Desde el puente Amarillo se observa el bajo caudal del río, la vegetación verde-selva y un horizonte de sonidos rodeando el gran silencio reverencial de las 800 personas que escuchan la oración en tzeltal, la palabra antigua de los campesinos que defienden su territorio de la modernidad depredadora, de los proyectos ecoturísticos y su amable […]
Desde el puente Amarillo se observa el bajo caudal del río, la vegetación verde-selva y un horizonte de sonidos rodeando el gran silencio reverencial de las 800 personas que escuchan la oración en tzeltal, la palabra antigua de los campesinos que defienden su territorio de la modernidad depredadora, de los proyectos ecoturísticos y su amable propaganda, puerta de entrada para las empresas trasnacionales que morderán luego la tierra con explosivos y potentes maquinarias. Espiritualidad campesina en oposición a la religión del dinero; espiritualidad contra el crimen políticamente organizado, contra el ejército que es arma de los poderosos y se hace acompañar del alcoholismo y la prostitución.
Gimen las caracolas en la Tierra Dulce -Chilum- donde también las hicieron sonar en 1712 para convocar a los pueblos de los Zendales y unirse contra la opresión española. Empieza la marcha encabezada por dos ancianos, hombre y mujer, que sujetan una manta del Movimiento en Defensa de la Vida y el Territorio -MODEVITE- (Defendamos juntos la casa común), luego el carro del sonido y varios cuadros con la imagen de la virgen de Guadalupe; la bandera mexicana con su escudo oficial y la misma bandera en versión guadalupana. Poco tiempo después la marcha toma color y fuerza. 3,000 gentes que en una hora más, al acercarse a Chilón ya son más de 5,000. La multitud recorre las calles del pueblo chiapaneco donde el narco y la violencia política encendieron las alarmas desde hace años. A fines del 2016 el anuncio oficial del gasolinazo a nivel nacional fue detonante en Chilón para una fuerte agitación provocadora por parte de encapuchados que asaltaron gasolineras, robaron combustible y saquearon tiendas. Enfrentamientos armados, heridos… con violencia caminaron los primeros días del 2017. Ocupación policial y grupos de autodefensa, miedo y los primeros dos muertos del año en la noche del 22 de enero. El 23 la Misión Bachajón, Adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona y el Movimiento de Pueblos Originarios en Resistencia organizan una marcha para protestar por la venta de drogas y alcohol y contra las reformas estructurales. Para junio el presidente municipal es denunciado por corrupción. En julio un enfrentamiento armado finaliza con un muerto y cuatro heridos. En la guerra el cuerpo de la mujer se considera objetivo militar y las mujeres sufren por partida doble la violencia y sus secuelas; el 16 de julio la Fiscalía General abre una carpeta de investigación por la violación de una joven en el cauce del río Paxilá, Chilón. En las redes sociales circuló un video que exhibía al líder priista Alfredo Jiménez como presunto autor del delito. Julio sigue su ritmo de muerte y en la noche del 15 se escucharon detonaciones de armas de fuego. A la altura de un puente de tubos ubicado sobre la carretera que conduce al ejido Peistón, muy cerca de la cabecera municipal de Chilón, quedó tirado el cuerpo de Ricardo Gómez López, balaceado por la espalda. Al parecer trató de huir de sus secuestradores. Así es como un pueblo sufre y enfrenta la violencia por las disputas políticas y el control mafioso del territorio para su posterior venta a las empresas. Todo esto al mismo tiempo que el gobierno promociona Chiapas como destino turístico privilegiado.
En Chilón agosto sigue siendo julio y la violencia narco-política continúa al igual que los robos y asaltos. El presidente municipal es señalado en varias ocasiones. El día 27 treinta hombres armados realizan disparos y liberan a Manuel Moreno Méndez, detenido en la comandancia de la policía municipal, en el ejido Bachajón. Estaba detenido por agredir a machetazos a un hombre y una mujer en el poblado Alan Sacjún. La violencia no amaina. En este contexto el pasado 20 de noviembre la marcha de los diez mil pasos que inició en el puente Amarillo, llegó hasta el centro de Chilón, encabezada por sacerdotes de diferentes parroquias. Hubo marchas en Sitalá, Oxchuc, Cancuc, Palenque, Ocosingo, Huixtán, Tenejapa, Altamirano, Salto de Agua, el ejido Candelaria (municipio de San Cristóbal de las Casas). La madrugada del día siguiente fue ejecutado un hombre en el tramo carretero Yajalón-Chilón. La tarde del día 22 de noviembre secuestraron a una maestra que labora en el Centro de Trabajo 84. La familia no quiere efectuar la denuncia ya que el Ministerio sólo va archivando los casos sin investigación alguna.
Chilón, Sitalá y Oxchuc ya dirigieron una petición formal el 17 de noviembre para deshacerse del control de los partidos políticos y formar gobiernos comunitarios. La parroquia jesuita de Bachajón y otros sectores de la iglesia católica acompañan al pueblo en esta lucha. Los jesuitas aportan su tradición organizativa, conocimientos y la filosofía transformadora que impulsaron en América Latina Ignació Ellacuría e Ignacio Martín Baró para promover la vida y la liberación integral. Este 16 de noviembre se cumplieron 28 años de su asesinato por el Batallón Atlacatl, del ejército salvadoreño en las instalaciones de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA). El activismo filosófico de Ellacuría cuajó en obras como Conceptos fundamentales de la Teología de la Liberación y Filosofía de la realidad histórica. Ignacio Ellacuría es un referente ante el horror y la catástrofe impuestos en FosaMéxico. Un esfuerzo filosófico y de vida para «intentar con todos los pobres y oprimidos del mundo revertir la historia, subvertirla y lanzarla en otra dirección».
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