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Los efectivos dispararon con armas de fuego, gases y balas de goma

Brutal represión a docentes en Salta

Fuentes: La Haine

SALTA (2 de abril). Desde las 20 horas de ayer (hora local) la policía de la provincia arremetió contra docentes de distintas localidades de Salta que se encontraban en la plaza 9 de Julio reclamando una recomposición salarial. Los efectivos dispararon con armas de fuego, gases y balas de goma, en un operativo que detuvo […]

SALTA (2 de abril). Desde las 20 horas de ayer (hora local) la policía de la provincia arremetió contra docentes de distintas localidades de Salta que se encontraban en la plaza 9 de Julio reclamando una recomposición salarial. Los efectivos dispararon con armas de fuego, gases y balas de goma, en un operativo que detuvo de forma indiscriminada a maestras, abogados, periodistas y diputados opositores. Una niña de 5 años tuvo que ser internada producto de heridas con balas de goma, en tanto que más de 20 personas fueron detenidas.

Mientras corren rumores de que la Ministra de Educación, María Esther Altube, habría renunciado, en distintos puntos de la provincia los docentes junto a otros sectores sociales se encuentran movilizados y en asamblea permanente. En la mañana de hoy alrededor de 20 mil docentes se habían movilizado, cumpliendo su quinta semana de paro.

Las escenas de pánico se sucedieron como en la peor de las películas de terror. Mientras muchos de los docentes se encontraban en el interior de la Catedral Basilica, fueron instados a salir a la calle y a continuación las puertas se cerraron. Inmediatamente personal policial de civil realizó un operativo candado y las maestras fueron apresadas por dos y tres policías varones arrojándoles gases paralizantes a la cara y golpeandolas.

Cuando los hijos y alumnos adolescentes que las acompañaban se interpusieron para defenderlas de la golpiza, fueron ferozmente apaleados por personal de infantería armado como para la guerra. Ante la visión de la violencia impartida a chicos, los transeuntes de la recova de la ex-casa de gobierno en Mitre 23, se arrojaron sobre los cuerpos de los adolescentes para detener la golpiza.

«Yo fui a comprar mi medicina a la farmacia, en el bolso que me requisaron está el medicamento y la boleta , cuando pasé por Mitre 23 , ví cómo cuatro policías pateaban y golpeaban a un chico de aproximadamente 19 o 20 años que había defendido con su cuerpo a las maestras que la policía quería detener. Entonces me le tiré encima para que no le pegaran más», declara Raúl Ortega.

En vano fue el intento, ya que terminó siendo golpeado con bastones, patadas y trompadas por todo el cuerpo por las fuerzas policiales y tirado junto con el menor y otros docentes al subsuelo del edificio de gobierno. Allí ya se encontraba detenido el diputado de pelo largo , afirmó aludiendo a Pablo López del partido Obrero.

El periodista Adrian Valenzuela fue golpeado por la policía en todo el cuerpo, ¿el delito? registrar imágenes de la irracional represión para el canal abierto local. Los abogados del gremio de los docentes tampoco fueron respetados a la hora de la golpiza. «El Secretario de Seguridad, el Dr. Gustavo Ferraris, delante de Monseñor Bernacki y los medios de comunicación nos dijo a todos los que estábamos en la plaza que no iba a haber represión, que nos quedáramos tranquilos y que reconocía la legitimidad de los reclamos docentes, ¿cómo nos puede hacer una cosa así, si la mayoría somos mujeres y chicos?» Decía una afligida maestra y abuela buscando a su nieto detenido.

La violencia policial dejó heridos de gravedad como el caso de Román Cuello , el docente de 45 años que tuvo que ser trasladado de urgencia Hospital San Bernardo por sus propios verdugos.

¿Cómo justificará las lesiones el Jefe de Policía, el secretario de Seguridad y el Gobernador de la Provincia? Dirán, como es costumbre por estos lares que hubo un enfrentamiento entre manifestantes, infiltrados politicos y policías probos? «Somos DOCENTES no delincuentes» gritan desesperados los maestros de la provincia en las puertas de la central de policía.

Los casi 50 detenidos fueron diseminados por toda la ciudad, como también es costumbre en los operativos de criminalización de la protesta social en Salta, para la desesperación y zozobra de parientes y amigos de los detenidos. Cada vez que un abogado llega a una seccional de policía una multitud se acerca y recibe un rosario de preguntas «y mi mamá dónde está?» Ud. sabe dónde está Marcelino? Mi hijo tiene problemas de salud, por favor sáquelo pronto».

La indignación ante la injusticia es más fuerte que el miedo a los matones de uniforme azul con pistolas a la vista y botines gigantes. La indignación se transforma en exigencia. Ya no hay miedo. El subjefe de policía de la provincia, Gaspar, ese mismo que las mujeres hambrientas pero dignas y luchadoras de Mosconi despojaron de su camisa y lo tomaron de rehen subiendolo a un tanque de combustible hasta que soltara a los compañeros apresados en 1999, asegura que los detenidos serán liberados hoy previa revisación médica.