Por primera vez en el Consejo del Empleo, la Productividad y el Salario se votaron dos propuestas: una, la de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), que demandó la «fijación de una agenda» que contemple la «necesidad impostergable de una justa distribución de la riqueza»; otra, encabezada por la UIA y la CGT y […]
Por primera vez en el Consejo del Empleo, la Productividad y el Salario se votaron dos propuestas: una, la de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), que demandó la «fijación de una agenda» que contemple la «necesidad impostergable de una justa distribución de la riqueza»; otra, encabezada por la UIA y la CGT y que impuso hoy un salario mínimo de 800 pesos, al que se llegará recién en noviembre.
El gobierno optó por esta última, afirmando su alianza con la CGT. La CTA manifestó su oposición a esta decisión en un comunicado enviado a Infoalternativa y le planteó al Ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, otro funcionamiento del Consejo del Salario, el Empleo y la Productividad.El Ministerio de Trabajo fue el escenario de la tercera jornada de tensas discusiones para fijar el nuevo salario mínimo, vital y móvil y debatir, tal como lo viene planteando la CTA, otros institutos vinculados con la distribución del ingreso. A las 19.30, en el auditorio del piso 16, en la sede de la cartera laboral, el ministro Carlos Tomada, flanqueado por los dirigentes de la CGT Hugo Moyano, José Luis Lingieri y Juan Manuel Palacios y por la parte patronal Horacio Martínez y Daniel Funes de Rioja, dijo, en conferencia de prensa, que el nuevo salario mínimo será 760 pesos a partir del 1° de agosto, 780 pesos el 1° de septiembre y quedará en 800 pesos para el 1° de noviembre de este año. Esta propuesta fue aprobada por 23 de los 28 consejeros que integran este ámbito.
Por otra parte, la propuesta número 2, de la CTA, recibió tres votos (de los consejeros representantes de la Central). Este dictamen planteaba cuatro puntos: 1) La implementación del salario mínimo, vital y móvil de manera «inmediata y provisional, y a partir del mes de julio de 2006» y cuyo importe debería ser de 857 pesos. Además, dejaron claro que «la línea de pobreza no es la pauta para fijar el salario mínimo, vital y móvil». 2) «La fijación de una agenda que tenga como objetivo primordial la determinación de la canasta básica, las asignaciones familiares por hijo, los esfuerzos para establecer un verdadero seguro de empleo y formación acorde con las necesidades del crecimiento productivo». 3) La «mejora y universalización del sistema de asignaciones familiares» que sea de «70 pesos y que pueda ser percibido por cualquier trabajador cualquiera sea su condición». 4) La puesta en marcha de un «verdadero Seguro de Empleo y Formación de 720 pesos para todos los jefes y jefas de hogar, la Asignación Universal por Hijo de 70 pesos» y la «generalización de la Ayuda Anual Escolar de 130 pesos». Por último, exigieron una Asignación Universal «para todos los mayores de la seguridad social, equivalente a un nuevo valor del haber mínimo de 520 pesos e incremento del 10% en el resto de las prestaciones provisionales.
También la CTA reclamó el funcionamiento «regular» de las comisiones del Consejo para poder tratar estos temas que considera «prioritarios». En ese sentido, Víctor De Gennaro, secretario general de la Central, sostuvo que Tomada «incumplió el compromiso asumido el 29 de noviembre de 2004» cuando la Comisión de Productividad del Consejo propuso aplicar la cifra de 1580 pesos como valor de bolsillo y referencial de la canasta básica para una familia argentina tipo. Y agregó que «actualizado a junio de este año, el monto sería de 1.877,30 pesos. Por eso, cualquier otro monto que no se sustente en esas pautas es contrario a la finalidad del Consejo del Salario».
Debate cerrado
Los consejeros representantes de la CTA (Pedro Wasiejko, Pablo Micheli, José Rigane, Hugo Yasky, De Gennaro y el asesor técnico Horacio Meguira) coincidieron en que se debe abrir un debate serio en el Consejo del Empleo, la Productividad y el Salario y que se «trabaje sobre una agenda que tenga objetivos claros para combatir la pobreza». Esta fue la tercera reunión del Consejo en casi tres años.
Durante la conferencia de prensa el Ministro de Trabajo presentó el acta de la fecha como «el fruto del acuerdo de los trabajadores y de los empresarios», obviando que hubo, por primera vez, dos dictámenes: el de la UIA-CGT, por un lado, y el de la CTA, por el otro, que recibió los tres votos de sus consejeros. Además, la Federación Agraria Argentina (FAA) y la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APyME) -que integran junto a la Central el bloque productivo y social- no apoyaron la propuesta de la UIA-CGT, ya que se abstuvieron o la rechazaron.
La CTA recordó también que «desde la primera convocatoria, el salario mínimo vital, según lo define la Ley de Contrato de Trabajo en su artículo 116, debe asegurar al trabajador vivienda digna, alimentación adecuada, educación de sus hijos, asistencia sanitaria, vestimenta, transporte y esparcimientos, y que el monto del salario, por ende, debe ser fijado de modo tal que cubra esas necesidades».
En ese sentido, expone que, según cálculos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), la canasta familiar se ubica en 2.207,70 pesos a diciembre de 2005 y que «esa debe ser la pauta y punto de partida para fijar el salario mínimo». «Éste Consejo debe retomar la decisión adoptada en la reunión de noviembre de 2004, cuando la comisión de productividad fijó -a propuesta de ambas centrales sindicales-, y con el quórum reglamentario, en 1.580 pesos el monto que alcanzaría a cubrir esas necesidades y que hoy sería de 1.877,30 pesos», indicaron desde la CTA.