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¿Bolivia parte del «Eje del mal»?

Fuentes: Rebelión

En una visión multilateralista enmarcada al progreso y la independencia de los pueblos de la Patria Grande, hacia la lucha por un frente común, el que deplora toda injerencia de la hegemonía estadounidense europea, que sólo piensa en la explotación de los recursos naturales a costa de la muerte, el dolor y la miseria; es que hoy recobra vigor la lucha de los pueblos con una visión antiimperialista que vela por el derecho de todos los actores internacionales.

En esa línea, recientemente el 20 de julio de 2023, el Estado Plurinacional de Bolivia y la República Islámica de Irán, firmaron un pacto en materia de defensa y seguridad, —que podría ser un modelo a seguir para Latinoamérica— rubricado por el ministro de defensa de Bolivia, Edmundo Novillo y su homólogo, Mohamad Reza Qarai, durante su encuentro en Teherán.

Acuerdo que ha levantado críticas de la oposición boliviana, y también de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), entidad que vincula a Irán con la agrupación Hezbollah con los hechos a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), perpetrados el 18 de julio de 1994, acusaciones que hasta el día de hoy no fueron probadas; sino que nuevamente nos encontramos con una campaña mediática de Iranofobia, la obsesión por culpar al país de los Ayatolas, como lo han testificado los cables emitidos por la Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires y los que fueron filtrados por WikiLeaks.

Las artimañas del lobby sionista e imperialista, en su complot a la República que lleva 45 años de resistencia a las sanciones y bloqueos que Washington le impone, quieren posesionar a Bolivia en la lista negra de naciones vinculadas al crimen internacional, tras el acuerdo firmado, cuando en los hechos el país persa colabora y alivia las sanciones y los golpes híbridos que EEUU y Europa propinan contra Venezuela, Cuba o Nicaragua, enviando ayuda como la llegada de tanqueros de gasolina a la Venezuela bloqueada, la instauración de hospitales en Bolivia, la asistencia en materia petrolera, energética, agraria y ganadera a Nicaragua, o a Cuba en materia pesquera, biotecnológica y de recursos hídricos; países a los que denominan el Eje del Mal, dictaduras o terroristas, justamente por no someterse a sus posturas totalitarias y belicistas.

La consolidación de los lazos bilaterales entre Bolivia e Irán viene desde hace más de 16 años, y por tal motivo la ultraderecha junto con el lobby sionista, la Casa Blanca y sus socios nuevamente contra atacan; pues saben que el país persa es una potencia regional en la lucha contra el terrorismo en Asia Occidental, siendo un pilar fundamental en todo el Eje de la Resistencia, que no da golpes de Estado, que no interviene, sino apoya a los países que son sancionados y bloqueados.

Todo lo contrario, al prontuario histórico que nos muestra la prevalencia de los intereses imperiales de EEUU, Latinoamérica y el mundo; pues son los episodios más siniestros y vergonzosos en la historia de una nación que sólo deja caos por su paso; así por ejemplo, su ayuda golpista en Panamá en 1989, Afganistán 2001, su invasión a Irak 2005, el derrocamiento de Haití en 2004, el golpe fallido contra Venezuela, el apoyo al golpe de estado en Bolivia, y el más actual en Perú.

El régimen israelí bajo la capa de EEUU, desde hace más de una década viene asesinando a científicos iraníes; los agentes de la Mossad fueron los ejecutores de varios asesinatos, entre

ellos Mohsen Fajrzade, uno de los científicos nucleares más importantes que tenía Irán, siendo Jefe de la Organización de Investigación e innovación del Ministerio de Defensa, al igual que viene matando a los miembros del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, como al General Qasem Soleimani, además de ello ha llevado a cabo diferentes sabotajes, complots, ataques al Centro de Investigación Espacial de Irán y otras instalaciones nucleares, los cuales fueron frustrados.

Mientras exista conciencia de la barbaridad criminal de los enemigos de los pueblos libres del mundo, la resistencia de las naciones seguirá incólume; así como Bolivia lo hace al ejercer su soberanía cristalizando pactos y alianzas con cualquier sujeto internacional y que por este hecho quizás sea catalogada como un “país miembro del eje del mal”: ¿ Será justo hacerlo en aras del Derecho Internacional y los Principios de la Carta de Naciones Unidas?

Sdenka Saavedra Alfaro, Periodista e investigadora

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.