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Mientras se producía un apagón inédito en la región

Cayó la generación de energía en el primer trimestre del año

Fuentes: Rebelión

Apostillas de una política energética apagada

La noticia sobre la caída de porcentajes de la generación de energía del primer trimestre del año en nuestro país, con respecto al mismo periodo del año pasado, encuentra connotación, relación y motivos en la base del proyecto político estratégico que el gobierno actual lleva adelante, conformando una dinámica relacionada con la globalización, las corporaciones financieras transnacionales, la dolarización, la inflación entre otros puntos importantes.

Para comprender todo el marco que encierra la problemática de la baja en la generación y de cómo esta se vincula con otros sectores de la economía ,hay que comenzar por observar la debacle económica que está sufriendo nuestro país; las políticas económicas impuestas por un gobierno ultraneoliberal, devastador de toda la estructura de políticas públicas, sanitarias, educativas y también en el sector energético, el cual genera una fuerte incidencia en sectores marginados; los tarifazos se contraponen directamente con la visión de la energía como un bien social, es en estos espacios donde puede observarse el fuerte choque de falta de recursos para poder vivir dignamente, aumentado por la fuerte participación de los servicios energéticos, agua potable, gas y electricidad en el salario real. Convirtiendo el 1,9% de participación del ingreso en servicios, año 2015, a casi 18% actual, agravado por los problemas de la población que consume los bienes y servicios de las empresas que integran el sector productivo de nuestro país.Con la particularidad que esas empresas productoras están afectadas también, por estas políticas económicas mencionadas anteriormente; puntos relevantes como la inflación, la que acumula en los últimos doce meses un 57%, el precio del dólar arriba de $42,40; el precio de la nafta, como central en la conformación de los precios finales de estos bienes y servicios, entre otros, hacen que el sector productivo sienta en carne propia la suba de los servicios en general, repercutiendo en los costos de producción de productos que tienen las industrias, de las cuales debemos decir en honor a la verdad, van quedando pocas.

Los indicadores relacionados al cierre de industrias, del sector más relevante en términos de valor agregado, nos dicen que en el periodo que va de octubre de 2017 al mismo mes de 2018, 6951 empresas tramitaron su baja en la AFIP,de las cuales 1328 son industrias, sumadas a las 822 que dejaron de operar en 2017 y las 721 que lo hicieron entre octubre de 2015 y el mismo mes de 2016.

Un dato preocupante es que desde que Cambiemos asumió el gobierno, en diciembre de 2015 hasta 2018, cerraron 2871 fábricas. Pero la debacle de las empresas se extiende a los sectores de la economía previsional; según SIPA, el Sistema Integrado Previsional Argentino, los empleadores de la industria solo representan el 9,5%, cuando en 2003 eran el 11%. Según el Estimador Mensual Industrial, en noviembre de 2018 la retracción del sector fue del 13,5% en relación al año anterior.

La baja en la actividad de generación no se puede despegar de todo el pool de indicadores económicos en general, donde 2018 fue central respecto a la retracción de la economía en general.

La mayor contracción en la actividad económica en julio de 2018 fue del 5,8% negativa, para el mismo año y el mismo mes, según un informe de CEPA en los primeros seis meses de 2018 se registró una salida de 16676 millones de dólares hacia cuentas del exterior en la categoría de «formación de activos externos de residentes», lo que da como resultado una suba, solo en 2018 del 117,1%. En lo que respecta al sector industrial en mayo de ese año la baja fue de un 1,8%, a la para que la inflación registro un 3,7%. Como antesala de lo que hoy sucede, y lo cual venia anticipándose en 2018, solo en la industria del cuero, por el esquema de importaciones y suba de tarifas cerraron 70 fábricas de cuero y se perdieron 3000 puestos de trabajo, lo cual agravo y agrava aún más la demanda de productos del sector productivo nacional.

Como si esto fuera poco, para cuantificar aún más lo que viene sucediendo, la compra de autos usados cayó 4,1%, afectando las industrias relacionadas a los repuestos de automotor y de autopartes. A pesar de subir las exportaciones de autos nuevos, un 16% fue el porcentaje de caída en la producción de estos, lo que explica el aumento de exportaciones por acumulación de stock y una baja en la demanda interna. El aumento de casi el 800% en algunos medicamentos, con un acumulado del casi 250% desde que asumió Cambiemos pone al sector farmacéutico en estado crítico.

La depreciación del salario medio y mínimo va en suba relacionado con la inflación y la devaluación del peso frente al dólar, lo que significó para el salario mínimo un 50%, respecto del aumento de los que tributan ganancias, 839 mil trabajadores se sumaron desde 2016 a 2018, incluido algunos jubilados que también fueron alcanzados por dicho impuesto.

Según el informe brindado por el INDEC en el cual nos permite visualizar la baja de la generación de energía en diferentes sectores, en el caso de la generación de electricidad bajó 12%, el gas entregado a centrales eléctricas 3% y derivados del petróleo disminuyo 2,5%.

La generación neta de energía eléctrica del SADI, sin la generación usada en el proceso de producción de centrales eléctricas, confirmo una disminución de 8.9% con respecto al periodo del año anterior.

En el sector de los derivados del petróleo presentaron una caída del 3.2% en el primer trimestre del corriente año. Comparando el mismo periodo de tiempo en los años 2018 y 2019 se observa una caída en dieseloil, kerosene, gasoil neto de lo entregado a centrales eléctricas, gas licuado de petróleo, combustible para retropropulsión y naftas.

La caída de la generación está acompañada con la contracción del 13.5% de la actividad de las industrias, como se mencionó anteriormente. En el primer trimestrede 2019 solo el sector de la industria metalúrgica acumulo una merma del 19.4%, la producción de maquinaria y equipo el 33% y el sector automotriz el 20%.

La dimensión que toma el esquema de política energética gestionado por el gobierno actual, impacta sobre todos los espacios de la economía en general y retrae de manera paulatina cada sector, impacta a futuro y genera un nuevo despojo del sector de la energía en Argentina.

Como un boomerang, la crisis del sector, cada vez más y más crítico, se expresa en un inédito apagón en toda la región.

«Globalización implica necesariamente nuevas formas de soberanía y nuevos requerimientos de dominio político, económico sobre el territorio.» Las políticas impuestas por el gobierno de Macri son definidas por el capital financiero global, esto beneficia al sistema financiero, respaldado por el proyecto político estratégico de Cambiemos.

La baja en la generación energética está vinculada a este proyecto y a sus formas de acumulación y dominio político y económico sobre la región.

Fuentes:

https://www.infobae.com/economia/2019/06/13/el-indec-divulga-hoy-inflacion-de-mayo-rondaria-el-3-y-se-profundizara-la-tendencia-a-la-baja/

http://www.telam.com.ar/notas/201906/366594-la-generacion-de-energia-cayo-32-en-el-primer-trimestre-del-ano.html

https://www.cronica.com.ar/info-general/La-generacion-de-energia-cayo-32-en-el-primer-trimestre-del-ano-20190612-0058.html

(1) Citando a Sassen 2007 (globalismo financiero, territorialidad, progresismo y proyectos en pugna. GABRIEL MERINO 2011)

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de las autoras mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.