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Bolivia: Entre epígonos y agoreros…

Fuentes: Rebelión

A estas alturas, ya las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos, y el Mercosur han afianzado su respaldo al gobierno de Evo Morales y la Nueva Constitución Política del Estado. Intelectuales como Bartolomé Clavero y Marco Aparicio (España), Raquel Irigoyen (Perú), Rodolfo Stavenhagen (ONU), Jean Siegler (ONU), y otros han mostrado su solidaridad y […]

A estas alturas, ya las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos, y el Mercosur han afianzado su respaldo al gobierno de Evo Morales y la Nueva Constitución Política del Estado.

Intelectuales como Bartolomé Clavero y Marco Aparicio (España), Raquel Irigoyen (Perú), Rodolfo Stavenhagen (ONU), Jean Siegler (ONU), y otros han mostrado su solidaridad y compromiso con el texto aprobado en una larga jornada que sintetiza más de cuatrocientos ochenta días de acción constituyente, constitución estatal y afirmación plurinacional, todo en Oruro, tierra donde se inició la «marcha por la vida» allá por el año 1986…

Paralelamente a ello, señorías locales ilustradas de constitución -léase constitucionalistas-, han levantado su voz de espanto ante un «engendro […] con diez rasgos negativos [hecho para una] casta étnica (con hegemonía aymara), todo acompañado de una Mano Negra», tal como lo sugiere el señor Carlos Alarcón y en coro junto a él: Carlos Mesa, Francesco Zaratti, Carlos Hugo Molina, José Antonio Rivera, Jorge Asbún y Juan Carlos Urenda entre otros…

Con sus variantes más o menos, pero en la misma dirección, pensadores como Fernando Molina, José Antonio Quiroga y Fernando Untoja hacen gala de su experiencia política o de lo contrario también…

Todos ellos en su conjunto gozan de un impresionante apoyo de ciertos medios de comunicación con presencia nacional: ATB y UNITEL en televisión, LA RAZON y la PRENSA en medios impresos, PANAMERICANA en radio. En semanarios impresos, PULSO, PRIMERA CRONICA Y BUEN GOBIERNO, junto a AYRA

Después de haber dado lectura a gran parte de sus «memoriales de agravios» que con diferentes nombres aparecieron en medios locales: «Diez rasgos negativos del proyecto de constitución del MAS», «tres razones para decirle NO a la constitución del MAS», «Casta étnica», y un largo etcétera de títulos no podemos guardar un «silencio bastante parecido al de la estupidez».

Ahí vamos:

Primero: Es imposible entrar en un dialogo fructífero alrededor de la «Nueva Constitución Política del Estado aprobada en Oruro (NCPE) cuando abundan los prejuicios raciales y fantasmas de color cobrizo. De hecho, se parte de un estereotipo para acabar con otro fabricado artificialmente, nada menos eh…

Y es que en la inteligencia de Carlos Alarcón (como síntesis personificada), el ser «igual» significa igualarse a un solo patrón cultural: tez blanca, ilustrado en el saber foráneo -no en el propio-, hispano hablante, educado en colegio privado donde se aprende inglés con preferencia, y lógicamente con estudios universitarios en el exterior, lo que da lugar a un sino meritocrático de indudables alcances divinos, no es para poco lo que se piensa como igualación o de cómo deben ser los «iguales» en estas tierras. El siglo XIX en pleno XXI.

Segundo: Si partimos de esa lógica, es fácil encontrar una constitución «indigenista» y que divide a la Bolivia en dos o 36 naciones, como si «Nación» fuera sinónimo de «Estado», y ello no es lo menos, lo grave es que con este género de apreciaciones se evade todo el debate teórico contemporáneo sobre lo plurinacional y la descolonización en América Latina.

Tercero: Es fácil señalar que el juego de ideas «Nación Indígena = ¿Estado Indígena?»; «Derechos Indígenas = ¿Estados Indígenas?»; «Institucionalidad Indígena = ¿Estado Indígena?»; o sea lo indígena es igual a ¡Estados indígenas!, todas esta manipulación de las palabras nos conducen de la comunión a la conflagración…

Cuarto: Alarcón & Cía., posicionan un «sentido común» sobre la Nueva Constitución Política del Estado. Un sentido común que usando los miedos subjetivos de clases medias, clases pretendidamente medias y clases medias en descenso, desprestigian al texto constitucional en todos sus ángulos.

Quinto: «Posicionar» ese «sentido común», no es un acto inocente, ni esta cargada de buena voluntad, sino que responde a toda una estrategia de poder en forma de emisión ideológica, donde los medios, los opinadores y escribidores juegan un papel sumamente importante, su coherencia y coordinación de acusaciones responde a esa estrategia, exactamente…

Sexto: Un ejemplo de esta estrategia de poder es la «Fundación Comunidad» donde Carlos Mesa es su Presidente (mala costumbre). Carlos Alarcón Mondonio funge de Vicepresidente, Gisela Derpic, Mario Espinoza, Saúl Lara, Ricardo Paz Ballivián, Hugo San Martín, Francisco Zaratti, Juan José Torres Obleas se encuentran como «fideicomisarios» (www.comunidad.bo), nada inocente la cosa, nada inocente…

Séptimo: Así y todo, el debate es eso: DE-BA-TE y punto.

Octavo: En consecuencia desde la próxima entrega haremos un recorrido por la Nueva Constitución Política del Estado.

Noveno: Veremos que no son los 411 artículos donde Derechos extensos; Instituciones plurinacionales; Economías plurales o Territorialidades Autonómicas, las que preocupan a los sectores conservadores del país, y que se expresan en las voces de los epígonos y agoreros detractores de la Nueva Constitución Política del Estado.

Décimo: Develaremos que en la Nueva Constitución Política del Estado, no hay incongruencias, inconsistencias, incoherencias; sino una profunda dosis de compromiso con el mandato del voto popular y el país todo, así se hace patria nueva…

[*] Representación Presidencial para la Asamblea Constituyente