La renuncia del gobernador Ulises Ruiz, es la condición básica para resolver el conflicto en Oaxaca, sostiene Adriana Cruz Carrera, diputada de ese Estado mexicano por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), quien formó parte de la delegación del país azteca participante en el XIII Encuentro del Foro de São Paulo.La parlamentaria de izquierda […]
La renuncia del gobernador Ulises Ruiz, es la condición básica para resolver el conflicto en Oaxaca, sostiene Adriana Cruz Carrera, diputada de ese Estado mexicano por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), quien formó parte de la delegación del país azteca participante en el XIII Encuentro del Foro de São Paulo.
La parlamentaria de izquierda relató a Diario Co Latino cómo una movilización magisterial con propósitos de reivindicación laboral, se convirtió en un movimiento ciudadano que se propone la dimisión del jefe del gobierno estatal, cuya actitud represiva alejó las posibilidades de resolver el conflicto a través del diálogo.
Adriana Cruz Carrera sostiene que, a pesar de mostrar aparente indiferencia, el presidente del gobierno federal mexicano respalda la represión de las autoridades oaxaqueñas al movimiento cívico. «(Felipe) Calderón Hinojosa tiene una actitud represiva», señala.
¿Cuál es el origen del conflicto en Oaxaca?
Esta es una lucha que realiza el magisterio todos los años para exigir mejores salarios no sólo para los maestros, sino para los trabajadores en general. La respuesta a esta demanda siempre es mínima: pequeños incrementos que no satisfacen las expectativas de los trabajadores de la educación. Es por eso que cada año las manifestaciones se repiten.
El actual gobernador del Estado de Oaxaca, Ulises Ruiz, quien durante su campaña proselitista advirtió que no permitiría manifestaciones populares, decidió reprimir. El 1 de mayo marcharon todos los trabajadores y el 15 del mismo mes iniciaron las manifestaciones del magisterio. Al ver la indiferencia de las autoridades, los maestros decidieron quedarse en un «plantón», el cual fue reprimido con dureza.
El 14 de junio desalojaron el zócalo de la ciudad, donde los miembros del magisterio se habían mantenido durante casi un mes. La policía estatal llegó armada, utilizó gas pimienta y desalojó violentamente, golpeando no sólo a los maestros sino también a alumnos y padres de familia que estaban apoyando la protesta.
Los gobernadores anteriores a Ulises Ruiz, ¿habían tenido esta misma actitud represiva?
Ulises Ruiz, quién llegó a través de un fraude electoral al que el PRD se opuso, inició su gestión con una actitud represiva hacia los movimientos sociales, que en Oaxaca tienen una gran tradición de lucha. Los gobernadores anteriores fueron más tolerantes con las movilizaciones de los maestros: cuando no atendían sus demandas optaban por ignorarlas.
Con las autoridades anteriores, las protestas se habían desarrollado con relativa normalidad, pero el actual gobernador optó por la represión.
Esto hizo que el movimiento magisterial trascendiera de sus demandas reivindicativas y planteara la exigencia de renuncia del gobernador…
Exacto. La represión conmovió tanto a la población de Oaxaca que, al siguiente día, varias organizaciones ciudadanas se manifestaron contra la actitud de las autoridades del Estado. Fue así como el movimiento de trabajadores de la educación en demanda de mejoras salariales y otras reivindicaciones, se convirtió en un movimiento social que exige la salida del gobernador. Prácticamente cambió el objetivo de las movilizaciones.
¿Cuál fue la estrategia de acción del movimiento social ampliado que busca la dimisión del gobernador?
Todas las organizaciones sociales y sindicales que se aglutinan en el FESODO (Frente de Organizaciones Sociales Democráticas del Estado de Oaxaca), el magisterio y otras organizaciones ciudadanas conformaron la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) como instrumento de la lucha social que tiene como objetivo principal la renuncia del gobernador Ulises Ruiz.
Cuando se generalizaron las protestas ciudadanas, ¿también se intensificó la represión gubernamental?
Las autoridades han implementado una serie de represiones fuertes. Después del 14 de junio las marchas continuaron cada vez más grandes, con la participación no sólo de las organizaciones sociales y sindicales sino de toda la población, un verdadero despertar de la sociedad oaxaqueña que no había protestado por actos de represión en el pasado. El PRD llamó a sus bases a incorporarse a las protestas.
Es necesario aclarar que el PRD no está detrás de las protestas, como quisieron manejarlo algunos medios y las autoridades. Nosotros somos uno de los tantos sectores sociales y políticos que participan en ese movimiento auténtico de la población oaxaqueña.
¿Ha habido participación de las autoridades del gobierno federal en las represiones?
La represión había sido realizada por las autoridades estatales, sin embargo el 2 de noviembre entró la PFP (Policía Federal Preventiva) con comandos armados y tanquetas para reprimir a los manifestantes que sólo tenían bombas molotov, morteros y piedras para defenderse. Fue así como capturaron a varias personas, incluso a algunas que no estaban participando en la protesta sino que sólo observaban el enfrentamiento entre los miembros de la APPO y la Policía.
¿Fue entonces que capturaron a unos dirigentes de la APPO?
Fueron capturados tres compañeros, entre ellos Flavio Sosa Villavicencio, a quien los medios de comunicación presentan como el líder del movimiento. A ellos los invitaron a un encuentro de negociación y allí los capturaron.
¿Cuál es la situación del conflicto en este momento?
La situación se empezaba a «calmar», pero ayer (sábado 13 de enero) los familiares de los presos fueron desalojados violentamente del campamento que mantenían cerca del penal y detuvieron a trece personas.
¿Qué impacto tendrá este nuevo acto de represión en el conflicto?
Demuestra que el gobierno estatal no tiene voluntad para solucionar el conflicto y sigue privilegiando la represión.
¿Cuál es la actitud del presidente Felipe Calderón frente a las actuaciones del gobierno de Oaxaca?
Muestra indiferencia, pero en el fondo avala la represión de las autoridades del Estado. Calderón Hinojosa tiene una actitud represiva.
¿Cómo han abordado el conflicto los medios de comunicación?
No han informado con objetividad y veracidad sobre lo que ha pasado, tergiversando la información, ocultando la versión de los manifestantes y sesgando el enfoque a favor de las autoridades del Estado. Sólo los periódicos que son de izquierda han informado en una forma más profesional.
¿Cuál considera que será el final del conflicto?
A estas alturas, el conflicto sólo se puede empezar a resolver con la salida de Ulises Ruiz del gobierno del Estado de Oaxaca.