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Cantar verdades con Brecht

Fuentes: Granma

Lejos de pretenciosos despliegues teatrales que olvidan la semilla del autor alemán, el público observa un espectáculo resuelto con sencillez, pero de elaboración coral

El teatro es (también) ritual. El rostro de Vicente Revuelta, dibujado con tiza sobre la pared negra del escenario despojado, se distingue entre los parpadeos de una vela. Esa luz tenue nos adivina los ojos del introductor de Bertolt Brecht en Cuba, del gran director de nuestra contemporaneidad, fallecido diez eneros atrás. Revuelta, maestro de tantos fuera de las aulas y mentor de Alexis Díaz de Villegas, acompaña otra vez Balada del pobre BB que, en su nueva estación, culmina este fin de semana en la Sala Llauradó.

Alexis repone su loada puesta como le enseñó Vicente. Es la misma y es otra. Los tiempos duros del momento y los cambios del elenco, no solo en el sentido de las recientes incorporaciones, modifican las vibraciones del montaje y establecen nuevos acentos entre el presente del espectador y el poderoso pensamiento de Brecht, tejido en un ensamble de situaciones, palabras, canciones, acciones, diálogos y narraciones.

Lejos de pretenciosos despliegues teatrales que olvidan la semilla del autor alemán, el público observa un espectáculo resuelto con sencillez, pero de elaboración coral: fina urdimbre de voces, contrapuntos entre piano, melodías e instrumentos en manos de los actores, sinfonía de cuerpos de recalcada condición física, ejecuciones escénicas de las canciones, dibujos escenográficos de carga conceptual sobre los muros desnudos de la sala.

Díaz de Villegas firma su creación y la guía con su fuerte presencia, acaso como Kantor, o como recuerdo a Vicente en La duodécima noche. Siempre escuela para Impulso Teatro, nacido precisamente del proceso pedagógico que germinó con la primera Balada del pobre BB, actrices y actores son depositarios de esa conjunción de experiencias teatrales vividas por Alexis, de donde resalta una elevada condición física, una seductora energía y una provocadora entrega.

Balada… explica a Brecht haciéndolo. Abraza su espíritu, las dolorosas verdades que aspiraba hacer emerger desde el escenario: «En los tiempos difíciles se cantará también», más «también se cantará sobre los tiempos difíciles». Admiramos entonces esta real artesanía del teatro, en las antípodas de los colorines del mentiroso entretenimiento banal. Porque, en efecto, canta al ser humano, pero asaetea el egoísmo y la altanería de los pudientes, de los ventajistas, más la aceptación acéfala de muchos abajo que, juntos, engendran la guerra donde los pobres se envuelven en la sempiterna derrota. Celebra la rebelión y la libertad justas de quienes no tienen nada que perder, nunca las oportunistas en favor del capital. En esta época, también de la guerra que es la pandemia, con sus reveladoras extorsiones y extensiones, la poesía de Brecht fusila lo peor del hombre y cincela la belleza de la humanidad.

Fuente original: https://www.granma.cu/Cenital/2022-01-26/cantar-verdades-con-brecht-26-01-2022-22-01-52