1. Cromañon Cuando se cumpla un año de la masacre… y termine la marcha por un lado, los brindis por otro, los fuegos más allá… cuando se ensanche el enero del nuevo año… cuando amanezca la tierra 194 veces lastimada en aquella trampa fatal… cuando los sobrevivientes sobrevivan una vez más, y los familiares […]
1. Cromañon
Cuando se cumpla un año de la masacre… y termine la marcha por un lado, los brindis por otro, los fuegos más allá… cuando se ensanche el enero del nuevo año… cuando amanezca la tierra 194 veces lastimada en aquella trampa fatal… cuando los sobrevivientes sobrevivan una vez más, y los familiares intenten el milagro de continuar la marcha de la vida… ¿volveremos a aceptar la rutina del olvido y la desmemoria, del cálculo político y el clientelismo barato de los sueños? ¿cómo amasaremos -me pregunto- esta nueva mezcla de dolor y espanto, hasta volverla rebeldía y solidaridad?
En el enero que se inicia, calientes y desterrados, los 194 chicos y chicas que allá quedaron, volverán a transitar nuestra ciudad, y pisarán su asfalto en zapatillas, y buscarán su huella en nuestro camino… y se buscarán en nuestras palabras y en nuestros actos cotidianos… y el brindis del año nuevo es entonces, porque se encuentren… porque nos encontremos.
2. Los presos de Haedo
Están presos en cárceles miserables. Hacinados, como en el tren en el que viajaban. Olvidados, como los que viajan cada mañana hacia el trabajo exasperadamente hartos del maltrato. En el encierro, los presos de Haedo viajan imaginariamente hacia un tiempo de justicia. Están presos por pobres… pero ¿quién se acuerda? Otros muchos pobres llenan las cárceles del país, del continente, del mundo globalizado. En los agujeros habitados por los excluidos y excluidas del paraíso neoliberal, se brinda con fuego por la improbable libertad.
3. Romina
Una y otra vez, Romina Tejerina repite el gesto que la condenó. Intenta matar el dolor, que tiene el rostro de su violador. En el encierro revive el día en la que el patriarcado marcó su cuerpo, detuvo su vida, la juzgó, la encerró, la condenó para siempre. Romina espera sin esperanzas un feliz año nuevo. Duele la injusticia, piensa Romina. Algunas noches, el rostro del violador se mezcla con la de aquellos jueces, abogados, fiscales. Asusta el rostro del poder. En el fondo de su celda, Romina brinda por lo que desconoce. Romina brinda por el amor.
4. Los rehenes
Chacho Berrozpe, piquetero, salió a la calle a rechazar la presencia de Bush en la Argentina. Está preso. Cristian Ruiz, tomó la planta de TERMAP con sus compañeros reclamando trabajo. Está preso.
El gobierno de los derechos humanos mantiene procesados a 5000 trabajadores ocupados o desocupados, por reclamar en las calles… por los derechos humanos.
5. Chicha hasta el amanecer
Esclavizadas en este país, hacinadas en talleres sin protección alguna, despreciadas por el racismo criollo, ellas piensan en volver. Allá, en el territorio aymará, uno de ellos venció al blanco. Le ganó la partida al norte. Algo les dice que la pelea recién empieza, pero después de 500 y tantos años, no tienen apuro en librar la próxima batalla. En las villas de Buenos Aires, las mujeres bolivianas brindan con chicha hasta el amanecer.
6. Nostalgias
De las amigas y amigos que partieron tan rápidamente en este año, casi sin alcanzar a abrazarnos. Luchando toda la vida se les escapó su propia vida. Brindis de ausencias multiplicadas. ¿Qué hacer entonces con la nostalgia? ¿Repartirla? ¿Compartirla?
Tal vez estas tantas ausencias inesperadas e irreparables, nos ayuden a discutir nuevamente aquella propuesta feminista, de que lo personal es político.
Si el dolor, definitivamente mata… ¿no será necesario hacer un nudo en el pañuelo del dolor para no olvidar, para no descreer, para no dejar solos a los muertos? ¿no será necesario inmediatamente después, desanudar la alegría?