Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Cuando aparecieron hace algunos años noticias de «50 Cent Party» de China, una cábala de comentaristas en Internet contratados por el país para colocar comentarios pro gubernamentales en blogs y foros, fue ampliamente ridiculizada en los medios occidentales como una estrategia irrealizable de relaciones públicas
Cuesta decir si la estrategia china ha tenido éxito, pero ciertamente inspiró a copiones, como sugiere un reciente informe de que el fenómeno pronto podría llegar a Rusia.
Según un informe de Global Voices, blogueadores rusos han descubierto recientemente una descripción de un puesto de trabajo que busca a alguien que presente setenta comentarios al día de hasta cincuenta cuentas en un solo blog.
Parece que EE.UU. ha sido conquistado por la idea. No solo el Departamento de Estado emplea comentaristas pagados, sino una iniciativa de 2,75 millones de dólares dirigida por el Comando Central de EE.UU. permitiría crear sockpuppets [falsas identidades en Internet, con el propósito de ocultar su origen] a fin de combatir el extremismo en línea.
«El propio Partido de 50 los centavos de EE.UU.»
Desde 2006, el Digital Outreach Team [Equipo de acercamiento digital], una operación de diez personas dentro de la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado, se ha involucrado en blogs dentro de las blogosferas árabe, persa, y urdu, dejando comentarios en varios sitios mientras se identifican abiertamente como empleados del gobierno de EE.UU.
A diferencia de la iniciativa china, el programa de EE.UU. apunta a individuos fuera del país, en la esperanza de corregir interpretaciones erróneas sobre la política exterior de EE.UU.
A fines de 2010, un documento publicado por la Fundación por la Defensa de las Democracias (FDD) opinó que los esfuerzos del Departamento de Estado en ese terreno han sido inefectivos en el combate contra el extremismo en los territorios palestinos y que futuros esfuerzos deberían incluir la ausencia de divulgación y un aumento de personal. El documento de FDD también recomendó que el equipo de convierta en una fuente de inteligencia.
Aunque no hay evidencia de que el documento de FDD haya influenciado efectivamente la estrategia del Departamento de Estado, se está reafirmando un enfoque más escalofriante.
Los militares de EE.UU. han contratado la compañía Ntrepid basada en California para desarrollar software que permita a los usuarios la manipulación secreta de conversaciones en sitios sociales de los medios.
Sofisticada creación de sockpuppets
La operación dirigida por el Comando Central de EE.UU. (CENTCOM), que supervisa las operaciones armadas de EE.UU. en Medio Oriente y Asia Central, permitiría que un oficial militar de EE.UU. controlara hasta diez personas reales «basadas» en cualquier parte del mundo. En un artículo en The Guardian, el portavoz de CENTCOM, comandante Bill Speaks, declaró que la operación no apuntaría a sitios en inglés -más bien los lenguajes objetivo serían árabe, urdu y persa- no sitios basados en EE.UU.
El objetivo declarado de la misión es contrarrestar declaraciones y propaganda violenta en línea. Y seguramente, tal como los revolucionarios en Egipto y Túnez se coordinaron en línea, lo mismo pueden hacer los terroristas.
Aunque CENTCOM no quiso comentar sobre si coordina sus esfuerzos con el Departamento de Estado, el Equipo de acercamiento digital declara explícitamente que no apunta a sitios extremistas, debido a su poco tráfico y a su falta de disposición a involucrarse con representantes de EE.UU.
¿Pero es la manipulación de personas falsas el camino correcto a seguir para atacar declaraciones indeseables? ¿Y vale la pena el coste de un proyecto de 2,75 millones de dólares, presumiblemente financiado con dineros públicos? La creación de múltiples cuentas de correo basura [spam] no es exactamente una ciencia espacial, como señala Jeff Jarvis, si los esfuerzos son revelados, el gobierno de EE.UU. será visto como «bajando al nivel de la moral de un torpe productor nigeriano de correos basura».
Más importante aún, ¿será efectivo un esfuerzo semejante? ¿Pueden infiltrar exitosamente analistas militares grupos terroristas a través de foros en la web o se desperdiciarán tiempo y dólares del contribuyente apuntando a individuos que no es probable que causen algún daño a EE.UU.?
Si se tomara en serio el consejo de la FDD, por ejemplo, los dineros públicos serían gastados esencialmente para defender Israel, no EE.UU. Con una vaga descripción como «propaganda violenta», es poco claro qué grupos e individuos serán el objetivo del proyecto de CENTCOM, y cómo beneficiará a los ciudadanos de EE.UU.
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Jillian York es escritora, blogueadora y activista que vive en Boston. Trabaja en el Centro Berkman para Internet & Sociedad de la Escuela de Derecho de Harvard y participa en Global Voices Online.
Fuente: http://english.aljazeera.net/