del neoliberalismo 305 millones de dólares en promedio y con el nuevo Gobierno se está exportando 2.100 millones de dólares en hidrocarburos.

* La Epoca es un semanario de Bolivia