La Paz, septiembre 1, 2004.- A espaldas del Congreso y de las organizaciones sociales y populares, el gobierno boliviano trabaja intensamente para lograr un acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos. El viceministro de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería boliviana, Isaac Maidana, de gira por los países andinos, confirmó oficialmente en Quito la […]
La Paz, septiembre 1, 2004.- A espaldas del Congreso y de las organizaciones sociales y populares, el gobierno boliviano trabaja intensamente para lograr un acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos. El viceministro de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería boliviana, Isaac Maidana, de gira por los países andinos, confirmó oficialmente en Quito la intención de su gobierno para incorporarse de inmediato a las negociaciones que sostienen estas naciones con Estados Unidos para establecer un Tratado de Libre Comercio (TLC).
«Queremos incorporarnos (a las negociaciones) lo más pronto posible», dijo Maidana ante la prensa de Quito, donde destacó la decisión boliviana de pasar de su actual posición de «observadora» del acuerdo hacia un rol más activo y en mismas condiciones de Colombia, Perú y Venezuela.
El anuncio de Maidana no fue bien recibido, sin embargo, en La Paz por algunas de las organizaciones sociales y sectores de la sociedad civil que este jueves debían reunirse con los funcionarios del gobierno de Carlos Mesa con una finalidad que también es motivo de controversia.
Según destaca la agencia gubernamental de prensa, ABI, la reunión de este jueves servirá para analizar la conveniencia o no de que Bolivia se incorpore a este TLC. En cambio, las organizaciones sociales consideran que están siendo utilizadas y «burladas» por el gobierno de Mesa, que ya definió avanzar al TLC sin hacer una consulta real con la población.
Días atrás, dos de estas organizaciones, el Comité de Enlace de las Organizaciones Económicas Campesinas y la Fundación Solón, habían acusado al gobierno de «manipulación» y «falta de transparencia» en este tema.
Estas instituciones y otras que conforman el Movimiento Boliviano de Lucha contra el ALCA habían enviado la siguiente carta pública al Canciller de la República y al Ministro de Desarrollo Económico «pidiéndoles que aclaren que el diálogo del próximo 2 de septiembre con organizaciones de la sociedad civil contrarias a la incorporación de Bolivia al TLC con EE.UU. no es ningún proceso de consulta o concertación».
«Este pedido de aclaración surge a raíz de las declaraciones del Canciller Juan Ignacio Siles en la interpelación que se realizó el pasado 24 de Agosto en la Cámara de Diputados. El Canciller al verse acorralado por la insistente pregunta de por qué no consulta a las organizaciones de la sociedad civil respondió que «ha consultado con organizaciones de la sociedad civil, como la Fundación Solón y el Cedla,… aunque no siempre ha habido coincidencias». Esta declaración ha provocado que las organizaciones sociales pidan una retractación del Canciller ya que no es admisible que reuniones informativas o de intercambio de opiniones sean tomadas como «consulta» para avalar y legitimar la posición del gobierno de Bolivia de incorporarse a las negociaciones del TLC con EE.UU».
La carta sostiene que «lo evidente es que el gobierno sin apoyo de las organizaciones sociales de la sociedad civil ha decidido entrar a las negociaciones del TLC con EE.UU. y para revestir de cierta legitimidad esa determinación busca utilizar el dialogo del 2 de septiembre para decir que ha consultado con las organizaciones sociales».
«A través de diferentes comunicados públicos el Movimiento Boliviano de Lucha contra el ALCA y el TLC con EE.UU. ha manifestado que este es un espacio para hacerle conocer al gobierno el porqué de su rechazo y de ninguna manera un proceso de consulta o concertación», agrega la nota de protesta.