En avance al proceso de nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia, impulsado por el presidente Evo Morales, este lunes, las refinerías brasileñas Villarroel (Cochabamba) y Elder (Santa Cruz) pasan definitivamente a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
El gobierno del presidente de Bolivia, Evo Morales, firma este lunes el contrato de compra con las dos refinerías de la empresa brasileña Petrobras, negociación que se oficializa luego que hace un mes ambas partes rubricaran un convenio de transferencia por un monto de 112 millones de dólares.
La oficialización del documento que involucra a las refinerías Villarroel (Cochabamba) y Elder (Santa Cruz) que procesan en la nación andina la totalidad de la demanda interna de gasolina y el 70 por ciento de la de diesel, fue anunciado por el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, y el presidente ejecutivo de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Guillermo Arequipa.
Los funcionarios adelantaron que el acto se llevará a cabo en las dependencias de la refinería Elder, en la zona de Palmasola ubicado en Santa Cruz, en el centro del país andino.
Fuentes locales informaron que según el acuerdo Bolivia hará un primer pago a Petrobras de 56 millones de dólares.
El resto del monto comprometido por la nación andina a la empresa brasileña se terminará de cancelar dentro de los 60 días siguientes.
El acuerdo de compra entre el gobierno boliviano y Petrobras se vio, en varias oportunidades, en un punto algido ante la inconformidad del precio inicialmente establecido para la transacción.
Negociación que además se realiza luego que Bolivia aprobará el Decreto Supremo número 29.122, según el cual Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) es el único exportador del crudo reconstituido y gasolinas blancas en el territorio nacional.
El ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, ha manifestado que esta iniciativa busca recuperar el excedente económico que obtenía la empresa brasileña por la venta del crudo reconstituido y las gasolinas blancas exportadas, que estaban por encima del precio establecido en el sistema de la regulación.
Según Villegas este excedente asciende a 70 millones de dólares por año, dinero que pasará al Estado mediante YPFB (empresa a cargo de las dos refinerías) por ser el único comprador en el mercado interno.
Tras este convenio se cumplirá una etapa más del proceso de nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia, iniciada por el gobierno de Morales el pasado primero de mayo.