En un mundo donde los indígenas cada día pierden más derechos y beneficios, Bolivia está siendo tomada como un ejemplo para la región al tener una mayoría de su población indígena y por haber elegido primera vez en su historia a un presidente indígena: Evo Morales. Fue por tal motivo que el país consiguió el […]
En un mundo donde los indígenas cada día pierden más derechos y beneficios, Bolivia está siendo tomada como un ejemplo para la región al tener una mayoría de su población indígena y por haber elegido primera vez en su historia a un presidente indígena: Evo Morales. Fue por tal motivo que el país consiguió el apoyo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y de los representantes de los pueblos indígenas de la región para ser sede de la décima reunión de propuesta sobre la Declaración Americana de los Derechos de los Pueblos Indígenas. Concretamente, la reunión se realizará en la última semana de marzo en Mallasa, al sur de La Paz. La locación fue elegida porque muchos participantes mostraron su preocupación al nivel de altura sobre el nivel del mar en el que está situado la sede de gobierno. La noticia fue confirmada a La Epoca por el embajador ante la OEA, Reynaldo Cuadros, quien se encuentra en Washington, EEUU. La novena reunión de negociaciones sobre el proyecto de Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas concluyó con el apoyo de las delegaciones de la OEA y representantes de los pueblos indígenas a la propuesta del Gobierno de Bolivia para que la próxima reunión se celebre en nuestro país. Estos derechos llevan el espíritu de saldar cuentas pendientes con los Estados, a restituir la dignidad de los pueblos indígenas y reparar las injusticias al que han sido sometidos por muchos años. «Para Bolivia esta designación significa una oportunidad para mostrar una actitud de hermandad y solidaridad con el resto de los pueblos de América y el mundo. También para dar a conocer nuestro país como una zona de paz y consenso», explicó el diplomático a La Época. Cuadros señaló que la agenda detallada a tratarse en la reunión aún está en discusión, sin embargo, el tema central es el tratamiento de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas, cuyo texto está en revisión y debate desde hace más de ocho años. «Hasta que no exista ni un solo país que ponga objeciones o no esté de acuerdo con las propuestas que se han venido trabajando en todo este tiempo, aún no se podrá firmar esta declaración de los derechos indígenas. Es una labor titánica en la cual Bolivia pondrá su grano de arena para facilitar y tender lazos de acuerdos en la reunión que se realice en suelo nacional», dijo por su parte, Pablo Guzmán, jefe de la Unidad de Análisis de Política Exterior (UDAPEX), dependiente de la Cancillería.
Una hecho histórico
El evento a realizarse en la localidad de Mallasa es considerado histórico debido a varios factores que han coincidido en estos tiempos. «En primera instancia, el contenido de la declaración romperá la barrera formal que se ha dado entre los pueblos indígenas y los Estados y permitirá a los respectivos pueblos avanzar en el desarrollo de relaciones que les permitan su libre desenvolvimiento y reconocimiento por parte de los Estados. Por otra parte, el hecho inédito de que se dé en un país con un gobierno indígena y una mayoría indígena, hace que coincidan todos los factores propicios para el contenido de esta declaración, considerando que Bolivia tiene el pleno interés de contribuir al entendimiento entre los pueblos», explicó el embajador Cuadros. Además, el espíritu de esta declaración en sus puntos principales resalta el reconocimiento de la identidad de los pueblos desde su propia perspectiva, pasando por la comprensión de sus propios estilos de vida, cultura y espiritualidad, su proceso de desenvolvimiento económico y llega hasta la implementación de sus derechos sobre tierra y territorio.
La propuesta boliviana
El proceso para que el país sea sede de esta histórica reunión se remonta al 2005, donde la sugerencia llegó formulada por otros países, dentro del proceso de rotación de las reuniones y Bolivia apoyó y reafirmó esta sugerencia. «Al margen de este apoyo, he propuesto un espacio de diálogo informal permanente a fin de acelerar el proceso de la firma de la declaración, puesto que el proceso actual es excesivamente lento. En una sesión de una semana se ha avanzado en la aprobación de cinco párrafos de nuestro documento base, lo que haría imposible que este documento se concrete en años. No obstante, si tenemos una instancia permanente de búsqueda de consensos podríamos aspirar a una firma de convenio en Bolivia, lo cual es mi deseo en nombre de nuestro país. Estamos a la espera de la respuesta de las partes, particularmente Canadá, Estados Unidos y el Cónclave Indígena, que son las partes que tienen mayores dificultades en coincidir en esta declaración», dijo el embajador Cuadros.
Pueblos indígenas relegados
Pablo Guzmán, de UDAPEX, sostuvo que los pueblos originarios recién fueron informados sobre el tratamiento de este importante documento, mismo que ha sido trabajado desde hace 7 años. «Los gobiernos de turno mandaban a delegados ajenos a los movimientos indígenas y por eso, durante todo este tiempo, los verdaderos indígenas nunca supieron, hasta hace dos días (martes 9) que en Bolivia se iba a realizar este evento», explicó Guzmán. Por tal motivo, las diferentes organizaciones que agrupan a indígenas -como la Conamaq, Cidob, CSUTCB, APG, FNMCBBS, entre otros- se encuentran en una tarea contra el tiempo para realizar reuniones y elaborar propuestas para llevar a Mallasa y presentarlas.
Pueblos orientales se alistan para la reunión
A partir del miércoles 14 los pueblos indígenas de las tierras bajas del país se reunirán en Trinidad para prepararse ante la décima reunión sobre la propuesta de la Declaración Americana de los Derechos de los Pueblos Indígenas a realizarse en La Paz. El presidente de la Confederación de Pueblos Indígena de Bolivia (Cidob), Adolfo Chávez, sostuvo que se han organizado reuniones para recoger propuestas y críticas para trasladarlas a la reunión que se realizará en la última semana en marzo. «Vamos a estar presentes en Mallasa y ya hemos comenzado a trabajar los temas que nos incumben en coordinación con la Cancillería», dijo Chávez. Sin embargo, el representante de los pueblos indígenas del oriente manifestó que el país debería haber trabajado de forma más convincente para que Canadá, Estados Unidos y el Cónclave Indígena aprueben la firma de este importante documento, pues hasta el momento han mostrado su inconformidad. «Los Estados deberían haber designado comisiones de indígenas para que puedan concertar estos puntos en conflicto con todos los partícipes de esta reunión. De esta forma podemos tener una relación más estrecha entre indígenas, pues no es lo mismo que ‘alguien’ diga lo que ‘yo’ puedo decir», sentenció Chávez. Asimismo criticó que los pueblos de las tierras bajas del país nunca fueron consultados sobre las propuestas que como Estado se ha llevado y presentado en las reuniones que se han sostenido en las oficinas de la OEA en Washington, sin embargo, «estamos predispuestos a apoyar estos cambios que serán para beneficio de los indígenas de todo el país y de toda América», comentó el presidente de la Cidob, que también de forma paralela se encuentra trabajando sobre la distribución de las regalías de hidrocarburos que corresponden a los pueblos indígenas y también sobre el tema de la reglamentación de la Ley INRA.