El gobierno boliviano calificó hoy como burdo chantaje la propuesta del ex ministro del Interior Luis Arce Gómez de revelar información sobre desaparecidos a cambio de la reducción de la pena que le fue impuesta. Según informó el vocero gubernamental Iván Canelas en el programa radiotelevisivo El pueblo es noticias, tanto Arce Gómez como su […]
El gobierno boliviano calificó hoy como burdo chantaje la propuesta del ex ministro del Interior Luis Arce Gómez de revelar información sobre desaparecidos a cambio de la reducción de la pena que le fue impuesta.
Según informó el vocero gubernamental Iván Canelas en el programa radiotelevisivo El pueblo es noticias, tanto Arce Gómez como su abogado, Mirko Suaznábar, portador de la propuesta, deberían saber que las sentencias no se transan.
«Es inadmisible pretender negociar un decisión de la Corte Suprema de Justicia para hacer conocer donde están los restos de víctimas de la dictadura», subrayó Canelas.
El ex ministro del gobierno de facto de Luis García Meza arribó a Bolivia el pasado jueves, deportado de Estados Unidos, para cumplir una condena de 30 años de prisión por delitos de lesa humanidad, impuesta por la justicia de la nación andina en 1993.
Tras su llegada fue recluido en una cárcel de máxima seguridad, el mismo penal en el que cumple su sentencia García Meza, responsable de las jornadas sangrientas del golpe de Estado del 17 de julio de 1980.
Arce Gómez, también denominado ministro de la droga, pidió ayer a través de su abogado una reducción de la sentencia a cambio de revelar dónde están los restos del líder del Partido Socialista, Marcelo Quiroga Santa Cruz, y otros desaparecidos en la época de la dictadura.
«Ese pedido nos confirma una vez más que el ex ministro conoce dónde fue conducido el cuerpo de Quiroga Santa Cruz luego de su asesinato», recalcó Canelas.
Indicó que por moral, el ex coronel del ejército debería, sin chantaje alguno, decir dónde están los restos del dirigente socialista y los de otros líderes como Carlos Flores y Gualberto Vega, desaparecidos en la década de 1980.
Arce Gómez fue sentenciado en Bolivia a 30 años de reclusión por graves violaciones a los derechos humanos, alzamiento armado, organización e integración de grupos irregulares, delitos contra la libertad de prensa, asesinato y genocidio.