Los gobiernos de Bolivia y Venezuela suspendieron hoy por separado sus relaciones diplomáticas con Israel en protesta por la ofensiva contra la franja de Gaza, e incluso La Paz anunció que acusará a Tel Aviv ante la Corte Penal Internacional por los «delitos de lesa humanidad» que se cometen contra el pueblo palestino. El presidente […]
Los gobiernos de Bolivia y Venezuela suspendieron hoy por separado sus relaciones diplomáticas con Israel en protesta por la ofensiva contra la franja de Gaza, e incluso La Paz anunció que acusará a Tel Aviv ante la Corte Penal Internacional por los «delitos de lesa humanidad» que se cometen contra el pueblo palestino.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, propuso también «reformar el Consejo de Seguridad» de la Organización de Naciones Unidas (ONU), mecanismo que ha mostrado «una actitud tibia frente a la política de agresión de Israel».
Indicó que su país solicitará que le retiren al presidente israelí, Shimon Peres, el Premio Nobel de la Paz otorgado en 1994, y que sea acusado ante la Corte Penal Internacional (CPI), junto con todos los responsables de «la masacre que ha cobrado más de mil vidas, un tercio de ellas niños».
Morales había considerado pedir a la ONU una sesión extraordinaria que «condene la actitud criminal de Israel contra el pueblo palestino» antes que se anunciara una reunión de emergencia este jueves para presionar a que Israel y Hamas acaten la resolución de cese del fuego aprobada por el Consejo de Seguridad el 8 de enero.
Horas después, Venezuela anunció que rompió relaciones diplomáticas con Israel, una semana después que expulsara al embajador Shlomo Cohen en protesta por la operación militar israelí en la franja de Gaza y la «inhumana persecución al pueblo palestino».
La cancillería venezolana dijo que el gobierno de Hugo Chávez insistirá ante la comunidad mundial para que los líderes israelíes sean denunciados ante la CPI por «crímenes de lesa humanidad».
De su lado del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia reveló que más de 300 niños han muerto y mil 500 resultaron heridos en la ofensiva militar israelí, que empezó el 27 de diciembre.
El presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, Jakob Kellenberger, primer funcionario de alto rango de una organización humanitaria en entrar al territorio costero palestino, dijo que la situación es «escandalosa» y pidió a las partes beligerantes acceso a la población civil y los heridos para proporcionales ayuda, al señalar que las tres horas diarias establecidas por Israel son insuficientes.
Human Right Watch, de su lado, señaló que el bloqueo impuesto por Israel en la franja de Gaza y los lanzamientos de cohetes palestinos contra territorio israelí contribuyeron a «una crisis de derechos humanos» en 2008, en su informe anual concluido antes de la ofensiva israelí en Gaza.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en una visita a Egipto hizo un enérgico llamado a Hamas e Israel a cesar el fuego.