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Bolivia: soberanía versus empresarios privados

Fuentes: Prensa Latina

El más reciente encuentro del presidente boliviano, Evo Morales, con empresarios privados es visto hoy como una genuina clase de soberanía en democracia.Acompañado de sus ministros de la presidencia, Juan Ramón Quintana; de Hacienda, Luis Arce; de Agricultura, Susana Rivero; y de Planificación, Gabriel Loza, el mandatario escuchó un pliego de 13 puntos de demandas […]

El más reciente encuentro del presidente boliviano, Evo Morales, con empresarios privados es visto hoy como una genuina clase de soberanía en democracia.

Acompañado de sus ministros de la presidencia, Juan Ramón Quintana; de Hacienda, Luis Arce; de Agricultura, Susana Rivero; y de Planificación, Gabriel Loza, el mandatario escuchó un pliego de 13 puntos de demandas de los hombres de negocios.

Las críticas abarcaron las esferas económica, política y social, pero no tuvieron más sustento que recortes de periódicos antigubernamentales, insuficientes para contrarrestar las estadísticas que esgrimió el jefe de Estado sobre la realidad nacional.

En esa cita, de poco más de tres horas y trasmitida en directo por la televisión estatal, los empresarios no lograron demostrar ninguna de sus aseveraciones, especialmente en el ámbito económico.

En esta área acusaron al gobierno de descuidar la gestión y poner en peligro la inversión privada al no dar seguridad jurídica.

El Plan Nacional de Desarrollo se ejecuta sin la participación de esas firmas, según Roberto Mustafá que encabeza la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia.

Al respecto, Morales demostró que ahora hay más seguridad jurídica que antes y mostró como prueba los 24 contratos petroleros con las transnacionales avalados por el Congreso.

Además, cuestionó la «doble moral» del empresariado, denunciando que los privados tienen millonarias deudas por impagos de impuestos.

«Seguridad jurídica es respetar las leyes y las normas», afirmó e instó a los empresarios a cumplir sus obligaciones tributarias y fiscales.

Morales citó datos de Impuestos Internos, que cuestionan a una empresa privada que le adeuda al Estado 230 millones de dólares.

Hay otros procesos judiciales por más de 100 millones de dólares, dijo al recordar que el Estado está pagando, con recursos económicos del pueblo boliviano, cerca a 350 millones de dólares por la quiebra de los bancos privados.

Donde peor les fue a los empresarios fue en la idea de presentar a un gobierno que olvida la agenda económica y antepone la política.

El mandatario expuso cifras oficiales de la macroeconomía, que reflejan crecimiento, superávit, mayor eficiencia, mejores recaudaciones y menor corrupción, todo lo contrario a lo que hacían y mostraban las anteriores administraciones.

De acuerdo con esos datos, Bolivia incrementó sus exportaciones a cuatro mil 80 millones de dólares el pasado año, mientras en 2005 fueron apenas de dos mil 867 millones.

Según Morales, desde 1940 el país no presentaba un superávit fiscal, mientras en 2006, ese indicador representó el 4,6 por ciento del Producto Interno Bruto.

El año pasadoo, indicó, se crearon siete mil 919 nuevas pequeñas empresas.

Acerca del tema tierras, el dignatario graficó cómo unos pocos concentran la propiedad en sus manos, una realidad que apunta hacia gigantescos latifundios improductivos.

Esa situación contrasta con más de dos millones de campesinos sumidos en el minifundio y la pobreza extrema, agregó.

En la minería, la situación no es mejor, aseguró, pues una decena de grandes empresas, casi todas extranjeras, controlan casi dos terceras partes de la producción y exportación de minerales.

Exportan más de mil millones de dólares al año y apenas dejan entre 70 a 80 millones de dólares para el Estado.

Morales también se refirió a las demandas de mayor autonomía, y afirmó que se trata de una histórica reivindicación de los movimientos sociales y sobre todo de los indígenas, hasta ahora marginados.

En ese sentido, señaló que se pueden combinar las autonomías departamentales con la de los pueblos originarios, que es interpretada como la de acceso y participación sobre la explotación y destinos de los recursos naturales.

El presidente boliviano ratificó la voluntad de su gobierno de escuchar y valorar los criterios de todos los sectores, aunque recordó que en administraciones anteriores eran los indígenas los históricamente excluidos.

Morales anunció que la más reciente cita con los hombres de negocios es apenas el primer contacto para seguir dialogando, pero sin cámaras de televisión y sobre la base de propuestas que beneficien a todos los bolivianos y apuntalen el proceso de cambio.